La valenciana Beatriz Alós busca con la serie La fábrica contar una parte importante de nuestra historia y que además tiene una implicación universal, pues la desindustrialización sigue siendo una realidad
en España.
La guionista valenciana Beatriz García Alós (Valencia, 1976) está buscando financiación y a quién vender los derechos de la que puede ser una larga y prolífica producción audiovisual. Un proyecto que puede recaer en compradores como las televisiones generalistas o las plataformas online, donde esperemos que más pronto que tarde cuaje y salga adelante su idea.
Y es que Beatriz Alós ha sido una de las tres seleccionadas por la Fundación SGAE para llevar su idea a Conecta Fiction 2019, un evento celebrado recientemente en Pamplona que intenta ser referencia tanto a nivel nacional como iberoamericano, al poner en contacto productoras de Latinoamérica para facilitar también las coproducciones, y que normalmente suele terminar con, al menos, un proyecto de serie que se hará realidad.
De las tres selecciones que la Fundación SGAE llevó a ese gran pitching, el de Beatriz tiene la peculiaridad de ser un proyecto muy arraigado a nuestro territorio, tanto por su autora como por su sinopsis.
La fábrica se proyecta como una miniserie de dos capítulos en el que la Historia del Puerto de Sagunto servirá para contar tres historias: una, el conflicto laboral que supuso la desindustrialización del pueblo a partir del cierre de los Altos Hornos; dos, el romance amoroso entre personas de diferentes clases trabajadoras; y la tercera como fondo, la del equipo de fútbol CD Acero y el campo del Fornás como el lugar de evasión ante el contexto adverso.
La historia del Puerto de Sagunto es interesante porque es paradigmática: si del núcleo poblacional de Sagunto se conoce que fue construido anterior a la época de las segundas guerras púnicas (es decir, que su fundación tiene fecha antes de Cristo), la del Puerto de Sagunto cuenta con una historia mucho más reciente que contar: dos empresarios vascos construyeron un ferrocarril que unía su empresa, la mina que explotaban en un pueblo de la provincia de Teruel y la salida al mar de Sagunto. Alrededor del puerto marítimo empezaron a surgir empresas siderúrgicas y se alzaron barrios para los miles de trabajadores de aquella industria. Sin embargo, las últimas décadas del siglo traerán consigo la crisis del petróleo, malas decisiones empresariales, el cambio de modelo productivo y la desinversión pública que llevó a cabo el gobierno de Felipe González sumió al pueblo en uno de los conflictos laborales más complejos de la historia de España.
Por su parte, el Club Deportivo Acero
nació en 1919, con lo que este año conmemora su centenario, y su estadio, el Fornás, se inauguró en 1929. Su
equipación, en rojo y blanco y pantalón negro, recordaba a la del
Athletic Club de Bilbao a aquellos trabajadores que se trasladaron desde
el País Vasco. Y aunque siempre ha sido un equipo de 3º división, o de
Regional Preferente, sus partidos ayudaron a calmar los ánimos ante el
drama laboral que se estuvo sucediendo en los 70 y lo 80.
De esta manera, la guionista pretende contar en este drama social que lleva por título La fábrica algo que no se conoce apenas pero que es una parte importante de nuestra historia y que además tiene una implicación universal: el Puerto de Sagunto es ejemplo de otros muchos lugares donde han pasado cosas similares, como recientemente se ha visto con Alcoa en Avilés y A Coruña, Vestas en León o la permanente incertidumbre
de Ford en Picassent. La desindustrialización sigue siendo una realidad
en España y en la Comunitat Valenciana. Un cierre o un ERE puede
suponer miles y miles de despidos, y por tanto, miles y miles de dramas
humanos. A eso hay que añadir la uberización de la economía, que deja un país económicamente irreconocible, que rápidamente se ha sabido adaptar a la ola de políticas neoliberales que se han apoyado sin resistencia en las nuevas formas de consumir.
La fábrica intentará también reivindicar la nostalgia por la conciencia de clase, el valor de la faena y una comunidad alzada desde y para el trabajo. Por eso aún tiene sentido explicar al Puerto de Sagunto.
Ante la parálisis de À Punt, toca ir buscando más allá de la Comunita debido a las externalizaciones de las productoras, y
Conecta Fiction es la oportunidad de hacer volar la producción más allá de nuestras fronteras. Y aunque el proyecto ya ha sido valorado por las televisiones privadas, por RTVE, las grandes plataformas y productoras y operadoras latinoamericanas que quieren establecer vínculos con España, que ya tienen su ganador, este no es final de la vida de La fábrica, sino el principio. Con los contactos hechos, el pitching es solo la salida más rápida; ahora queda buscar otros de los muchos y sinuosos caminos que llevan una serie a la pantalla del espectador.
Desde luego, experiencia no le falta, pues Beatriz García Alós ha
trabajado como guionista de series de televisión tan populares como
"Negocis de família", "Bon dia, bonica", "L'Alqueria Blanca"... En los
últimos años ha sido guionista del programa infantil "Contanúvols", de
la comedia "Açò és un destarifo" y de la serie de animación "El diari de
Bita i Cora", además de desarrollar diferentes proyectos, como la serie
semanal "La jueza" o la miniserie "La fábrica".
Desde aquí, le deseamos toda la suerte del mundo, para que en breve veamos rodando en nuestras calles esa futura miniserie y poco después disfrutarla en nuestras casas.
Fuente: Alvaro G. Devis - valenciaplaza.com
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