Tendrá lugar el sábado 2 y domingo 3 de junio de 2018, y cuneta con un variado programa para disfrute de sus vecinos y visitantes
Caudiel celebrará el fin de semana del 2 al 3 de junio su tradicional Fiesta de la Cereza, fruto representativo de la localidad por su cantidad y calidad.
Y es que el cultivo de la cereza en Caudiel fue durante décadas la más importante fuente de ingresos de la localidad, si bien el abandono de las explotaciones agrícolas por el minifundismo relegaron su producción a una fuente complementaria de la economía familiar.
En cierto modo, ese es uno de los objetivos de esta feria: conseguir vender la producción local de cereza en los alrededores de la Plaza Nueva y de España, que se llenarán de este tipo de puestos junto a numerosas paradas de productos artesanos de todo tipo que mostrarán sus productos elaborados a mano o de forma tradicional.
A este mercadillo lo acompañan varias actividades complementarias como la actuación de la Bibap Dixieland por las calles y plazas del Mercadillo Artesanal y Popular de la Feria de la Cereza, visitas guiadas a la Iglesia del Convento y por los principales recursos del municipio o el tradicional obsequio de la bolsita de cerezas a los visitantes.
Entre las actividades que tendrán lugar este año, los visitantes tendrán la oportunidad de curiosear por el mercadillo popular y artesanal instalado en la Plaza Nueva desde primera hora de la mañana. Allí podrán conocer los productos de la zona, así como de sus comidas típicas.
A la hora de comer se repartirá la Comida típica “Olla de Pueblo”, pan, vino y cerezas en la Calle Mezquita, en el Salón Socio Cultural y en las Carpas instaladas en la Calle Josefa Ventura (Fuente del Portal), para quien desee comer allí.
La jornada vespertina comenzara con Talleres Infantiles en las Calles Concordia y Lauria. Además de la actuación de la Charanga Llenya al Bombo por las calles y plazas del Mercadillo Artesanal. Los que deseen trasnochar podrán asistir a la discomóvil en el salón socio-cultural, a partir de las 24 horas.
Fuente: Crónicas del Palancia
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