Las lluvias caídas entre el 19 y 22 de enero han deteriorado su estructura, derrumbándose durante la noche del 20 ak 21 de ese mes con un tremendo estruendo. Por desgracia, no es la única que se ha venido abajo en los últimos años
La torre más completa y mayor del castillo de Azuébar se ha venido abajo como consecuencias de las inclemencias meteorológicas de los últimos días de este mes de enero de 2020.
Los vecinos de la población, a los pies de la montaña que corona el castillo, oyeron un fuerte estruendo la noche del lunes 20 de este mes como resultado del hundimiento y el desprendimiento de los escombros por la ladera de la torre más alta de su orgulloso castillo.
Las impresiones entre los vecinos son de lástima y también de impotencia, ante la escasa atención de las administraciones públicas. Porque son conscientes que su patrimonio es importante porque es su más
explícita y palpable forma de ver de dónde vienen, y de su cuidado y
respete dependerá hacia dónde van.
Y es que, al parecer de los vecinos, el hecho de residir donde viven se debe a que hace siglos allá arriba arriba hubo unas personas que con sus manos construyeron algo que, con el paso de los siglos y las generaciones, ahora llamamos municipio de Azuébar.
La torre era el último elemento arquitectónico que permitía referenciar escalarmente el castillo en su estado original. La torre este, que hasta el lunes se levantaba 11,5 metros sobre su base, era una de las cuatro que originalmente conformaban el elemento arquitectónico más importante del municipio de Azuébar, y que había sobrevivido a más de 1.000 años. Aunque no sin daños, pues tras realizar los estudios pertinentes se comprobó que existía una desviación de más de medio metro en su punto más alto con respecto a su eje vertical y más de 25 con respecto al eje horizontal. Todo ello causado por la pérdida del muro sur de esa misma torre que dejaba sin apoyo lateral al muro este, que es el que finalmente se ha caído.
La torre era el último elemento arquitectónico que permitía referenciar escalarmente el castillo en su estado original. La torre este, que hasta el lunes se levantaba 11,5 metros sobre su base, era una de las cuatro que originalmente conformaban el elemento arquitectónico más importante del municipio de Azuébar, y que había sobrevivido a más de 1.000 años. Aunque no sin daños, pues tras realizar los estudios pertinentes se comprobó que existía una desviación de más de medio metro en su punto más alto con respecto a su eje vertical y más de 25 con respecto al eje horizontal. Todo ello causado por la pérdida del muro sur de esa misma torre que dejaba sin apoyo lateral al muro este, que es el que finalmente se ha caído.
El origen de Azuébar está en su castillo musulmán, datado en el siglo XII. La primera referencia documental aparece en el Llibre del Repartiment, con la donación del rey al noble aragonés Gonçalvez de Eredia en 1237.
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