Su
implicación en organizaciones de carácter social y religioso le ha
hecho convertise en un hombre muy conocido en Puerto de Sagunto.
Conocida es también
su labor de promoción de la cultura, dirigiendo varias revistas de
empresa en los que ha escrito cerca de 400 artículos publicados en
periódicos -entre ellos en El Económico, desde su fundación- y revistas
nacionales e internacionales, con los que ha cosechado varios premios y
distinciones.
Sin embargo, el cargo por el que reviste mayor interés este personaje, se localizaba, entonces, en el hoy abandonado edificio de las Oficinas Azules, donde ocupaba un despacho en la conocida como ‘planta noble’, ejercitando las responsabilidades de comunicación y relaciones públicas de la siderúrgica.
Durante sus años en nómina de la factoría, participó en el grupo de teatro de la fábrica, y estuvo desde 1958 en la emisora Radio Puerto Sagunto, pimero llamada La Voz del Templo, de la que llegó a ser el jefe de programas.
Todo lo que se hacía en el pueblo pasaba por la emisora. Esta empezó a emitir en el año 1957 desde la sacristía de la Iglesia de Begoña, más tarde dessde el hueco de la escalera que daba a la puerta de donde vivían los curas, para finalmente trasladarse a la calle Concepción Arenal, donde ya pasó a ser conocida como Radio Puerto Sagunto Emisora Parroquial de Nuestra Señora de Begoña. ampliar su potencia, y ofrecer una variada programación en la que cabían anuncios de comercios locales; la cartelera de los cines que existían en El Puerto (el Oma, el Victoria y el Olimpia -todos ellos de Ciriaco Omarrementería Muniateguiandicoechea-.el Cine Avenida; del Padre Jaime, el de San Pedro y el Begoña); programas de discos dedicados... Para las noticias de alcance nacional, como era obligado conectar con Radio Nacional de España al mediodía y por la noche para el Parte, se usaba un aparato de radio donde estaba sintonizada Radio Nacional y con un cable conectado al aparato se resolvía la conexión.
En
aquellos tiempos, finales de los años 50, había muchas carencias,
pero la gente encontraba la manera de divertirse, y en ocasiones
contaban con el apoyo de la Fábrica, que vivía su época dorada de
los Altos Hornos, cuando al frente de la misma estaba D. Jerónimo
Roure.
En su libro también habla de cómo su profesión, Cos-Gayón vivió episodios de todo tipo gracias al puesto que desempeñó. Fue un testigo de excepción en todo el proceso de capitulación, cierre y posterior desmantelamiento de la cabecera siderúrgica integral. Precisamente uno de los más difíciles fue cuando se volaron los Hornos Altos, pues mientras que el presidente de la factoría, por entonces Mateu de Ros, se negaba rotundamente a que se filmase la voladura; desde el Centro Regional de TVE -Aitana-, así como todos los periodistas gráficos, le preguntaban cómo se iban a volar los hornos altos sin dejar entrar a las cámaras. Al final se acordó que darían la voladura pero a continuación pondrían imágenes del tren de laminación en frío con todo su proceso y, de esa forma, la gente vería que había una continuidad. Había mucho miedo de que se armara una buena trifurca.
Sin embargo, según el autor, el Tren de Bandas en Caliente finalmente no se instaló en el Puerto de Sagunto porque las elecciones municipales de 1983 las ganó el PSOE, y con aquellos resultados electorales quedó claro que, se hiciera lo que se hiciera con la siderúrgica, no pasaría nada grave, y que el Gobierno podía hacer lo que quisiera, como así ocurrió. Y aunque después del cierre de la cabecera se hicieron esfuerzos para consolidar la reindustrialización, la mitad de las empresas salieron fallidas pues vinieron a por la subvención.
Estas y algunos episodios más, como el de la accidentada inauguración del Colegio de Begoña; las peculiaridades para acceder a jugar en los equipos deportivos locales; los artistas que pasaron por el Casino Recreativo y Teatro Victoria (Antonio Machín, Los Tres Sudamericanos, Basilio, Masiel, Antonio Molina o Juanito Valderrama entre otros); o la espectación que generó la llegada de los primeros televisores, que congregaban frente al escaparate de la Viuda de Borrás a decenas de personas para ver los partidos de fútbol... se retratan y comentan entre las páginas y recuerdos del autor, al que un entregado público, que completó el aforo del local.Fuentes: El Periódico de Aquí / El Económico
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