Las obras del gas destapan en Segorbe tres balsas y dos estancias medievales.
Los arqueólogos barajan que fuera una importante zona de producción alfarera
Foto: Chelo Torrejón |
El hallazgo se produce menos de un mes después de que los arqueólogos descubrieran en la Calle Peñalba parte de una antigua muralla del siglo XVI y varios hornos, también después de las obras para instalar los conductos del gas.
Tal y como explicaron los arqueólogos encargados de la obra, Héctor Fernández y Alicia Gimeno, los hallazgos, a falta de una determinación, corresponderían a tres balsas de decantación que posiblemente estén relacionadas con la producción de tintes, aunque a falta de un estudio más exhaustivo, tampoco se descarta su posible uso alfarero, bastante tradicional en la ciudad.
Y, es que, si bien es cierto que durante estas obras presumiblemente los hallazgos continúen haciendo acto de presencia conforme se vaya accediendo al casco antiguo, lo curioso de estos restos en particular reside en su ubicación. “Lo que sorprende es que estén justo delante de las puertas de la muralla. Es algo llamativo porque las puertas de las ciudades lo normal es que estén despejadas”, matizo Fernández quien comentó además que “aunque si es normal encontrar estructuras adosadas a la muralla, tanto por dentro o por fuera, de esta manera no resulta común”.
La primera de las balsas de producción encontrada –que fue sacada a la luz y ya ha sido cubierta tal y como establece el protocolo con los materiales geo textiles y areniscos marcados por la legislación– contaría con unas medidas de 1’13 metros por 1’35 en su parte interna y unos muros de unos 43 centímetros de ancho.
Las otras dos, que no han llegado a extraerse porque quedan a una cota muy baja de la zanja han aparecido frente al Portal de la Verónica y puede que sean un poco más grandes.
Asimismo, se han hallado dos posibles estancias que, por el tipo de pavimento que ha aparecido en una de ellas, parece que sean de época medieval.
Los expertos mostraban la posibilidad de que Segorbe contase con una importante zona de producción desde la Calle Peñalba hasta Verónica tras los últimos hallazgos de hornos y ahora de estas balsas de decantación.
Por su parte, los restos han obligado a replantear la conducción de los tubos de la obra, sorteando el paso por los restos algo que, como explican los arqueólogos, “siempre se tiene en cuenta si los restos son medianamente importantes y dependiendo de la cota en la que aparezcan al excavar”.
Antes de proceder a taparlos acorde a lo que establece en este tipo de casos la Consellería, con el gel pertinente y la arena “por si interesase su posterior excavación”, los encargados han documentado los restos.
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