La medida se ha tomado ante las insitencias de la Consellería de Educación y Cultura para la ampliación y acondicionamiento del centro, que vio mermada su distribución debido a la construcción de un hotel que ocupó parte de sus históricas instalaciones
El Obispado de Segorbe-Castellón ha cedido oficialmente al Colegio Diocesano La Milagrosa de Segorbe, una parte del antiguo convento de Franciscanos ante las insistentes exigencias de la Consellería de Educación y Cultura de la Generalidad Valenciana.
En concreto se cede en uso el ala-pabellón del citado convento, así
como el espacio existente entre ella y la muralla construida en las
guerras carlistas que lo delimita y el patio claustral del conjunto.
También se cede la Iglesia neo-gótica de los Padres Franciscanos, que se
convertirá en capilla del colegio, cediéndose, por tanto, el uso de la
misma así como los espacios que constituyan el recorrido para el acceso a
ella desde el citado colegio.
La cesión de esta capilla queda condicionada y abierta al su uso abierto a otras instituciones de Segorbe como la Parroquia de Santa María, en cuyo territorio se ubica, o la Cofradía de La Verónica, que tiene en ella su sede social según sus estatutos, así como a otros grupos eclesiales, de acuerdo siempre con el capellán del colegio que será el rector de la Capilla.
Según el decreto firmado por el obispo de Segorbe – Castellón, Casimiro López Llorente, la Conselleria de Educación y Cultura de la Generalitat Valenciana “viene exigiendo de forma reiterada la realización de una serie de obras conducentes a la ampliación de la zona de patio y recreo, mejora de los accesos de alumnos así como otra serie de actuaciones, que en primer lugar exigen la disponibilidad de espacios para ello”. La disponibilidad de los citados espacios sólo era posible con la cesión de parte del citado convento, que como edificio contiguo y colindante permite dicha ampliación.
La cesión de esta capilla queda condicionada y abierta al su uso abierto a otras instituciones de Segorbe como la Parroquia de Santa María, en cuyo territorio se ubica, o la Cofradía de La Verónica, que tiene en ella su sede social según sus estatutos, así como a otros grupos eclesiales, de acuerdo siempre con el capellán del colegio que será el rector de la Capilla.
Según el decreto firmado por el obispo de Segorbe – Castellón, Casimiro López Llorente, la Conselleria de Educación y Cultura de la Generalitat Valenciana “viene exigiendo de forma reiterada la realización de una serie de obras conducentes a la ampliación de la zona de patio y recreo, mejora de los accesos de alumnos así como otra serie de actuaciones, que en primer lugar exigen la disponibilidad de espacios para ello”. La disponibilidad de los citados espacios sólo era posible con la cesión de parte del citado convento, que como edificio contiguo y colindante permite dicha ampliación.
Cabe recordar que en enero de 2015 cuatro antiguas alumnas del colegio, María Collado Morro, Esther Hervás Salvador, Belén Montalban Gil y María Cuevasanta Morro Rueda, arquitectas superiores, fueron las encargadas de redactar el proyecto para la adecuación de dichas instalaciones, un patio exterior, recayente al paseo de Monseñor Romualdo Amigó, y la rehabilitación de la fachada del antiguo convento de Padres Franciscanos, propiedad del obispado de Segorbe, como el propio colegio.
El proyecto contó con un presupuesto de 230.352 euros.
Se trataba de una primera actuación dentro de un plan para ir ocupando, con fines docentes, el citado edificio del exconvento, de tres plantas, que se vio afectado interiormente por un pavoroso incendio en la década de los 70 del pasado siglo, lo que obligó a realizar nuevos forjados y cubiertas, sin que se llegara a ocupar de nuevo, dejando las plantas totalmente diáfanas.
La intervención arquitectónica afectó a 426 metros cuadrados de fachada y otros 255 metros de patio, incluyendo las instalaciones correspondientes de carpintería, electricidad, saneamiento y fontanería, entre otras.
Las obras se llevaron a cabo con un estricto control arqueológico por parte del Ayuntamiento, ya que el citado patio limita por el trazado de la antigua muralla construida con motivo de las guerras carlistas. Asimismo, en la planta baja de la fachada rehabilitada salieron a la luz un buen número de piedras de sillería cuya ubicación se respetó y se optó por dejarlas al descubierto.
Fuentes: InfoPalancia.com / Crónicas del Palancia
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