Tradicionalmente, se ha denominado a esta zona La Vall de Segó,
situada al nordeste de la provincia de Valencia, constituida por cinco
municipios
La
subcomarca saguntina de Les Valls, a tan sólo treinta minutos de
Valencia por la autopista A-7, y con estación de ferrocarril de
cercanías de la línea Valencia-Castellón, sigue manteniendo unos
atractivos naturales, en donde puede visitarse una zona considerada
paradisíaca, por la extensión de sus huertos de naranjos, su posibilidad
de acercarse a dar unos paseos por la montaña, adherida a las últimas
estribaciones de la Sierra Espadán, o la cercanía al mar Mediterráneo,
con playas tranquilas.
Tradicionalmente, se ha denominado a esta zona La Vall de Segó, situada al nordeste de la provincia de Valencia, constituida por cinco municipios que, en total, rozan los nueve mil habitantes, y que es conocida, además, por el manantial de la Font de Quart, cuyas aguas abastecen además a la población vecina de Almenara. Hasta hace pocos años su economía básica fue el cultivo de los naranjos. aunque el cultivo de la vid fue famosa y predecesora, hasta el siglo XIX. A pesar de quela actual crisis agrícola ha propiciado el abandono del cultivo de algunos campos, sin embargo la presencia de los huertos sigue siendo primordial todavía.
El botánico Cavanilles, en el siglo XVIII, escribía que "lo más
frondoso y acaso lo más útil del término general de Murviedro es el
corto valle de Segó contigua á Almenara, cuyos habitantes cultivan este
corto recinto sembrado de lugares que forman una hermosa vista".
Actualmente, algunos municipios disponen de casas rurales, para albergar a
visitantes foráneos durante tiempo apropiado.
Se puede realizar un recorrido por sus cinco municipios, empezando
por Benavites, cercano a los 700 habitantes y cuyos habitantes reciben el
nombre de benaviters; puede visitarse su templo, dedicado a Nuestra
Señora de los Ángeles y su famosa torre del siglo XV, su casino de
principios del s.XX, la casa palacio de la vila del siglo XVIII, y, más
aún, el histórico templo de San Jaime del extinto poblado de Benicalaf,
anexo ahora al municipio. Sus fiestas patronales se celebran a
finales de junio.
Casi pegado a Benavites, aparece Quartell, con 1500 habitantes que reciben el nombre de quartellers.
Puede visitarse su templo parroquial de Santa Ana, de 1669, el Molí Nou,
molino arrocero restaurado, con su maquinaria del s. XVIII, el "llavaner" y el sistar; el Palacio del Conde, pendiente
de restauración; la Casa de Cultura, reformada al estilo modernista; el
nuevo auditorio municipal y sede de la banda Unión Musical y su paraje
natural de marjal, contiguo a la playa. Sus fiestas Patronales son
en torno al 25 de julio.
De Quartell, a Quart de Les
Valls, con 1200 habitantes llamados quartenys, donde puede visitarse su
templo parroquial, de origen servita, dedicado a San Miguel, su
primitiva iglesia del s. XVII, actual Casa de Cultura,el santuario
Virgen del Populo, y sobre todo, el manantial de la Font de Quart, paraje de
indiscutible belleza natural. Sus fiestas patronales se sitúan el tercer domingo de septiembre.
El siguiente municipio será Benifairó de Les Valls, con 2000 habitantes llamados benifairencs, y puede visitarse su templo parroquial, dedicado a San Gil, la casa Guarner, actual museo y antigua vivienda del escritor Luis Guarner Pérez, la casa natalicia del pintor Sánchez Coello y el palacio del conde, pendiente de restauración.La cronista María Vicenta Pérez Salvador custodia, además una casa-museo huertana, con aperos de labranza y utensilios de época. Sus fiestas Patronales se celebran a principios de septiembre.
Y finalmente, termina el
recorrido en Faura, con 3500 habitantes denominados faurers, donde se puede visitarse su templo parroquial dedicado a los Santos Juanes, la
residencia palacio de los Condes de Faura, datado en el siglo XIV, en
buen estado de conservación; la ermita de Santa Bárbara edificada en un
promontorio de la Rodana, en el siglo XVIII así como el Calvario
construido en sus alrededores. Sus fiestas Patronales se sitúan en torno al 15 de agosto.
Todos los
municipios tienen gastronomía y repostería típicas; mantienen
asociaciones deportivas, y su vida cotidiana es pintoresca y reposada,
en contacto diario con la Naturaleza, consus rutas del Agua, su
luminosidad espléndida y sus 300 días de sol al año, propio del clima
mediterráneo; todo ello digno de visitarse con la mayor tranquilidad.
Fuente: J.V.M. El Periódico de Aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario