En los últimos doce meses ha llovido en la provincia un 30% más de lo normal y ha motivado que los pantanos de las cuencas del Palancia y Mijares se encuentren al 100% de su volumen estacional
La provincia de Castellón empieza en octubre un nuevo año hidrológico y lo hace con la tranquilidad que da tener despejada la amenaza de la sequía, al menos en la mitad sur de la provincia. Las lluvias de los últimos meses han llenado los pantanos y eso garantiza agua de sobra para los próximos meses, aunque no toda la provincia se encuentra en la misma situación.
Los
últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), con
valores de la pasada semana, revelan que los pantanos de la provincia se
encuentran al 44,68% de su capacidad con algo más de 96 hectómetros
cúbicos almacenados. Lo peor está en el norte, en el sistema
del Sénia, que desde el pasado mes de agosto se encuentra en prealerta
por sequía.
La situación más boyante está en los sistemas del
Palancia y del Mijares. En el primero, el embalse del Regajo almacena el
máximo volumen establecido en las normas de explotación para la
temporada alta, es decir, desde septiembre a diciembre. Y en el del
Mijares la situación es similar, pues los pantanos de mayor capacidad, el de
Arenós y el de Sitjar, se sitúan en torno al 100% de su volumen
estacional. No ocurre lo mismo con el embalse de
María Cristina, ubicado en la rambla de la Viuda (afluente del Millars)
y que almacena el 18% de su volumen estacional.
Que los pantanos
del sistema del Mijares acumulen 91,3 hectómetros cúbicos de agua (el
88% de la suma de sus volúmenes estacionales) y los del Palancia otros 3
significa, en palabras de la propia Confederación, que ambos sistemas
afrontan el año hidrológico que está a punto de empezar con unas
reservas de agua importantes. De hecho, se encuentran muy próximas a las
máximas estacionales y por encima de la media de los últimos diez
años
Estos valores de capacidad en los pantanos del Palancia y Mijares garantizan el
suministro de agua para regadío y consumo humano e industrial, y eso hay
que achacarlo a la abundancia de lluvias de los últimos meses. De
hecho, y según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), el año
hidrológico que acabó el pasado lunes 30 de septiembre, tuvo un carácter húmedo en la provincia de Castellón, con
una precipitación media que ha sido un 30% superior a la del promedio
climático del periodo 1981-2010. Hasta el 17 de septiembre se habían
acumulado 632,1 litros por metro cuadrado, cuando lo normal durante todo
este periodo son 486,3.
Sin embargo, debido a los cuatro grandes temporales del año que,
en mayor o menor medida, han llegado a afectar a todas las comarcas de
la Comunitat, casi todo el territorio está en superávit pluviométrico, salvo algunas zonas del interior de Valencia.
No obstante, pese al superávit de lluvia los últimos doce meses han
sido un periodo de grandes contrastes, con meses muy secos
(diciembre-enero y mayo-junio) flanqueados por otros muy húmedos, como
por ejemplo octubre y abril.
Fuente: Elena Aguilar - El Periódico Mediterráneo
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