Las obras comenzaron este lunes, y se prolongarán durante al menos un mes, en el que el equipo de Luis Lozano actuará en dos departamentos de este poblado ibérico.
El ayuntamiento de Sot de Ferrer comenzó el pasado lunes 4 de noviembre la segunda
fase de las excavaciones arqueológicas del poblado íbero del siglo
III-II a.C de Rochina, ubicado en el Alto de los Moros. La actuación se
ejecutará con una subvención autonómica de cerca de 40.000 euros para
obras de recuperación de emergencia de patrimonio declarado Bien de
Interés Cultural, categoría que tiene este yacimiento de manera genérica
por tratarse de un yacimiento fortificado.
La extensión del poblado es de unos 500 metros cuadrados y las actuaciones se ejecutarán durante un mes de trabajos, en los que se se plantea la actuación en 2 de los 17
departamentos para, poco a poco, ir logrando la recuperación total del
yacimiento y su puesta en valor.
Al frente de esta actuación estará nuevamente el arqueólogo
Luis Lozano, que ya trabajó durante la primera fase ejecutada el pasado año, cuando se excavaron los
dos departamentos que forman la torre y otra de las estancias del
poblado, que aparecía más deteriorada por la erosión; y se adecuó el acceso hasta el yacimiento.
Cabe destacar que este yacimiento fue uno de los primeros en ser excavados científicamente en el Alto Palancia. La
primera intervención en el poblado fue realizada entre 1913/1916 por
Herminio Fornés y constituyó la tercera excavación de cronología ibérica
realizada en todo el territorio valenciano, tras las excavaciones en la
Alcudia d’Elx (donde se encontró la Dama de Elche) en 1905, y tras las
excavaciones en el poblado de La Covalta (Albaida) entre 1906 y 1918.
La temprana actuación y la metodología empleada en las actuaciones arqueológicas en Rochina, se realizaron con un gran rigor, documentando cada uno
de los elementos que aparecía en cada una de las estancias,
identificando las diferencias en los sedimentos excavados y realizando
un estudio de recomposición de las piezas, así como planimetrías y
fotografías de los objetos hallados, Sin embargo, los
resultados de las excavaciones no vieron la luz
hasta muchos años después cuando Domingo Fletcher, en 1940, publicó un
artículo en la revista Atlantis, a partir de los datos obtenidos por Fornés, y que han servido de base a otros trabajos de investigación sobre este poblado.
Fruto de aquellos estudios fueron la identificación de al menos hasta 17 estancias, y la muralla que, de manera perimetral, envuelve el recinto. Emtre estas edificicaciones destaca la torre que se localiza junto a la entrada y una vivienda con
una superficie mayor a la del resto de estancias.
Foto: Jose Plasencia |
También de aquellas excavaciones se deduce que se
excavó todo el poblado hasta llegar al nivel de pavimento, donde se encontró una capa de cenizas que variaba
de espesor y que entonces se interpretó como un incendio, que
probablemente provocó el final de la ocupación del mismo.
Fuente: InfoPalancia.com
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