El objetivo de esta “Guía de identificación de agentes nocivos” es ofrecer información de una forma práctica y visual sobre las plagas y enfermedades detectadas en las plantaciones truferas. Es de las pocas publicaciones que hay de este tipo en el sector, implantado en España desde hace apenas 30 años.
Edita: Gobierno de Aragón
Coordinadores: Victor Pérez y Pedro Zuriaga
ISBN: 978-84-8380-365-3
PVP: 25 €
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De todas formas, como apunta Pedro Zuriaga, que es uno de
los autores de la publicación, de las varias decenas de plagas que se
incluyen, los truficultores turolenses van a ver media docena, si llega
en sus plantaciones, pero es importante que sepan detectarlas.
La mayor parte de las plagas a las que se hace referencia
en el libro ya existían cuando la trufa solo se cazaba en truferas
naturales, pero su incidencia se ha incrementado porque entonces, según
comentan algunos de los truficultores veteranos, eran los propios ciclos
biológicos, como las sequías, los que ejercían el control sobre las
mismas. Ahora el riego ha posibilitado que haya centenares de hectáreas
produciendo un año tras otro, lo que dificulta el control.
Eso sí, la guía incluye todas las plagas que se pueden
encontrar, pero apenas habla de soluciones. Para la mayoría de estas
plagas no existe tratamiento puesto que en la trufa se cría por
simbiosis del hongo con la raíz del árbol y cualquier agente químico
resulta perjudicial. Por eso, los expertos aconsejan un control
integrado de las plantaciones.
Una de los agentes más dañinos para la producción del
diamante negro turolense es el Leiodes cinnamomeus, también denominado
escarabajo de la trufa. Sus larvas se alimentan de Tuber melanosporum y
las pérdidas que han ocasionado en los últimos años son millonarias ya
que, por un lado, pudre numerosas trufas y, por otro, deja galerías en
muchas otras, depreciando su valor en el mercado.
Víctor Pérez (izda.) y Pedro Zuriaga, con la publicación que han coordinado
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La idea principal a la hora de plantear la guía era
incluir todas aquellas consultas sobre plagas e insectos recibidas. Sin
embargo, luego la ampliaron con una breve introducción sobre historia de
la truficultura en la provincia de Teruel y también un apartado acerca
de la biología de la trufa.
Aunque está elaborada a partir de los problemas a los que
han tenido que enfrentarse los truficultores de Teruel, la publicación
ha suscitado un gran interés en el sector y algunas agrupaciones de
profesionales ya han solicitado su traducción al francés, que es el
idioma en el que más bibliografía sobre trufa se ha publicado.
Además de insectos y plagas, en la publicación se incluyen
otros aspectos que, sin duda, influyen en la producción trufera como
las heladas, la colonización con otros hongos o el estrés que puede
suponer la utilización de plantas que no sean autóctonas en las
plantaciones.
En este sentido, Víctor Pérez concreta que la realización
de las plantas micorrizadas en el vivero debe llevarse a cabo con
semillas del terreno. Es la mejor forma para que se adapten ya que, si
no se emplean plantas autóctonas, aunque pueden llegar a producir, su
rendimiento suele ser escaso. Otro aspecto a tener en cuenta es el tipo
de suelo porque, si no es el adecuado, es posible que den trufa durante
algunos años pero luego sufren estrés y son más susceptibles al ataque
de las plagas.
Otros aspectos que no tienen que ver con las plagas pero
también hay que tener en cuenta son los hongos contaminantes, que pueden
ser incluso otras variedades de Tuber, como la brumale, con mucho menos
valor en el mercado. Es sin duda la micorriza más temida por los
truficultores puesto que está presente en las masas forestales naturales
y llega a desplazar la micorriza de trufa negra. Para prevenirla se
aconseja evitar los lindes con masas forestales en las fincas de
carrascas truferas y controlar al máximo el tipo de espora utilizada en
los nidos.
También la fauna silvestre es capaz de causar graves daños
en las plantaciones. Los topillos afectan principalmente a las
plantaciones de hasta tres años porque se comen las cortezas tiernas de
las plantas jóvenes y acaban secando las carrascas. También los jabalís
causan graves daños en las plantaciones que no están valladas puesto que
la trufa supone un preciado alimento.
El libro se encuentra disponible en la web de la Asociación de Truficultores de Teruel para envío por correo. Los precios son los siguientes:
– Precio especial asociados: 20€
– Precio de venta al público en general: 25€
– Gastos de envío de 1 ejemplar: 3€
El libro se encuentra disponible en la web de la Asociación de Truficultores de Teruel para envío por correo. Los precios son los siguientes:
– Precio especial asociados: 20€
– Precio de venta al público en general: 25€
– Gastos de envío de 1 ejemplar: 3€
Fuente: Cruz Aguilar - Diario de Teruel
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