El conocido artista de Navajas, Manolo Rodriguez, es mucho más que un
escultor. Es parte de la historia del Alto
Palancia, y también de nuestro país. Una historia que él
mismo relata en el libro autobiográfico que tiene previsto presentar en Segorbe próximamente.
Manolo
Rodriguez nació en el año 1937 en plena Guerra Civil Española, de cuyos
bombardeos él se refugiaba cuando era niño en el chalet que la familia
valenciana Ayora poseía en Navajas, en el que trabajaba su madre como
cocinera y su padre como jardinero.
En
dicho chalet se
celebró el último Consejo de Ministros de la República, y el escultor
comenzó a moldear sus primeras figuras con el barro del jardín en el que
trabajaba su padre. Animado
por la burguesa propietaria de la casa, que siempre tuvo inclinaciones
artísticas, el pequeño Manolo pasó su infancia entre juegos y mimos.
Las creaciones de Manolo Rodríguez,
aunque son más abundantes en otros puntos que en su propia tierra. Sus esculturas pueden verse en espacios públicos de localidades como Navajas, Segorbe, Mora de Rubielos, Vall d’Uixó, Chiva, Teruel o Valencia.
Entre las ubicadas en la capital del Turia se pueden destacar obras como la estatua de Vinatea en la Plaza del Ayuntamiento, la del banderillero fallecido Manolo Montoliu en la fachada de la Plaza de Toros, la de Rafael Conde «El Titi», junto al Hotel Hesperia Parque Central, el monumento a Maximiliano Thous, y en breve será descubierto el busto del humorista Don Pío, que le ha sido recientemente encargado.Otra obra dedicada a otro ilustre personaje del toreo es la recientemente inaugurada en Chiva, en la que se exhibe el monumento al torero Enrique Ponce, maestro natural de esta población.
Entre las ubicadas en la capital del Turia se pueden destacar obras como la estatua de Vinatea en la Plaza del Ayuntamiento, la del banderillero fallecido Manolo Montoliu en la fachada de la Plaza de Toros, la de Rafael Conde «El Titi», junto al Hotel Hesperia Parque Central, el monumento a Maximiliano Thous, y en breve será descubierto el busto del humorista Don Pío, que le ha sido recientemente encargado.Otra obra dedicada a otro ilustre personaje del toreo es la recientemente inaugurada en Chiva, en la que se exhibe el monumento al torero Enrique Ponce, maestro natural de esta población.
Como ya se ha nombrado, los pueblos del Palancia también gozan entre sus
calles con varias de sus entrañables obras, algunas de ellas
convertidas en imágenes representativas de sus fiestas y leyendas. Segorbe es la ciudad en la que pueden verse más obras repartidas por sus calles. Entre ellas se hallan las esculturas que muestran la famosa Entrada de toros y caballos, al Obispo Luís Amigó frente a la Catedral, a la Reina María de Luna, en la plaza de las Monjas, el Labrador en la rotonda más próxima a Navajas, o una Ninfa en la rotonda frente a la Oficina de Bancaja de la Avenida España, encargada por esta entidad.
También su localidad natal cuenta con una obra suya, la de La Leyenda del Salto de la Novia, en la avenida dedicada a este escultor y que se dirige a este bucólico rincón de Navajas, que tan majestuosamente ha sido plasmada en la rotonda en la que se ubica.Pero no solo en la escultura destaca Manolo Rodríguez.
A él también se deben conocidos relieves como los dedicados a Max Aub, que luce orgullosa la Fundación que tiene dedicada en Segorbe, o el trofeo que anualmente ofrece la Peña Cultural Taurina de Segorbe al mejor ganadero de la semana de toros local.
Pero Manolo Rodríguez también ha dejado su huella artística fuera de España con obras como el monumento a Miguel Hernández en Buenos Aires (Argentina), el monolito en homenaje a Luis Monzonís en Dublín (Irlanda) o el Monumento al combatiente irakí en Bagdad (Irak), que supuso uno de los logros más importantes de su carrera, el Primer Premio del Concurso Internacional de Escultura convocado por el Gobierno de la República de Irak (1982) para la realización de un monumento a los soldados iraquíes, proyecto que fue premiado por delante de otros trescientos presentados por escultores de todo el mundo.
En definitiva, que aunque para poder conocer más profundamente su trabajo abrá que realizar muchos kilómetros para observarla de cerca, en el municipio de Navajas existe un museo dedicado exclusivamente a mostrar su obra, el Museo Manolo Rodríguez, que se ubica en la céntrica plaza del Olmo, en el antiguo edificio en el que hasta hace una década estaba emplazado el Ayuntamiento de Navajas.
Pero para conocer con detalle las anécdotas que rodearon su niñez, las travesuras e incertidumbres de su adolescencia y el desarrollo y trabajos de su edad adulta, se deberá recurrir a este libro, donde son descritos por Manolo Rodriguez en esta autobiografía publicada por la prestigiosa Editorial Milenio, y escrito por el afamado escultor después de ser animado a ello por su amigo el reconocido escritor francés , Jean Chalon.
Fuentes: InfoPalancia.com / Propia
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