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miércoles, 24 de noviembre de 2021

LAS SAGUNTINAS GEMA Y MONICA DEL REY, DE ART AL QUADRAT, PRESENTAN SU DOCUMENTAL "SACAR A LA LUZ: LA MEMORIA DE LAS RAPADAS"

El documental documental ‘Sacar a la luz. La memoria de las rapadas', es un proyecto para rescatar del olvido las rapadas del franquismo y su impacto social, que fue acallado por ser considerado castigo menor quedando al margen de los relatos oficiales de la historia.
 
La guerra civil española y el posterior régimen franquista dejaron demasiadas víctimas en toda España. Entre ellas, las mujeres, que muchas veces sufrieron un tipo de violencia diferente en muchos casos a la de los hombres. Así les pasó a 'las rapadas', esas mujeres a las que el bando nacional peló como represalia al ganar la guerra. Lejos de ser casos aislados, miles de mujeres sufrieron esta forma de humillación pública en todo el territorio, a veces como castigo por ser simplemente 'hijas de' o 'mujeres de' republicanos.
 
La llegada de la democracia tampoco les dio la reparación que necesitaban. Sus historias se dejaron a un lado y durante mucho tiempo se les consideró menos importantes que las de los exiliados o milicianos encarcelados. 
 
Para recuperar la memoria de estas mujeres, las saguntinas Gema y Mónica del Rey Jordà, del grupo artístico Art al Quadrat, junto a la psicóloga y antropóloga María Dolores Martín-Consuegra, han creado el documental Sacar a la luz. La memoria de las rapadas
 
La película recopila decenas de testimonios de personas que vivieron esta época y vieron con sus propios ojos la crueldad con la que se trató a las rapadas. Cada una de las historias que muestra el documental es diferente, pero todas están atravesadas por el dolor. Como la de Ofelia, cuya madre fue encarcelada en Alcázar de San Juan y volvió tres años después; o Basilia, también hija de una rapada en Villafranca de los Caballeros. "A mi madre se la llevó La Falange. Mi abuela fue al ayuntamiento a ver qué pasaba con su hija y cuando salimos oímos un ruido y vimos que era mi madre que iba a gatas con un perro, toda llena de sangre. Iba toda pelada, hecha de vientre y con un quiqui rojo colgado", cuenta temblorosa. 

Además de ser rapadas, a muchas de ellas se les daba aceite de ricino para que se hiciesen sus necesidades encima y luego se las paseaba por el pueblo para que todo el mundo se pudiese burlar de ellas. A otras se les dejaba un mechón de pelo en la cabeza y se les ponía una especie de lazo. De nuevo, tenían que ir por el pueblo barriendo las calles y cantar consignas como: "Quiquiriquí, por mi mala conducta me veo así" o "quiquiriquí, por revolucionarias nos vemos así". En otras ocasiones, se les subía encima de un camión o se les colgaban carteles donde se leía: "Así os peléis por rojas y por putas". 
 
Además de raparles el pelo, despojándolas así de un símbolo tradicionalmente relacionado con la feminidad, y 'marcarlas' públicamente, a muchas también les pegaron y violaron, unos crímenes que nunca se reconocieron ni condenaron. Lola (la directora), cuando empezó a documentarse, conoció muchos casos en su pueblo de mujeres que habían tenido hijos de fascistas porque habían sido violadas. Y no lo supo hasta entonces.
 
En muchas ocasiones estas mujeres se habían quedado viudas o sus maridos estaban encarcelados, por lo que tuvieron que sacar adelante a sus hijos ellas solas, en una época de postguerra especialmente cruel. 
 
Y para todas aquellas mujeres que se quedaron detrás con sus hijos va dedicado este documental a modo de homenaje. 

 
Eso sí, para elaborarlo les costó encontrar fuentes directas, básicamente debido a los años que han pasado desde que ocurrió. Por miedo o vergüenza, muchas de ellas no contaron lo ocurrido durante muchos años, hasta el punto de que en muchas familias desconocían las vivencias de sus propias abuelas o bisabuelas. Algunas de las personas que cuentan sus historias son ya nietas de las rapadas.
 
Las propias directoras de Art al Quadrat ya realizaron en 2017 en su ciudad natal, Sagunto, el proyecto artístico Jo Sóc – Homenatge a les dones rapades que contó con la colaboración de las concejalías de Igualdad y de Cultura del Ayuntamiento de Sagunto y se enmarcó dentro de la programación y las acciones del "25N Día Internacional Contra la Violencia de Género».
 
 
El objetivo de las directoras no es solo cerrar heridas y evitar que lo ocurrido caiga en el olvido, es también reflexionar sobre cómo estos traumas se transmitieron de generación en generación, y sirva para que cada espectador vaya confeccionando su propia historia. Para eso tiene que entender de dónde viene, si en su familia ha habido este tipo de casos y si esto se relaciona con la manera de ser antes.
 
Fuente: Cristina Gómez - El Español

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