Que la figura del que fue cronista oficial de la Ciudad de Segorbe, Don Jaime Faus y Faus sigue presente en la memoria colectiva de sus vecinos, quedó ayer viernes 2 de octubre de 2009 reflejado en la multitudinaria presentación de su obra póstuma "Hechos históricos segorbinos. Datos sobre pueblos de la Diócesis. Personajes notables. Curiosidades Civiles y religiosas".
Más de un centenar de personas acudieron a las 19 horas al acto organizado por la Fundación Bancaja Segorbe, editora del libro, en la Capilla del Salvador de la Catedral de Segorbe, que con los hermosos retablos de Jacomart y Vicente Masip y el incomparable sepulcro de los Vallterra como testigos de excepción, mostraron el interés que siguen suscitando los trabajos de este hijo adoptivo de Segorbe.
La presentación de la obra corrió a cargo de D. Casimiro López, Obispo de la Diócesis Segorbe-Castellón, Rafael Calvo, Alcalde de Segorbe, Juan Alberto Faus Benlloch (hijo del autor); David Montoliu, Editor Literario de la obra, y Miguel Angel Mulet, Diputado Provincial de Cultura en la Diputación de Castellón, siendo destacada la ausencia de José Vicente Torres, Presidente de la Comisión Delegada de Segorbe de la Fund. Bancaja, por estar asistiendo a otro acto fuera de la provincia.
Todos ellos tuvieron palabras de elogio para esta activa personalidad en el marco cutural de la ciudad de Segorbe, que llegó a tierras palantinas en 1952 para ocupar la cátedra de Geografía e Historia en el Instituto Laboral de Segorbe (posteriormente de Bachillerato), del que llegó a ser director durante muchos años, y se integró de tal forma que se encargó de impulsar numerosas iniciativas culturales entre las que cabría destacar el incremento de la actividad social y cultural del Circulo Segorbino (del que fue presidente); el impulso de la Biblioteca Obispo Juan Bautista Pérez, de la que fue Director entre 1957 y 1983; el entusiasmo por el estudio de la Historia ya no solo de su ciudad de adopción, por lo que el Ayuntamiento de Segorbe le nombraría Cronista Oficial en 1957; sino de toda la comarca del Palancia, dejándonos unas 30 obras como legado; su afición por el deporte, que le llevó a impulsar la actividad del Club Deportivo Segorbe; o su desvelo por la buena marcha de su ciudad, que le llevaron a ser Concejal de Cultura y Teniente de Alcalde en las primeras elecciones democráticas municipales. Y esto solo por citar algunas, porque su curriculum aun da para más.
Ahora solo cabe disfrutar de la obra en la que trabajaba en el momento de su muerte (1992), y que ha tardado 16 años en ver la luz.
Más de un centenar de personas acudieron a las 19 horas al acto organizado por la Fundación Bancaja Segorbe, editora del libro, en la Capilla del Salvador de la Catedral de Segorbe, que con los hermosos retablos de Jacomart y Vicente Masip y el incomparable sepulcro de los Vallterra como testigos de excepción, mostraron el interés que siguen suscitando los trabajos de este hijo adoptivo de Segorbe.
La presentación de la obra corrió a cargo de D. Casimiro López, Obispo de la Diócesis Segorbe-Castellón, Rafael Calvo, Alcalde de Segorbe, Juan Alberto Faus Benlloch (hijo del autor); David Montoliu, Editor Literario de la obra, y Miguel Angel Mulet, Diputado Provincial de Cultura en la Diputación de Castellón, siendo destacada la ausencia de José Vicente Torres, Presidente de la Comisión Delegada de Segorbe de la Fund. Bancaja, por estar asistiendo a otro acto fuera de la provincia.
Todos ellos tuvieron palabras de elogio para esta activa personalidad en el marco cutural de la ciudad de Segorbe, que llegó a tierras palantinas en 1952 para ocupar la cátedra de Geografía e Historia en el Instituto Laboral de Segorbe (posteriormente de Bachillerato), del que llegó a ser director durante muchos años, y se integró de tal forma que se encargó de impulsar numerosas iniciativas culturales entre las que cabría destacar el incremento de la actividad social y cultural del Circulo Segorbino (del que fue presidente); el impulso de la Biblioteca Obispo Juan Bautista Pérez, de la que fue Director entre 1957 y 1983; el entusiasmo por el estudio de la Historia ya no solo de su ciudad de adopción, por lo que el Ayuntamiento de Segorbe le nombraría Cronista Oficial en 1957; sino de toda la comarca del Palancia, dejándonos unas 30 obras como legado; su afición por el deporte, que le llevó a impulsar la actividad del Club Deportivo Segorbe; o su desvelo por la buena marcha de su ciudad, que le llevaron a ser Concejal de Cultura y Teniente de Alcalde en las primeras elecciones democráticas municipales. Y esto solo por citar algunas, porque su curriculum aun da para más.
Ahora solo cabe disfrutar de la obra en la que trabajaba en el momento de su muerte (1992), y que ha tardado 16 años en ver la luz.