Las humedades de la
iglesia de Algimia afectan
al fresco de Sant Vicente y al patrimonio artístiico de la parroquia, además de poner en riesgo de cortocircuito por el mal estado de las instalaciones.
A este problema se suman las
deficiencias y la antigüedad de la
instalación eléctrica del templo,
que ha sido objeto de inspección
a manos de profesionales, quienes
han advertido del “riesgo de
un cortocircuito” si no se actúa
de inmediato. Pero el presupuesto
de un posible arreglo asciende
a 290.000 euros, una cantidad que
de momento la Cofradía ni la parroquia pueden afrontar,
por lo que se está estudiando la
posibilidad de solicitar ayuda a las
distintas administraciones.
Ante esta falta de medios económicos,
fue la cofradía la que se
hizo cargo del arreglo de dos altares,
el de Santa Bárbara y el de
Santa Úrsula, afectados por las humedades.
En cuanto al resto de daños, van desde los altares hasta las imágenes,
pasando por la decoración
de las paredes e incluso el fresco de San Vicente Ferrer
del siglo XVIII, cuya pintura ya se
ve estropeada, y que corre un serio peligro.
Aunque se está tratando de averiguar
cuál es el origen de las filtraciones
de agua, todavía no hay
nada claro, pese a que desde la
Cofradía se apunta que éstas salen
de abajo a arriba, además de
descartar goteras, puesto que el
tejado se arregló en otra ocasión.
Mientras tanto, se deben dejar
las hornacinas abiertas para
que corra el aire y se vaya secando
lo mojado. Cabe resaltar
el valor histórico de la iglesia,
puesto que es de las primeras que
se dedican a San Vicente Ferrer en
la Comunidad Valenciana.
Fuente: La Gaceta DNC
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