El Institut Valencià de Conservació continúa con la restauración de la cruz cubierta de Jérica, catalogada como Bien de Interés Cultural, su construcción data de 1511
Los técnicos de la Dirección General de Cultura y Patrimonio y el
Institut Valencià de Conservació i Restauració (IVCR) están trabajando
en la restauración de la cruz cubierta de Jérica.
Foto: Levante EMV |
Las obras de rehabilitación de esta cruz, catalogada como de interés
cultural, se iniciaron el pasado mes de diciembre. Su construcción data
de 1511, cuando Lope Arecho decidió costear una Cruz de Peirón. Al
principio, sólo existía esta, pero, en 1550, se construyó un templete
arquitectónico formado por cuatro pilares estribados, fabricados en
sillares, y arcos ojivales, que sustentan un tejado a cuatro vertientes.
En el interior, una bóveda nervada decorada con pinturas murales de
motivos geométricos, que seguramente responden a la reforma que sufrió
la cruz en el siglo XVIII.
Tras la intervención arquitectónica, en la que se han solucionado todos
los problemas estructurales que presentaba el monumento, se ha
procedido a la intervención de las pinturas decorativas, que están
realizadas al temple. Estas se encontraban muy deterioradas por el paso
del tiempo y los efectos de encontrarse expuestas a la intemperie,
especialmente a la acción del viento, la condensación, los cambios de
temperatura y humedad del día a la noche, y los cambios estacionales.
Además de estos agentes de deterioro, existen otros que tienen que ver
con la estructura del monumento, como el desplazamiento que han sufrido
los pilares y el deterioro en la cubierta. Éstos han provocado grietas
de gran entidad, que han causado, a su vez, pérdidas de la capa
pictórica y preparación. Los daños de la cubierta han causado
filtraciones de agua que han dado lugar a cristalización de sales con la
consiguiente alteración de las pinturas.
La primera actuación ha sido la consolidación de todas las grietas,
zonas abolsadas y con peligro de desprendimiento, mediante inyección de
mortero libre de sales, en unos casos, y mortero de cal y arena, en
otros. Una vez finalizada la fase de consolidación, se ha realizado la
limpieza de la capa pictórica mediante métodos mecánicos y químicos.
Actualmente se está trabajando en el estucado y reintegración cromática
de las zonas que han sufrido pérdidas de capa pictórica o de
preparación, para facilitar la lectura del conjunto, si bien, por el
alto grado de degradación de estas, se ha optado por un criterio
arqueológico, que no altere, ni falsee los restos de pintura
conservados.
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