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sábado, 30 de noviembre de 2019

NUEVAS TEORÍAS SOBRE LOS MOTIVOS DEL SITIO DE SAGUNTO POR ANÍBAL BARCA

El historiador Miquel Ramón Martí sostiene que las exigencias de la antigua Edeta fueron el detonante del ataque que acabó enfrentando a Roma y Cartago, y apunta a que los turdenaos de los textos clásicos eran realmente los edetanos.

La destrucción de Sagunto por parte de Aníbal desencadenó una auténtica «guerra mundial» de la Antigüedad que cambió para siempre la Península Ibérica hace 2.237 años, pero sigue llena de lagunas por resolver. Sin embargo, el historiador valenciano Miquel Ramon Martí ha arrojado una nueva luz sobre el origen de aquel ataque en un estudio que presentó en el IV Congreso Internacional de Investigadores del Mundo Antiguo, celebrado en la Universidad de Murcia

En su búsqueda de respuestas, Martí aborda una de las cuestiones que más dudas han provocado en los últimos siglos: ¿quiénes eran realmente los vecinos y enemigos íberos de Sagunto a los que, según los textos clásicos, Aníbal apoyó en su ansia de provocar un choque contra Roma? En este punto, su conclusión es clara y concisa: «Eran los habitantes de Edeta, la actual Llíria». 

A su juicio, los autores clásicos que se referían a los «turdetanos o turbuletes confundieron a los turdetanos con los edetanos, ya que en el siglo III a.C, los romanos, entre otras curiosidades, suelen añadir la raiz Tur- al nombre de pueblos indígenas, por lo que turdetanos y tur-edetanos se confunden fácilmente, y los turboletes tampoco eran vecinos, sino de la ciudad de Túrbula, cerca de Baza», decía tras insistir en que «Tito Livio escribe dos siglos después de los hechos y Apiano, 300 años, y leen fuentes indirectas por lo que es plausible que confundieran nombres como Edeta, que entonces llevaba siglos enterrada y destruida»

Martí ahonda en las razones de esos conflictos al dibujar una Arse ibérica como una rica urbe comercial, con una flota, y respetada moneda de plata, que controla la costa comercialmente y tiene a Valencia en su órbita hasta que Edeta despierta en el siglo IV a.C y se convierte en una amenaza. 

Esa ambición de Edeta de llegar a la costa y «establecer lazos comerciales transfronterizos y contrarrestar la influencia saguntina» es lo que, a su juicio, «explica el extraño abandono» del Tos Pelat de Moncada. «En su camino para controlar la costa, borran del mapa este lugar, desalojando a su población, que huye a Arse. Así, llegan a València, que se convierte en el puerto de Edeta y deja marcadas las nuevas zonas de influencia de ambas ciudades», destacaba tras resaltar que «todo coincide con la construcción de la muralla de Arse-Saguntum».  

Este contexto de rivalidades locales es el que, según Martí, aprovecha el general cartaginés Aníbal para atacar la actual Sagunto. Edeta estaba gobernada por el rey Edecón, cuya familia mantiene "amablemente" cautiva Aníbal para chantajearlo mejor. De este modo, utiliza a Edecón para que se plante ante Arse-Saguntum, imponiéndoles unas exigencias exorbitadas en tierras y riquezas a los saguntinos. Arse-Saguntum se niega en rotundo y corre a las faldas de Roma, que llegará tarde, con lo que la guerra está servida. 

Su estudio también ahonda sobre la fecha en la que fue eliminada Edeta y que ahora algunos sitúan entre el 175 -150 a.C. Martí, no obstante, precisa que fue a finales de 206 a.C. «La cerámica 'campaniense A' y la moneda saguntina aparecidas entre las cenizas de Edeta apoyan esa fecha», dice además de creer «determinantes» las palabras de la embajada saguntina que habla en el senado de Roma en 205 a.C, y que agradece a Escipión y a Roma la reciente destrucción e incendio de su ciudad enemiga; un discurso datado porque se nombra a Magón, el hermano de Aníbal que huye a las Baleares, en una fecha conocida.


A ello añade que el Tesoro de Cheste, ocultado a 14 kilómetros, tiene su moneda más moderna, del año 206 a.C, el momento de la expulsión cartaginesa de la Península. Todo un indicio a su juicio de ese incendio de Edeta sin víctimas «que llevó a sus habitantes al antiguo puerto ibérico: el que luego sería conocido como Valentia Edetanorum, es decir, la Valencia de los Edetanos, que ahora es el cap i casal».
Fuente: Monica Arribas - Levante EMV

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