"El Desentierro" es un film producido por el gaibielano Ximo Pérez, y que llega a la televisión autonómica el día grande de los valencianos tras obtener varios premios del sector.
Se trata de la ópera prima noir del director valenciano, –ganador en noviembre del pasado año del premio Noviembre Negro a la Mejor Dirección Novel- que cuenta con un amplio reparto en el que figuran Leonardo Sbaraglia, Miguel Noher, Jan Cornet, Ana Torrent, Jelena Jovanova y Nesrin Cavadzade. Es también un nuevo éxito de Ximo Pérez ya que el film, una coproducción hispanoargentina, fue estrenado en el Sevilla European Film Festival SEFF y seleccionado como ganador de 6 premios de la Academia Valenciana, entre ellos el de mejor película.
La película retrata desde el 'thriller' un caso de corrupción política, con el paisaje de los arrozales
valencianos y de La Albufera convertidos en unos personajes más de la
película. Esto ha supuesto
una complicación ya que la cinta está rodada en dos épocas diferentes,
y navega entre las aguas del
pasado y del futuro, a través de flashbacks, para reflejar la búsqueda de la identidad a través de la figura paterna
y la restitución de la memoria. Por ello, se daba la circunstancia que en septiembre con los arrozales en color ocre, dispuestos para la
siega, se rodaba la línea temporal del presente; y otra parte
rodada en noviembre, con los campos anegados de agua, para situar y
diferencias la época anterior, el pasado.
En 'El Desentierro', la repentina aparición de una mujer provoca que Jordi (Michel Noher), recién llegado de Argentina para asistir al entierro de un importante conseller, decida investigar el pasado de su padre Pau (Leonardo Sbaraglia), desaparecido hace 20 años y al que todo el mundo daba por muerto. Para ello, cuenta con la ayuda de su primo Diego (Jan Cornet).
La voluntad de Jordi por llegar al final del hilo de una trama que mezcla asesinos, corruptos y proxenetas se alimenta de la necesidad de conocer la auténtica historia de su padre, para lo que deberá rebuscar en las cenizas del pasado.
Por otro lado, para Ruipérez abordar la corrupción con Valencia como escenario responde a una responsabilidad moral de todos los que se dedican a contar historias, aunque sea sin entrar en un caso y nombres concretos, pero sí en el coronario de ese guiñol, de algo que en la realidad ya es bastante surrealista.
De hecho, sacar adelante 'El Desentierro' no ha sido nada fácil, y se ha rodado la versión número 35 de un guion que ha requerido un proceso de documentación largo, entre cuyas fuentes ha citado el trabajo del periodista Sergi Castillo Prats.
Desde aquí, le deseamos que tenga el mismo éxito de audiencia que el
reciente estreno en abierto en este mismo canal autonómico, así como
también en TV3 e IB3, de "La mort de Guillem", film dirigido por Carles Marques-Marcet, que narra el asesinato del jóven Guillem Agulló
en la localidad de Montanejos en el año 1993 por un grupo neonazi, y
que le ha valido a la televisión pública valenciana uno de sus mejores
datos de audiencia, con un 11,3% de audiencia (700.000
espectadores), convirtiéndose en el estreno más visto en los dos años de
la cadena
pública valenciana, además de lograr el récord histórico en la
franja de prime time, y contabilizar a otras 7.000 personas que desde 54
países
diferentes siguieron por streaming el estreno.
Sinopsis de la película:
Días atrás, Jordi había regresado de Buenos Aires al pueblo valenciano donde nació para asistir al funeral de su tío Félix, alcalde de dicho municipio y padre de su primo hermano Diego, el cual vive desde hace años aislado del mundo en una casa compartida de los Pirineos. Y Dora, madre de Diego, resta mientras tanto convaleciente en el hospital de la comarca víctima del mismo supuesto accidente de coche, versión de la tragedia que los medios de comunicación ya han empezado a desacreditar al sospechar que pudo deberse a la aparición de una sospechosa cinta grabada 20 años atrás y que contenía información delatora.
Una vez allí, Jordi recibe una noticia que le afecta en lo más íntimo: Vera, una joven de ojos verdes que supuestamente había sido asesinada junto al padre en esa misma época, sigue con vida. A partir de este lacerante escenario, el reencuentro con Vera alimenta el mal recuerdo que tiene Jordi de su padre por el daño que este les hizo a él y a su madre al intentar fugarse con una prostituta albanesa que se hacía llamar Ana, –en realidad Tirana,– madre de la joven Vera, cuya imagen se le aparece una y otra vez a Jordi martilleando de nuevo su conciencia. Tanto es así, que decide visitar antes de regresar a Argentina lo que queda de la vieja discoteca "La Ruta", local de moda en los años 90 en pleno declive de la Ruta del Bakalao, al tiempo que se producía la llegada masiva de mujeres procedentes de países del Este y controladas por mafias organizadas.
Imparable ya, Jordi, víctima de su propia curiosidad, decide permanecer en el pueblo y averiguar si es cierto o no que Vera sigue con vida, al fin y al cabo nadie tiene pruebas fehacientes que demuestren el triple asesinato de Pau, Tirana y Vera; de manera que, si ella vive, ¿por qué no iba a estar vivo también su padre? La búsqueda de Pau se remonta a lo ocurrido hace 20 años e implica a viejos amigos y también a familiares muy cercanos. Y la situación se complica cuando empiezan a sucederse agresiones y asesinatos que parecen querer impedir que Jordi culmine su investigación.
Un submundo de trata de blancas, tráfico de influencias y abusos a menores discurre en paralelo a la aparente rutina cotidiana del lugar. Jordi puede que consiga su objetivo, pero tendrá que correr riesgos muy parecidos a los que atravesó su padre en 1996, ajustando cuentas con tipos de su entorno y poniendo no solo su vida en peligro, sino también la de personas a las que ama.
Fuentes: EPDA / Europa Press / Las Provincias
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