Los montes que rodean la comarca del Alto Palancia esconden numerosos vestigios del pasado que, de vez en cuando, salen a la luz de la manera más inesperada.
Lo que comenzó como una jornada rutinaria de monte y caza para José Manuel, un vecino de la localidad castellonense de Gaibiel, se convirtió en toda una aventura.
El hombre encontró una granada de mano de la Guerra Civil. "Tenía la espoleta tirada abierta, sin la anilla de protección, de tal forma que lo mismo podría pisarla cualquiera, por lo que decidimos avisar a la Guardia Civil", comenta. Los agentes de la Benemérita le emplazaron al día siguiente para acudir a la zona y desactivar el explosivo.
Y es que la zona de Gaibiel, como nos cuenta Teodoro López Díaz -cronista de Caudiel- en su Diario de la Guerra Civil, al igual que casi toda la Sierra de Espadán, tuvieron un triste protagonismo durante la contienda, pues por ella pasaba la famosa línea defensiva XYZ que tenía que convertirse en un cinturón de hierro para evitar que cayera la ciudad de Valencia.
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