La demora en el comienzo de la segunda fase de los trabajos ha dejado al municipio sin parroquia durante un año más de lo previsto.
La Vall de Almonacid continúa esperando que la Consellería de Patrimonio lleve a cabo la última de las fases de rehabilitación de su iglesia parroquial, cerrada al culto desde hace once años, tras la aparición de grandes grietas en su fachada y parte de la cúpula.
Y es que a pesar de que el pasado año parecía que para finales de 2015 el templo de la Purísima podría abrir sus puertas de nuevo tras la realización de la primera fase de las obras, la demora en la segunda fase del proyecto, que debe ser financiada por la Generalitat Valenciana, está haciendo que, la única iglesia de este pequeño municipio palantino, continúe cerrada.
Sería durante la pascua de 2005 cuando la iglesia de la Purisima de Vall
de Almonacid tuvo que cerrar sus puertas después de que apareciesen
grandes grietas en la fachada y parte de la cubierta. Aunque en un
principio se pensó que el templo había sufrido grandes daños
estructurales y peligraba su derrumbe, tras la monitorización de las
grietas y de la mano del arquitecto, Francisco Jurado,
especialista en este tipo de casos, se comprobó que los daños no
habrían afectado a la estructura del edificio. Jurado adaptó el proyecto
inicial de rehabilitación de más de un millón de euros, a un nuevo
proyecto valorado en unos 600.000 euros.
La primera fase de las obras, financiada por la Diputación de Castelló y el Obispado de la Diócesis de Segorbe-Castellón se ejecutó de enero a junio de 2015 y supuso una inversión de 376.700 euros para la consolidación de la cimentación del templo, la eliminación de humedades a través de la realización de una zanja, así como su impermeabilización.
La primera fase de las obras, financiada por la Diputación de Castelló y el Obispado de la Diócesis de Segorbe-Castellón se ejecutó de enero a junio de 2015 y supuso una inversión de 376.700 euros para la consolidación de la cimentación del templo, la eliminación de humedades a través de la realización de una zanja, así como su impermeabilización.
La última de las fases consistirá en la reposición del suelo, pintura, iluminación y parte de la decoración, así como parte de la restauración de una de las capillas, lo que supondrá una inversión de unos 200.000 euros.
El alcalde, Antonio Cases, se ha mostrado esperanzado en que a finales de septiembre u octubre ya empiecen las obras «porque hay noticias de que ya está redactada esta fase del proyecto, el pliego de adjudicación, así como la reserva de crédito por lo que esperamos que a final de verano, esté ya adjudicado y en septiembre puedan empezar las obras».
El alcalde, Antonio Cases, se ha mostrado esperanzado en que a finales de septiembre u octubre ya empiecen las obras «porque hay noticias de que ya está redactada esta fase del proyecto, el pliego de adjudicación, así como la reserva de crédito por lo que esperamos que a final de verano, esté ya adjudicado y en septiembre puedan empezar las obras».
Entretanto, el párroco del municipio continuará oficiando los oficios religiosos en la primera planta de un edificio multiusos de propiedad municipal. Un hecho que, aunque muchos vecinos ya se han acostumbrado, no deja de ser llamativo, sobre todo a la hora de realizar bodas y entierros.
Fuente: Ana Monleón - Levante de Castellón - InfoPalancia.com.
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