El ayuntamiento prepara para este año conciertos y encuentros, además de dar más relieve a la procesión de Els Turquets en las fiestas. El desarrollo de Algar durante sus primeros años estuvo marcado por la donación del lugar a la Orden de la Merced, que en 1471 tomó pleno dominio jurisdiccional del hoy municipio de La Baronia
La Orden Real y Militar de 
Nuestra Señora de la Merced de Redención de Cautivos, conocida como 
Orden de la Merced, fue fundada en 1218 en Barcelona por San Pedro Nolasco, mercader de telas, que contó muy pronto con la ayuda del rey Jaime I el Conquistador y del obispo de Barcelona, Berenguer II de Palou.
 Su objeto era redimir los cristianos cautivos de los musulmanes, 
alcanzando la cifra de 60.000 redimidos hasta el año 1779. Hoy, esta 
orden religiosa se dedica a la atención y asistencia a otro tipo de 
«cautivos», como presos, drogodependientes, marginados, etc.
 Los
 mercedarios formaron parte de la vanguardia de las tropas catalanas y 
aragonesas en la conquista a los musulmanes de Mallorca (1229) y 
Valencia (1238-1239).
 El rey Jaime I donó el lugar de Algar al caballero Ramón Morelló,
 que le ayudó en la conquista de las tierras valencianas. Ramón Morelló 
otorgó testamento el 2 de noviembre de 1251, poniendo Algar bajo el 
dominio administrativo y económico de la Orden de la Merced, cuyo Padre 
General adquirió el pleno dominio jurisdiccional en 1471, ostentando 
desde entonces el título de Barón de Algar y Escales, título que 
conservó hasta la desamortización de los bienes eclesiásticos acordada 
por el gobierno español en los años 1837 y siguientes.
 Es
 obvio que, durante los seiscientos años de presencia de los mercedarios
 en Algar, como señores del lugar, se hiciera notar su huella y su 
influencia en los campos económico-social, cultural y religioso.
Teniendo
 en cuenta el contexto histórico en que tuvo lugar la presencia y 
dominio de los mercedarios en Algar, es lógico que se diera algún que 
otro conflicto entre los pobladores del pueblo y la Orden de la Merced. 
Si bien en la época de exclusiva población morisca, hasta el año de su 
expulsión en 1609, no se concoce la existencia de conflictos importantes 
sino que, por el contrario, existe constancia de la protección que los 
mercedarios dispensaron a los sarracenos de Algar, por ejemplo en la 
defensa de sus derechos al aprovechamiento de las aguas de la Acequia 
Mayor de Murviedro y de sus ganados frente a la avaricia de algunos 
segorbinos, así como de la construcción de obras importantes como las 
balsas para el riego de su huerta (Bassa de Rel y Bassa dels Horts) y el
 molino harinero.
 No obstante, en honor a
 la verdad, merece destacarse otros aspectos positivos de la presencia 
mercedaria en Algar, ya en tiempos de población cristiana. Quizá uno de 
los más destacados fue el repartiment de tierras y casas a los 
nuevos pobladores a partir del año 1610, el cual, dentro del régimen de 
vasallaje, por supuesto, se hizo de una forma bastante proporcionada y 
equilibrada, lo cual motivó que la repoblación fuera un poco más 
numerosa que en otros pueblos de la comarca, evitándose también la 
existencia de un proletariado agrario, algo que empezó a darse tras la 
desamortización de los bienes eclesiásticos por la forma y las 
condiciones en que tuvo lugar la subasta de los bienes eclesiásticos. 
A
 ello habría que añadir la protección que los reyes de la Corona de 
Aragón siempre dispensaron a los vasallos de Algar, gracias a la 
mediación del Padre General de la Merced, sobre todo en la exención de 
algunos tributos, así como la realización de importantes obras como la 
Bassa Gran para el mejor aprovechamiento de las aguas de Árguines, la 
cisterna, la Casa del Baró, el derrumbe de las murallas y la 
construcción en el siglo XVIII de la iglesia parroquial, de estilo 
barroco y rococó, dedicada a la Virgen de la Merced.
Indudablemente,
 la influencia en el orden religioso de la Orden de la Merced en Algar 
ha sido importantísima. Los religiosos mercedarios, sobre todo tras la 
repoblación cristiana del pueblo, inculcaron la devoción a la Virgen de 
la Merced y a los santos de la orden. Desde el primer momento, la Virgen
 de la Merced fue considerada patrona de Algar y un poco después San 
Pedro Nolasco y San Ramón Nonato, por acuerdo de los vecinos, fueron 
proclamados también copatronos del pueblo. Las fiestas patronales se 
celebran la última semana de septiembre. 
Por
 todo ello, el ayuntamiento y los vecinos de Algar han querido sumarse a
 la celebración del 800 aniversario de la Merced. Si ya en el año 2017, 
se celebraron en este pueblo las I Jornades Internacionals d'Història, 
sobre las relaciones de Algar con la Orden de la Merced, a lo largo del 
presente año tendrán lugar una serie de actos con tal motivo, tales como
 conciertos extraordinarios de música (Cor de la Generalitat Valenciana,
 Banda Municipal de Valencia y la Carpe Diem Chamber Orchestra 
St.Petersburg), la Trobada Extraordinaria de Cronistas del Camp de 
Morvedre y Almenara, la participación de Algar en el Simposio histórico:
 800 años de Huella Mercedaria, en la Universidad de Barcelona, etc., 
sin olvidar la celebración de las propias fiestas patronales en 
septiembre que este año tendrán una mayor brillantez, y en las que 
merece destacarse la processó dels turquets, respecto de la cual el ayuntamiento está llevando a cabo los trámites para que sea reconocida como Bien de Interés Local.
Fuente: Levante EMV
 

 
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