Al muro de la cocina que ya derribó en 2009, se suma ahora la cornisa de la Hospedería, que sufre además problemas de humedad.
En los últimos días de viento, la Cartuja de Valldecrist ha vuelto a ver cómo parte de sus ruinas se han desprendido, tocándole en esta ocasió a parte del alero de la hospedería. Parece que los problemas provienen de la entrada de humedades por el mal estado de la cubierta que provoca el desprendimiento
del material de agarre de las piezas cerámicas del alero, que en ese frágil
estado el viento ya da el último empujón y provoca la caída de parte
del alero.
En la zona afectada ya se venía observando una mancha de humedad, que ha ido creciendo de muy poco tiempo a esta parte, y que con los fuertes vientos de este fin de semana, ha terminado por suceder lo peor.
En la zona afectada ya se venía observando una mancha de humedad, que ha ido creciendo de muy poco tiempo a esta parte, y que con los fuertes vientos de este fin de semana, ha terminado por suceder lo peor.
Desde la Asociación Cultural Cartuja de Valldecrist ya se ha solicitado que el Ayuntamiento de Altura o la Diputación de Castellón (propietaria del inmueble) actúen de
urgencia en esta zona para evitar que caiga la chimenea y un nuevo trozo
de alero también afectado por las humedades.
Si estas actuaciones no pueden realizarse, al menos la Asociación solicita que se haga
una actuación inmediata que impermeabilice las zonas de la
cubierta/alero afectadas por infiltraciones de agua y se consolide el
material existente del alero. De esta manera se evitará una desgracia mayor, y no se tendrá que lamentar cuando ya sea demasiado tarde.
Este edificio fue adquirido en diciembre de 2009 por la Diputación de Castellón, junto a los terrenos que quedan dentro del muro que cierra el recinto monacal, por cerca de 600.000 €. Por aquel entonces, los vicepresidentes
de la Diputación de Castellón Miguel Ángel Mulet
y Vicent Aparici comunicaron los planes de futuro
para la Hospedería de la Cartuja de Valldecrist, en la que aseguraban que acogería un taller de empleo que procediese a su rehabilitación, con módulos de
albañilería, carpintería, forja y pintura. Desgraciadamente, aquel vaticinio quedó en el olvido con la llegada de la crisis, y aunque el ente provincial sí está realizando importantes obras en la capilla de San Martín, la vecina hospedería parece que tendrá que esperar a que otra desgracia como esta merezca mayor atención.
El viento reincide en destruir los viejos muros cartujanos.
Cabe recordar que ya en marzo de 2009, las fuertes rachas de viento ya derribaron un muro de las dependencias de la cocina, llevándose también consigo dos escalones de la escalera helicoidal que ascendían a la celda del hermano cocinero.
En aquella ocasión, la Consellería de Cultura tardó casi nueve meses en desescombrar la zona afectada, limpiar el recinto, y reconstruir y
consolidar el muro derribado, que quedó a un nivel más bajo, invirtiendo en todo ello cerca de 30.000
€, según comunicó la directora general de Patrimonio Paz Olmos en su
última visita al recinto.
Fuente: Facebook Asociación Cultural Cartuja de Valldecrist
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