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José Manuel
Pedrós, vecino del Puerto de Sagunto, aprovecha el tiempo que ahora disfruta como jubilado para dedicarse de pleno a su gran
pasión, la escritura y la literatura. No en vano, además de escritor, ejerce como coordinador del Club de lectura de
Canet, de columnista de opinión en el periódico digital del Camp de Morvedre "El Económico", y ha recibido recientemente el premio
Jaume I del Ayuntamiento de Canet d’en Berenguer por su labor como
creador solidario.
Tanta pasión por las letras le ha llevado a sacar recientemente al mercado su séptima obra editada, En el
ancho del camino, un libro en buena medida autobiográfico y que se
enmarca en los últimos cinco años del franquismo, que ha tardado casi 15 años en sacarlo de su cabeza a plasmarlo sobre su papel, y que supone una obra bastante innovadora porque apenas existen relatos centrados en esta época final del franquismo.
La novela la protagoniza Juanjo, un joven universitario alter ego del autor, al que presenta como un amante de la música y de Chopin, y cuenta en los primeros capítulos los orígenes de su familia, humilde y aristocrática al mismo tiempo, envuelta, como todas las de la época, en la tragedia de la contienda civil.
También recuerda su iniciación en el arte del sexo y del amor, o viceversa; las disputas con su progenitor, gerente de una importante empresa de calzado alicantina; y sobre todo, recuerda a sus amigos de izquierdas y sus últimos años de estudiante al final de la época franquista, cuando eran eran acosados y golpeados por las fuerzas del orden.
Para recrear la trama el autor ha desfigurado por completo nombres, situaciones y características físicas de los personajes... pero al mismo tiempo cuenta detalles que vivió el autor en primera persona, pero que aquí aparecen narradas con sensibilidad novelística, más que de un modo periodístico.
Desde la tranquilidad de una perspectiva futura —los últimos años del siglo veinte— el protagonista repasa toda su trayectoria marcada por la represión y la falta de libertades, en un régimen que agonizaba, mientras los últimos coletazos de la dictadura azotaban a la diezmada población, antes de que el pueblo español consiguiera salir del ostracismo que le encadenaba, descubrir la democracia y alcanzar la libertad.
También recuerda su iniciación en el arte del sexo y del amor, o viceversa; las disputas con su progenitor, gerente de una importante empresa de calzado alicantina; y sobre todo, recuerda a sus amigos de izquierdas y sus últimos años de estudiante al final de la época franquista, cuando eran eran acosados y golpeados por las fuerzas del orden.
Para recrear la trama el autor ha desfigurado por completo nombres, situaciones y características físicas de los personajes... pero al mismo tiempo cuenta detalles que vivió el autor en primera persona, pero que aquí aparecen narradas con sensibilidad novelística, más que de un modo periodístico.
Desde la tranquilidad de una perspectiva futura —los últimos años del siglo veinte— el protagonista repasa toda su trayectoria marcada por la represión y la falta de libertades, en un régimen que agonizaba, mientras los últimos coletazos de la dictadura azotaban a la diezmada población, antes de que el pueblo español consiguiera salir del ostracismo que le encadenaba, descubrir la democracia y alcanzar la libertad.
En el ancho camino pretende ser la visión transparente y objetiva de un joven que no se siente condicionado por ningún tipo de presión, angustia o nostalgia, pero que, al mismo tiempo, se encuentra libre de ataduras ideológicas para poder expresar sin obstáculos sus ideas, sus vivencias, sus sentimientos y sus recuerdos durante los últimos años del franquismo.
La trama empieza y acaba con la muerte del dictador. Pero entre tanto, transcurren cinco años en los que se tratan los problemas
que había en el entorno franquista, del que el dictador expulsó a toda aquella gente crítica e inteligente de su alrededor, para rodearse de gente fiel que le
obedeciera. Todo ello para evadirse de los problemas que causaban los mineros de Asturias, los
trabajadores de los astilleros en Vigo, los estudiantes en Barcelona,
Madrid, Valencia, el sector de la construcción... que estaban en
contra de la dictadura y producían huelgas masivas para tratar de desbancar al régimen y lograr un periodo de libertades en el que todos los partidos políticos pudieran
tener cabida, y que sofocadas por la represión de la policía -los grises de entonces- a base de golpes, encarcelamientos, y a veces hasta incluso cobrándose vidas por el medio.
