La Asociación Cultural Cartuja de Valldecrist denuncia el estado de «abandono» del monasterio y reclama «soluciones». En las últimas semanas se ha registrado el derrumbe de dos muros exteriores en dos celdas
La Asociación Cultural Cartuja de Valldecrist de Altura denunció ayer, una vez más, la situación de abandono en la que se encuentra uno de los cenobios más importantes de la Comunitat Valenciana, la Cartuja de Valldecrist, propiedad de las entidades autonómicas y provinciales.
Y es que, a pesar de que durante el pasado mes de octubre la Generalitat sacó a licitación por 240.000 euros -con varios años de retraso y un proyecto mucho menos ambicioso que el inicial- la cubrición de la Iglesia mayor, el abandono actual en el que se encuentra el recinto monástico da muestra de la falta de interés e inversión por parte de las instituciones para mantener en pie parte del valioso patrimonio histórico de la Comunitat.
Desde la organización cultural alertaron del peligro de derrumbe de algunas de las zonas del cenobio tras la caída de dos muros exteriores. Un derrumbe, explicaron, “que tuvo lugar, hará dos semanas en dos celdas: una ubicada en el claustro y otra en la celda mejor conservada de las existentes, que todavía guarda elementos de su construcción original como vanos de puertas y ventanas o piedras labradas”.
A estas muestras de abandono se unen la caida en marzo de parte de la cornida del tejado de la hospedería, la formación de panales de abejas dentro de la iglesia mayor, arranques de postes de señalización de un par de senderos y la limpieza del recinto. Todo un cúmulo de deficiencias que se sumarían a las ya denunciadas hace unos meses como la caída de la cornisa de la hospedería que, informaron, “se ha solucionado colocando una valla de protección para que nadie se acerque o la caída de varias molduras de dentro de la iglesia mayor por otras causas”.
Desde la Asociación mostraron su satisfacción por la intervención en la cubrición de la iglesia mayor, pero lamentaron que el proyecto no sea tan ambicioso como el inicial. En este sentido, la organización alturana alertó de que se debe actuar en el resto del cenobio, que presenta deficiencias alarmantes. “Hay intervenciones que requieren actuaciones inminentes, porque estamos viendo como en la hospedería o en las celdas, de las que en principio se iba a realizar una reconstrucción fidedigna de una de las 24 que ocupaban los monjes cartujos, hay derrumbes que pueden propinar daños mayores”, puntualizaron.
Asimismo, la Asociación solicitó “como proyecto inmediato” que se lleve a cabo un Plan Director del Monasterio que rija el criterio de las intervenciones y el modo de actuar a la hora de ejecutar la rehabilitación de la Cartuja de Valldecrist.
Cabe destacar que la Cartuja de Valldecrist, actualmente en estado ruinoso, fue la quinta de las casas de los cartujos de la Orden de San Bruno en la Península Ibérica y la segunda de las valencianas. Desempeñó un papel importante en el Compromiso de Caspe y en el Cisma de Occidente. Fundada en el siglo XIV, por deseo del Infante Don Martín, en 1383 el Papa Clemente VII concedió el permiso para su fundación, pero no fue hasta principios del siglo XV cuando se comenzó la construcción de la iglesia.
La Cartuja, propiedad de la Generalitat y la Diputació de Castelló, cuenta con la distribución habitual que incluye la iglesia mayor o de Nuestra Señora de los Ángeles, la sacristía, el refectorio, la cocina y las capillas, además del claustro para la residencia de los monjes y la iglesia de San Martín.
LA IGLESIA DE SAN MARTÍN COMIENZA LA SEGUNDA FASE DE SU RESTAURACIÓN
La actuación servirá para tratar de solucionar los problemas de humedad que tenía la capilla, y convertirla en un elemento de atracción turística y de dinamización económica.
Por otro lado, ayer mismo se comenzaron a ver las primeras actuaciones de la segunda fase de restauración de la Capilla de San Martín, que la Diputación de Castellón anunció en febrero tras finalizar la primera, invirtiendo en conjunto un total de 102.000 euros en este año 2014.
En esta segunda fase, presupuestada en 60.000 €, se actuará en las fachadas exteriores de la capilla, retirando el cemento que cubre sus muros que se colocaron en la década de los 80, y luciéndolos con una capa de cal que permita la respiración de los muros y se logre de esta forma reducir los graves problemas de humedad que siempre ha sufrido este edificio. Se estudiará la conveniencia de revestir los muros de la planta semienterrada con enfoscado drenante, y si es posible, se repondrán algunos elementos desaparecidos para tratar de devolverle a la capilla un aspecto más parecido al que tuvo en origen.
En la primera fase se realizó una
inversión de 42.000 euros, actuando en el saneamiento del
revestimiento de las bóvedas de
ambas plantas, la reparación de algunas zonas de las fachadas para impedir
la filtración de humedad y también se mejoró la instalación eléctrica y
de alumbrado.
En aquella ocasión, para presentar el resultado de las obras, se desplazaron hasta la cartuja el vicepresidente de la Diputación, Miguel Barrachina y el diputado del área de cultura, José Luís Jarque, acompañados por el alcalde de Altura, Rafael Rubio y la directora territorial de Cultura, María Esteve, junto a los técnicos de la Diputación.
Fuente y fotos: Ana Monleón - Levante EMV/ Propias
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