Nueve personas rescatadas en el último mes en el municipio de El Toro
por los bomberos y la Guardia Civil tras haberse perdido buscando setas. Esto, y los destrozos generados, han obligado al consistorio a tomar este tipo de medidas
El Toro estudia crear un coto micológico para evitar que se pierda tanta gente, con la idea de que esta medida frene la masiva presencia de aficionados a las setas que visitan por primera vez el término municipal. Y es que los bomberos y Guardia Civil acumulan nueve rescates de personas extraviadas durante el último mes.
La cifra habla por sí sola.
Una localidad de apenas 250 habitantes y una superficie de 110 kilómetros cuadrados de término municipal -el segundo más extenso del Alto Palancia- con unas condiciones perfectas, si la climatología acompaña, para la aparición de hongos y que este año se ha convertido en punto de reunión para buscadores en la mejor de las temporadas micológicas de los últimos tres años. Esto conlleva que miles de personas
entre semana y, sobre todo fines de semana, suban hasta la Sierra y la
antigua base militar, o hasta la zona del Palancar, a buscar estas
delicias.
En
la zona del Palancar no se pierden porque hay muchos caminos y mucha
gente, pero en la zona de la Sierra el número de caminos es menor, hay
más barrancos y su orografía es más complicada, por lo que es más fácil
perderse.
Y es la falta de preparación para salir a la montaña; el desconocimiento del entorno; la invasión de terrenos privados y la falta de toma de referencias a la hora de andar por el monte, junto con los destrozos medioambientales que causan algunos de los aficionados que no usan cestas ni navaja para cortar los hongos, los problemas más importantes con los que actualmente se encuentran los consistorios y vecinos de las zonas de la provincia de Castellón ricas en la aparición de especies micológicas como son Els Ports, Penyagolosa, la Tinença o el Palancia.
Para ello algunos municipios estudian poner coto a sus espacios, intentando regular los problemas que estos días se están sufriendo en localidades como El Toro. Es por ello que en este municipio se está volviendo a estudiar cómo implantar un coto micológico en la zona, para poder controlar más la situación y evitar muchos de los problemas actuales. El año pasado ya se intentó, pero sin éxito.
Ahora, la alcaldesa ha retomado el asunto y el próximo 22 de octubre tiene una reunión con el director territorial para tratar el tema y que les diga qué han de hacer, pues en El Toro hay bastante monte consorciado, pero también privado y de dominio público, y se debe mirar qué zonas acotar, cómo funciona la normativa que lo rige, hacer el reglamento, tratar el tema con los propietarios y ver los pasos a dar.
Para la munícipe, la acotación no supondrá tanto un beneficio económico para el pueblo, pero sí un control sobre los destrozos que se causan en el monte y también una ayuda para quien venga, porque se entregaría junto con el pase un plano para orientarse por dónde ir y evitar que la gente se pierda.
La medida también es apoyada por muchos de los vecinos de la localidad, pues evitará muchos de los problemas que viene sufriendo y observando por el mal uso que se hace del entorno.
Cabe destacar que El Toro tiene unas 13.000 hectáreas de término de las que, alrededor de 8.000, formarían parte de la Sierra. La misma cuenta con una orografía montañosa, con extensas zonas de pinada, barrancos y vegetación con abundante pino, sabina y monte bajo. Junto con el Palancar, la Sierra registra, si las lluvias acompañan, una gran eclosión de hongos en temporada, especialmente de los conocidos níscalos o robellones, que se convierten en uno de los productos más buscados por los aficionados.
Un golpe de efecto que ha hecho que el nuevo boom por la recolección llene de miles de personas los montes de esta población palantina y, a falta de setas en el Palancar, se adentren en la Sierra donde resulta más difícil orientarse ante la falta de caminos.
En las últimas semanas, asociaciones de la comarca como la Cantharellus de Jérica o la Cultural de El Toro han organizado distintas jornadas micológicas con las que acercar a los asistentes al mundo los hongos con salidas al monte, exposiciones y charlas a cargo de expertos en la materia.
También el Centre d'Estudis del Camp de Morvedre celebrará este fin de semana sus XXI «Jornades micològiques» en la comarca con la tradicional salida a la montaña para recolectar «bolets» , que después expondrán en la muestra prevista en la casa de cultura Capellà Pallarés, los días 22,23 y 24 de octubre. La salida tendrá lugar el sábado, a las 07 horas, desde la Glorieta frente a la Oficina de Turismo de Sagunto.
Tras la exposición, el Grup d'Estudis medioambientals Salvador Vilalta ha organizado una conferencia también en Capellà Pallarés para el 23 de octubre y un «taller de cocina» en el restaurante Le Fou para el 27 de octubre a las 12 horas, una de las actividades fijas de estas jornadas y cuya participación aumenta cada año. Las jornadas pondrán su broche de oro con la «Cloenda», en el restaurante Le Fou donde el Centre otorgará sus premios.
Para todo este tipo de actividades, los expertos recomiendan salir al monte con un GPS para salir al monte si no se conoce el terreno y procurar siempre ir en compañía. Del mismo modo, debería ser obligatorio portar siempre una mochila con todo el equipo -sobre todo, alimentos y bebida; un silbato, y un teléfono móvil- y buscar puntos de referencia, sin alejarse del punto de partida donde se encuentra el coche.
Por lo demás, resulta fundamental recolectar en cestas, por la liberación de esporas, pero también por evitar que los hongos se estropeen en contacto con el plástico de las bolsas y creen infecciones al consumirlas; cortarlas con navaja a nivel de base del pie para no dañarla o no recolectar e ingerir especies que no se conozcan.
Fuente: Ana Monleón - Levante de Castellón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario