El año que viene se cumplen 40 años desde que Marcelino, Rosa Mari y Alberto Herrero, hermanos de la localidad castellonense de Pina de Montalgrao, decidieran iniciar un proyecto cuyo eje era y es la educación medioambiental en un contexto en el que la despoblación en las zonas rurales ya comenzaba a enquistarse y la ganadería y la agricultura estaban infravaloradas. A ellos se unió María Jesús Vilches. Necesitaban un lugar físico para poder ponerlo en marcha y encontraron una masía abandonada en el término municipal de Caudiel. Y aunque parecía que iban contracorriente, lograron recuperar la vivienda y empezaron a desarrollar su proyecto.
Así nació la marca Mas de Noguera, una cooperativa pionera en la Comunitat Valenciana como centro educativo agroambiental, que tenía como objetivo socializar esos conocimientos sobre medio ambiente, agricultura ecológica, desarrollo rural sostenible y energías renovables e impulsar una renovación pedagógica en la que se incluyesen esos conceptos y su desarrollo en el currículum escolar. Los inicios fueron difíciles, y costó mucho sacar adelante el proyecto, pero con esfuerzo, mucho trabajo y alguna subvención por parte de las diferentes administraciones, se logró consolidar una iniciativa que tiene como valor el reconocimiento de las personas..
La aventura se inició con cuatro personas, profesionales del sector de la educación y de artes y oficios, y en la actualidad trabajan en el proyecto unas 20 de una manera, más o menos fija, aunque el equipo estable son 12 trabajadores, la mayoría de la zona. Durante toda la trayectoria del Mas de Noguera han sido muchas las personas que han formado parte del equipo, algunas procedentes de Castellón o Valencia, que se quedaron enamoradas de la comarca y se han quedado a vivir en ella.
También por las instalaciones de Mas de Noguera han pasado durante estos años miles de niños, niñas y familias enteras, que aprovechan las estancias de educación ambiental, los talleres o las excursiones por la naturaleza, con un objetivo que hoy sigue vigente, y es el de complementar la formación que se les da en las escuelas. Las visitas de los escolares suelen ser más asiduas entre los meses de febrero y junio, y normalmente son de la zona de Castellón y Valencia, aunque escuelas de otras zonas como Alicante y Cataluña también han visitado las instalaciones. A nivel internacional, hay que destacar que un grupo de estudiantes universitarios austriacos también aprovechó las opciones formativas en las instalaciones ubicadas en Caudiel para instruirse.
La utopía ha dado paso a la realidad y el proyecto ahora ya está consolidado. Además, las instalaciones de la cooperativa y sus inquilinos han logrado un modelo de autogestión en lo que se refiere a cuestiones energéticas y de agua. En el centro se dispone de placas fotovoltaicas para tener luz, placas térmicas para el calentador de agua, y también un molino de viento que ofrece todo lo que necesita. Además de agua que proviene de un manantial, la cual se trata adecuadamente para que sea potable. Ellos los hace no depender de compañía eléctrica alguna para abastecerse, y además tener una depuradora construida por ellos mismos con todos los controles sanitarios en regla.
Dentro de ese esquema, el impulso de los proyectos que suponen un desarrollo sostenible es connatural a Mas de Noguera. Y todos ellos tienen como objetivo el desarrollo y defensa de las zonas rurales y la lucha por la despoblación. Desde su punto de vista, poco se está haciendo para que las zonas rurales tengan sus necesidades y servicios cubiertos y sean polo de atracción para la gente, pues se está lleganodo el punto de abandonar los campos y la agricultura, eje de su susbsistencia.
Otro aspecto a tener muy en cuenta para los responsables del proyecto es la alimentación, enfocado a un concepto de consumo responsable que permita respirar al medio ambiente, y concienciar a la sociedad de que es necesario que cada uno aporte para revertir el cambio climático. Por ello, la mayoría de las materias primas y de los productos que se utilizan se generan en las tierras de la masía. Así, hay huertos de donde se recogen las verduras, algunos frutales, animales como vacas o gallinas que aportan leche y huevos a la comunidad, un horno de leña y también se practica la apicultura y se realizan catas de miel.
Los procesos de producción sostenible de alimentos y la colaboración de tareas relacionadas con el entorno rural son actividades que realizan los escolares y las familias que visitan Mas de Noguera. Para concienciar sobre el consumo responsable y la alimentación sostenible, desde la cooperativa han creado el proyecto Crea.e, dirigido a la comunidad educativa que pretende desarrollar objetivos, metodologías y actividades como medio para la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.
Entre otras de las iniciativas desarrolladas es el agroturismo, la otra pata de Más de Noguera, enfocada a un concepto inicial de turismo rural como experiencia, que se empieza a perder, y en la que el visitante comparte su día a día con ellos y establece vínculos con los animales de la granja, en lugar de ir solo a descansar.
Ahora, 40 años después de la puesta en marcha de Mas de Noguera, se percibe esa historia de ilusiones cumplidas que parece que tendrán su continuidad porque varios de los actuales trabajadores han decidido hacerse cargo del proyecto cuando los impulsores se jubilen.
Fuente: Jose Luis Sales - Castellón Plaza
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