El lienzo había permanecido oculto durante 200 años en el Convento de Santa Ana de Sagunto.
Técnicos de la Unidad de Conservación de CulturArts han
atribuido al pintor Vicente López (Valencia, 1772-Madrid, 1850) un
cuadro de la Virgen de los Desamparados que había permanecido oculto durante 200 años en la Iglesia del Monasterio de Santa Ana de Sagunto (Valencia), que ahora, tras una exhaustiva restauración, se puede contemplar temporalmente durante unos meses, en el Museo de la Basílica de Valencia.
Esta obra -que se exhibe junto a una pintura anónima de Nuestra Señora de los Desamparados del XVII-XVIII procedente del Monasterio de la Encarnación de Ávila- es una auténtica "joya", llegó hace dos años al Institut Valencià de Restauració i Conservació de Béns Culturals (Ivacor) enviado por las servitas del monasterio saguntino, que desconocían el valor de la pieza.
A pesar de que el lienzo no está firmado, -los especialistas lo achacan a que López era "archiconocido" en la época como el pintor de la Corte-, el estilo y colorido de la paleta del pintor valenciano, primer pintor de la Cámara tanto de Fernando VII como de Isabel II, es inconfundible. Para proceder a su reconocimiento, los técnicos del Ivacor acudieron además a expertos del Museo del Prado, donde se encuentran varias obras del autor.
El proceso de restauración del lienzo se ha centrado en el soporte de la zona superior izquierda, donde presentaba un desgarro vertical de unos 50 centímetros, debido a que se trata de un bocaporte, que subía y bajaba del altar. Además, sobre el barniz que cubría el cuadro -que tras exponerse en el Museo de la Basílica volverá a su emplazamiento original- aparecía una gran acumulación de suciedad medioambiental, manchas de humedad, hollín, excrementos de insecto y abundantes gotas de cera acumuladas en la zona inferior, por los que ha sido sometido a una limpieza.
DESCRIPCIÓN
Este lienzo de gran formato muestra a la 'Geperudeta' tal como se la veneraba a principios del siglo XIX en su camarín. La imagen de la patrona de Valencia se encuentra en el interior de una capilla hornacina de estilo neoclásico, ordenada por pilastras que sujetan un curvado entablamento decorado con metopas y triglifos, que da paso a una bóveda de horno.
Desde lo alto, una luz cenital se proyecta gradualmente sobre la sagrada imagen e ilumina el espacio arquitectónico, que queda descubierto por unos cortinajes aterciopelados de color carmesí con amplios flecos, que son recogidos, en los ángulos superiores, por unos escorzados angelitos en vuelo.
La venerada imagen mariana está glorificada y se halla sobre un trono de nubes portado por angelitos. A su alrededor, un coro de ángeles mancebos músicos, que tañen una guitarra y laúd e interpretan partituras musicales, ensalzan la gloria de la Madre de Dios.
La consellera de Cultura, María José Català, ha subrayado que se ha realizado "un hallazgo extraordinario" y ha recordado, al igual que monseñor Osoro, que la presentación de la pieza se produce en una fecha "muy especial", puesto que este mes de mayo se conmemora la festividad de la patrona.
Técnicos de la Unidad de Conservación de CulturArts han
atribuido al pintor Vicente López (Valencia, 1772-Madrid, 1850) un
cuadro de la Virgen de los Desamparados que había permanecido oculto durante 200 años en la Iglesia del Monasterio de Santa Ana de Sagunto (Valencia), que ahora, tras una exhaustiva restauración, se puede contemplar temporalmente durante unos meses, en el Museo de la Basílica de Valencia.Esta obra -que se exhibe junto a una pintura anónima de Nuestra Señora de los Desamparados del XVII-XVIII procedente del Monasterio de la Encarnación de Ávila- es una auténtica "joya", llegó hace dos años al Institut Valencià de Restauració i Conservació de Béns Culturals (Ivacor) enviado por las servitas del monasterio saguntino, que desconocían el valor de la pieza.
A pesar de que el lienzo no está firmado, -los especialistas lo achacan a que López era "archiconocido" en la época como el pintor de la Corte-, el estilo y colorido de la paleta del pintor valenciano, primer pintor de la Cámara tanto de Fernando VII como de Isabel II, es inconfundible. Para proceder a su reconocimiento, los técnicos del Ivacor acudieron además a expertos del Museo del Prado, donde se encuentran varias obras del autor.
El proceso de restauración del lienzo se ha centrado en el soporte de la zona superior izquierda, donde presentaba un desgarro vertical de unos 50 centímetros, debido a que se trata de un bocaporte, que subía y bajaba del altar. Además, sobre el barniz que cubría el cuadro -que tras exponerse en el Museo de la Basílica volverá a su emplazamiento original- aparecía una gran acumulación de suciedad medioambiental, manchas de humedad, hollín, excrementos de insecto y abundantes gotas de cera acumuladas en la zona inferior, por los que ha sido sometido a una limpieza.
DESCRIPCIÓN
Este lienzo de gran formato muestra a la 'Geperudeta' tal como se la veneraba a principios del siglo XIX en su camarín. La imagen de la patrona de Valencia se encuentra en el interior de una capilla hornacina de estilo neoclásico, ordenada por pilastras que sujetan un curvado entablamento decorado con metopas y triglifos, que da paso a una bóveda de horno.
Desde lo alto, una luz cenital se proyecta gradualmente sobre la sagrada imagen e ilumina el espacio arquitectónico, que queda descubierto por unos cortinajes aterciopelados de color carmesí con amplios flecos, que son recogidos, en los ángulos superiores, por unos escorzados angelitos en vuelo.
La venerada imagen mariana está glorificada y se halla sobre un trono de nubes portado por angelitos. A su alrededor, un coro de ángeles mancebos músicos, que tañen una guitarra y laúd e interpretan partituras musicales, ensalzan la gloria de la Madre de Dios.
La consellera de Cultura, María José Català, ha subrayado que se ha realizado "un hallazgo extraordinario" y ha recordado, al igual que monseñor Osoro, que la presentación de la pieza se produce en una fecha "muy especial", puesto que este mes de mayo se conmemora la festividad de la patrona.
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