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viernes, 7 de mayo de 2021

VIVER INSTALA UNA BIBLIONEVERA EN EL MANANTIAL DE SAN MIGUEL

La iniciativa ha llegado desde el Grupo de Catalogación del Patrimonio de Viver, que desde hace unos meses lleva tratando de instalar varios de estos puntos por el Alto Palancia. De momento, en Viver ya lo han conseguido gracias a la colaboración del propio Ayuntamiento.

 
Si hace unos días saltaba la noticia de la creación de un nuevo punto de Ecobiblioteca en Gaibiel, creado por la Asociación Cultural de Gaibiel 'Bosquecillo', con motivo de la celebración del Día del libro, ahora comienza a cristalizar la labor que desde el Grupo de Catalogación del Patrimonio de Viver se lleva gestando desde hace varios meses a nivel comarcal en colaboración con otros amantes de la lectura y la cultura del Alto Palancia.

Y como no podía ser de otra manera, ha sido en la localidad donde desarrolla principalmente su actividad y le da nombre, con la colaboración y participación del consistorio local, donde se ha dado forma a un original y acogedor rincón de lectura al aire libre en un paraje tan bucólico como lo es el Manantial de San Miguel de Viver.

Esta pequeña biblioteca abierta cuenta con varios libros depositados en un antiguo expositor frigorífico en deshuso para protegerlos de las inclemencias meteorológicas y su deterioro. Esta especie de estantería contiene libros de temas diversos y para todas las edades, y el acceso por parte de los usuarios será, con carácter general y libre, lo que permitirá al lector disfrutar de la lectura de forma tranquila y rodeado por la naturaleza. 

Esta nevera contiene alimento para el espíritu, pues sus baldas están nutridas con libros de todo orden dispuestas a ser retirados por los usuarios interesados.Y es que la finalidad de este espacio es fomentar la cultura y el intercambio, ya que libremente se puedan coger, dejar o intercambiar libros de todo tipo.

El rincón de lectura del paraje San Miguel fue inaugurado por la alcaldesa de Viver, Mª Nieves Simón y el concejal de Cultura, Vicente Ferrer, entre otros, que confían en que el mueble sea respetado y usado su contenido, y al mismo tiempo reciba las aportaciones de personas que deseen aportar otros ejemplares.

En cuanto a el uso como neveras como contenedor de libros y expositor cultural, la iniciativa llegó a España desde Latinoamérica a mediados de diciembre de 2012 como una propuesta puntual de la Biblioteca de Yamaguchi de Pamplona, que decidió que como el ‘Frigocambio de libros’ tenía demanda suficiente, decidió mantenerlo de forma permanente. Y ante la excelente acogida que tuvo entre el público, pronto se extendió a otras regiones, como Zamora, Guipúzcoa o Cantabria. El sistema de préstamo y uso funciona a modo de bookcrossing, pues cualquier usuario puede revisar lo que hay en sus estantes y cajones, y coger el libro que le apetezca. A cambio sólo debe dejar uno suyo que ya no quiera conservar o que desee compartir con otros lectores.

En Zamora, por ejemplo, cuatro bibliotecas que se sumaron a este proyecto en 2017 ofrecían estos libros libres debidamente etiquetados y registrados en la web www.bookcrossing-spain.com, a través de la cual los lectores pueden saber donde pueden encontrar determinado ejemplar, marcarlo como encontrado y señalar el lugar donde lo vuelvan a liberar una vez leído, además de disfrutar de las impresiones que en el diario virtual de viaje escribe cada nuevo lector.

Recientemente, en la comarca alicantina de La Vega Baja, el Ayuntamiento de Rojales ha instalado una veintena de armarios de lectura, más similares a los que se pueden instalar por los municipos de Francia, Suiza o Alemenia, y que llevan décadas como puntos de intercambio de libros entre los vecinos.

Hay regiones donde los artistas locales colaboran con el proyecto, y tunean estos armarios o electrodomésticos rehutilizados hasta convertirlos en verdaderas obras de arte, mediante pinturas y diseños muy atractivos. De esa manera los amantes de la lectura, del arte, de la naturaleza, tienen alicientes para ir visitándolos.

De momento, a la espera de que otros ayuntamientos y colectivos se sumen a la iniciativa, la comarca del Alto Palancia ya cuenta con tres de estas zonas, como son el refugio de Santa Bárbara en Gaibiel, el refugio de la Cueva Santa en Pavías, y ahora el Manantial de San Miguel en Viver.

Lugares para colocar este tipo de bibliotecas abiertas abiertas en la comarca hay muchos: Desde El Berro o Las Fontanicas en Altura; La Esperanza o Sopeña en Segorbe; la Fuente del Cristo de Geldo; Las Fuentes de Soneja; alguno de los bunkers de la ruta por la línea Muela Aceitenebro de Jérica; la ermita de Santa Bárbara de Pina, etc, etc, etc... Solo falta que las autoridades concedan los permisos, pues personas y asociaciones dispuestas a contribuir con la causa las hay, y muchas.

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