Para dar forma a todo ello, pese a contar con grandes dosis de ficción, también ha consultado una gran cantidad de documentación histórica, especialmente en lo relativo a lo que se relata sobre el franquismo, que tiene un tanto por
ciento muy elevado de realidad.
Entre los hechos históricos más relevantes que narra el libro están la muerte de Carrero Blanco, de la que el autor se enteró a través de un compañero de derechas, que explicaba el suceso con mucho pesar y tristeza mientras que el resto lo vivían como una liberación. También aparece una asamblea que hubo
multitudinaria porque dos compañeros habían sido torturados por la policía, y los universitarios quisieron reivindicar que había
que seguir en la lucha para hundir al régimen franquista. Por este y otros motivos a algunos estudiantes los metieron a
la cárcel, aunque luego con el fin del franquismo los amnistiaron a
todos por cuestiones políticas.
Se busca de esta forma reflejar de una forma muy visual, a través de descripciones o situaciones tensas, esa especie de sentimiento
colectivo que había, sobre todo en las ciudades que era
donde llegaba algo más de información, muy diferente a lo que ocurría en las zonas rurales, donde toda la prensa estaba sujeta a la censura del
franquismo, y la
sensibilidad común y especial para desterrar de una vez el régimen
dictatorial del gobierno y de España.
José Manuel
Pedrós García nació en Puerto de Sagunto y reside en la playa de Canet d’En Berenguer. Cursó estudios de
Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales en la Universidad de
Valencia y trabajó en una compañía de seguros. Ha escrito más de veinte
libros de poesía, narrativa breve, novela y viajes. Con el relato
Benerib, que pertenece al libro Sombras nítidas, quedó finalista del I
Concurso de Relatos Olelibros.com, celebrado en Valencia en 2015. El
relato Las teclas de la máquina, del libro de narrativa breve El vértice
de la soledad, quedó también finalista en el Premio de Narrativa «Joan
Fuster» 2013 del Ayuntamiento de Almenara.
Ha publicado el poemario
Dimensión (Finalista del III Premio de Poesía «Mario Ángel Marrodán»
1995, ciudad de Vigo), y numerosos artículos,
relatos y poemas en diferentes antologías y revistas literarias. De entre sus novelas, muchas de ellas de ficción histórica, destacan La oscura noche del silencio
(1994), La herida del pintor, La asimetría de los espejos (2001), Kefá el romano (2009), El último conde (2011), El silencio de Consolación (2018) y El códice de
María Magdalena (2014), obra que se ha posicionado como de las más vendidas de ficción
histórica-religiosa en Amazon, sin contar las 95.000 descargas de una web pirata.
Los beneficios que de ellas obtiene los destina a entidades benéficas y sociales, tal y como ha hecho con las cuatro últimas publicadas, destinando sus fondos a la Asociación
Español contra el Cáncer, la Escuela Oficial de Idiomas, o al Banco de Alimentos. En este caso, la entidad que recibirá dichos beneficios será Dicamp, la Asociación de personas discapacitadas del Camp
de Morvedre.
De momento, En el ancho camino ya ha sido distribuida por la editorial Olé Libros a
nivel nacional, y se puede encontrar en numerosas librerías y en internet. Pero si se desea conseguir de manos del
autor y con su firma, habrá que acercarse el próximo 2 de diciembre
hasta el Centro Cívico de
Puerto de Sagunto, donde presentará la obra con el Club Nautilus, del que es miembro desde hace
cuatro años, acompañado por la presidenta del club y su hermano, que es historiador.
Fuentes: El Económico / Escritores.org / Ole libros.com
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