Es el segundo ataque que reciben de este tipo en lo que llevamos de año, y la poca ayuda vecinal no facilita la detención de los causantes.
El conjunto de arcos del jardín Botánico Pau de Segorbe, del siglo XV, han vuelto a ser objeto de un acto de vandalismo apenas tres meses después de que amanecieran llenos de graffitis a principios de este verano.
En esta ocasión las pintadas han sido hechas con pintura de color rojo y en ellas se puede leer “Viva Franco pollo” y algunas otras palabras ilegibles.
Cabe recordar que los grafitis aparecidos este verano simulaban rubricas y dibujos de animales mal hechos. Los graffitis aparecidos ahora representan un importante ataque a un Bien de Interés Cultural, ya que el conjunto está catalogado y protegido por la Conselleria de Patrimonio.
La policía local no tiene ningún indicio ni sospecha sobre quién puede ser el autor o autores del lamentable acto de vandalismo, ya que según esta, falta mucha colaboración ciudadana, pues a diferencia de lo ocurrido este verano, donde sí hubieron testigos, aunque no denunciaron al agresor, en esta ocasión nadie a visto ni sabe nada.
Según la policia local de Segorbe, las pintadas tal vez se deban a algún joven que ha pintado cosas sobre un tema de actualidad y que posiblemente saldrá en alguna red social. Y ante esto, poco más pueden hacer.
De momento, quien sí ha actuado es el Ayuntamiento de Segorbe, que durante la jornada del lunes proceció a limpiar las pinturas de los arcos.
De momento, quien sí ha actuado es el Ayuntamiento de Segorbe, que durante la jornada del lunes proceció a limpiar las pinturas de los arcos.
Cabe recordar qe dichos arcos fueron adquiridos por el Ayuntamiento de Segorbe a mediados del pasado siglo XIX tras la Desamortización de Mendizabal a los propietarios que se quedaron la Cartuja de Valldecrist, para cubrir un lavadero municipal que había en Capuchinos.
Por otro lado las paredes de mármol travertino que los arropan, colocadas en el año 2009 por el Ayuntamiento de Segorbe para unificar el conjunto, también han sido atacadas y grafiteadas.
Así las cosas los actos de vandalismo y falta de civismo han vuelto a poner en peligro el importante patrimonio histórico de Segorbe. En este caso las columnas de arranque y del conjunto de arcos y paredes de mármol travertino existente en el jardín Botánico Pau.
También el Pozo de la Cartuja en Altura fue víctima de una gamberrada
Cabe recordar también que esta falta de sensibilidad por el patrimonio y la falta de participación ciudadana ante tamaños ataques no sólo se da en Segorbe.
El pasado mes de julio el vandalismo se cebaba con el Pozo de la Cartuja de Valldecrist ubicado en el parquecito existente frente a la Muralla Medieval de Altura, al que colocaron unos explosivos que dañaron gravemente su estructura. Tampoco era la primera vez que este emblemático elemento era atacado, pues unos meses antes varios petardos ya dañaron considerablemente uno de
sus laterales, obligando al Ayuntamiento a proteger la zona con unas
vallas.
Ante tamaño atentado al patrimonio local, el consistorio procedióa desmontar parcialmente dicho pozo, para guardarlo en dependencias
municipales a la espera de que Consellería de Cultura dictamine qué
medidas se toman y si se restaura.
Cabe recordar que este pozo estaba en su día ubicado sobre la cisterna que existe bajo el Claustrillo de San Jerónimo en la Cartuja de Valldecrist. Su construcción data del siglo XVII, cuando el mismo se reformó al barroco, y allí permaneció hasta que, ante los continuos robos y desmanes que se hacían en el patimonio inmueble del monasterio, llegando incluso a dinamitar en 1959 el campanario barroco de la Iglesia Mayor para facilitar el paso y obtener materia prima para bancales, el ayuntamiento decidió trasladarlo a un parque dentro del casco urbano, donde flanqueado por dos palmeras, pronto se convirtió en un lugar de referencia en la villa.
Fuente: Chelo Torrejón – Fotos:José Plasencia / Propias
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