LAS BODEGAS ALCUBLANAS CENTRAN UN ESTUDIO ETNOLÓGICO REALIZADO POR SUS VECINOS

"Nos vamos de quedá", un proyecto sobre las bodegas alcublanas y su lugar en la memoria colectiva de Alcublas

La Asociación Cultural Las Alcublas ha comenzado el estudio "Nos vamos de quedá", centrado sobre un patrimonio etnológico casi olvidado, generalmente abandonado y en grave riesgo de desaparición: las "bodegas".

En Alcublas y pueblos cercanos se conoce por "bodegas" la agrupación de casetas de uso eventual cuyo origen suele estar en el siglo XIX y ligado a la viticultura. Se trata de núcleos formados por varias construcciones, situados lejos de los pueblos y relacionados con una actividad económica que exigía permanecer varios días en el lugar para las labores propias del cultivo, cosecha o transformación de los productos. 

Restos de una bodega con "trul" o lagar.

Este proyecto que se está ejecutando y en el que cuenta con la colaboración de Carles Rodrigo, autor del libro Viure a la caseta: l'hàbitat tradicional valencià de temporada, ganador del 22º Premio Bernat Capó de difusión de la cultura popular, se prolongará prácticamente durante dos años y pretende realizar un estudio en detalle de estos núcleos, aunque sobre todo es un proyecto de la memoria colectiva, que persigue la recogida de testimonios a través de 2 líneas de trabajo:

- la recogida de testimonios personales mediante la grabación de conversaciones y entrevistas a personas que usaron las bodegas.

- la recogida de testimonios gráficos sobre la arquitectura, ubicación, urbanismo: fotografía y vídeo de las bodegas y su estado actual

 

La divulgación del material recopilado y del estudio que del mismo se realice serán los ejes de trabajo principales de la asociación mediante charlas, exposiciones, publicaciones... todo ello con la finalidad de que el significado de este patrimonio material que son las bodegas y ese patrimonio inmaterial que son los usos y modos de vida asociados a ellas, no se pierdan para siempre.

Vista aérea de las Bodegas de Torres

Las bodegas responden a un modo de vida desaparecido y son representación física de ese patrimonio inmaterial que conforman las costumbres de nuestros antepasados. Conservarlas o al menos conservar su memoria, contribuye a reconocer en el territorio, contribuye a conservar esos lazos invisibles que nos unen a una tierra que, poco a poco va perdiendo su carácter a manos de unas transformaciones socio-económicas que modifican el paisaje y que amenazan con borrar los vestigios que en él dejaron generaciones de alcublanas y alcublanos. Conservar ese recuerdo es una obligación y honrar su esfuerzo es una deuda a la que no puede renunciar a saldar.

Fuente: ACLA