La fragilidad y mal estado de algunos lienzos del cenobio, unida a las persistentes lluvias que estos días han caído sobre la comarca del Alto Palancia, han motivado una nueva pérdida patrimonial de este cenobio alturano.
A los últimos atentados sufridos los diferentes elementos del patrionio disperso de la Cartuja de Valldecrist en el último año, como los destrozos sufridos en el pozo barroco ubicado en Altura, o los graffitis pintados en los arcos del Botánico Pau de Segorbe, pertenecientes al claustro mayor del monasterio, se suma ahora los destrozos causados por la climatología en el recinto eremítico.
Las últimas lluvias caídas han pasado factura a la Cartuja de Valldecrist de Altura, motivando que un tramo de más de cuatro metros de los que cierran las celdas más antiguas del Claustro Mayor, justo al lado del tramo de escalera abovedada existente hacía el mismo, que milagrosamente ha aguantado las lluvias, se ha desplomado debido a la falta de inversiones en materia de consolidación de fabricas, prometidos en reiteradas ocasiones por la Generalitat Valencia.
Por desgracia, este puede ser uno más de la larga lista de desplomes y derrumbamientos que se vienen ocasionando durante los últimos años en el cenobio, y que de no realizarse alguna intervención para frenar nuevas intervenciones para restaurar las pérdidas de morteros que unen las piedras, muchos de ellos atacados por una plaga de hongos que debilita su estructura y aceleran su deterioro, puede ser el primero de otros muchos.
Además del lienzo afectado, otros muros que presentan graves deterioros son los de la esquina del antiguo campanario en el pasillo que forma junto al Aula Capitular, los del vano de acceso al Refrectorio desde el Claustrillo de San Jerónimo, algunas estructuras de la cocina, y varios de los lienzos que separan las celdas del claustro mayor, que en algunos casos presentan carencias de materiales y agujeros que debilitan más si cabe su solidez, por citar solo algunos ejemplos de los más visibles.
Así pues, de persistir la falta de atención, interés e inversiones de las instituciones públicas propietarias de la Cartuja de Valldecrist para la conservación y recuperación de la misma, de nada servirán las gestiones que están llevando a cabo los miembros de la Asociación Cultural Cartuja de Valldecrist, así como algunos vecinos de Altura, que reclaman siempre que pueden inversiones para restaurar la cartuja, que parecen llegar siempre justas y en cuenta gotas por parte de los gobiernos de todos los partidos políticos llegados al poder.
Sí es verdad que parece existir una buena sintonía entre la Asociación y el actual Consell, que han fructificado en diferentes actuaciones como la limpieza realizada a principios de 2018 de todo el recinto monacal, la subvención de 24.000 euros otorgada para consolidar las cornisas de la Iglesia Mayor, la edición de una Guía de Visita al monasterio por parte de la Consellería, o diversas ayudas para la creación de rutas y páginas webs.
No obstante, se sigue echando en falta la carencia de un Plan Director que determine qué tipo de actuaciones se pueden realizar en el conjunto de la cartuja, y un programa de contenido para darle un uso y aprovechamiento a estas ruinas, que sin duda pueden potenciar el turismo y la economía del municipio de la Villa de Altura.
A los últimos atentados sufridos los diferentes elementos del patrionio disperso de la Cartuja de Valldecrist en el último año, como los destrozos sufridos en el pozo barroco ubicado en Altura, o los graffitis pintados en los arcos del Botánico Pau de Segorbe, pertenecientes al claustro mayor del monasterio, se suma ahora los destrozos causados por la climatología en el recinto eremítico.
Las últimas lluvias caídas han pasado factura a la Cartuja de Valldecrist de Altura, motivando que un tramo de más de cuatro metros de los que cierran las celdas más antiguas del Claustro Mayor, justo al lado del tramo de escalera abovedada existente hacía el mismo, que milagrosamente ha aguantado las lluvias, se ha desplomado debido a la falta de inversiones en materia de consolidación de fabricas, prometidos en reiteradas ocasiones por la Generalitat Valencia.
Por desgracia, este puede ser uno más de la larga lista de desplomes y derrumbamientos que se vienen ocasionando durante los últimos años en el cenobio, y que de no realizarse alguna intervención para frenar nuevas intervenciones para restaurar las pérdidas de morteros que unen las piedras, muchos de ellos atacados por una plaga de hongos que debilita su estructura y aceleran su deterioro, puede ser el primero de otros muchos.
Además del lienzo afectado, otros muros que presentan graves deterioros son los de la esquina del antiguo campanario en el pasillo que forma junto al Aula Capitular, los del vano de acceso al Refrectorio desde el Claustrillo de San Jerónimo, algunas estructuras de la cocina, y varios de los lienzos que separan las celdas del claustro mayor, que en algunos casos presentan carencias de materiales y agujeros que debilitan más si cabe su solidez, por citar solo algunos ejemplos de los más visibles.
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| Derrumbe hace 2 años de otro muro de las celdas del claustro |
Sí es verdad que parece existir una buena sintonía entre la Asociación y el actual Consell, que han fructificado en diferentes actuaciones como la limpieza realizada a principios de 2018 de todo el recinto monacal, la subvención de 24.000 euros otorgada para consolidar las cornisas de la Iglesia Mayor, la edición de una Guía de Visita al monasterio por parte de la Consellería, o diversas ayudas para la creación de rutas y páginas webs.
No obstante, se sigue echando en falta la carencia de un Plan Director que determine qué tipo de actuaciones se pueden realizar en el conjunto de la cartuja, y un programa de contenido para darle un uso y aprovechamiento a estas ruinas, que sin duda pueden potenciar el turismo y la economía del municipio de la Villa de Altura.
Fuente: Propia / InfoPalancia
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