Nos ha llegado la noticia de que hoy nos ha dejado una persona a la que le quedaba mucho por vivir. Una de esas personas, que debido a su gran creatividad, no dejaban indiferente a nadie.
Sara Abad Catalán, aunque bilbaina de nacimiento, estuvo muy vinculada a Altura, donde reside parte de su familia. Fue en Valencia donde se formaría como una arquitecto especializada en Urbanismo en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica (UPV, 2000), con más de 10 años de experiencia en proyectos, en los que ha llevado a escala media
proyectos arquitectónicos, paisajísticos y urbanísticos alrededor de
España y Lisboa, y desde hace unos años en Reino Unido, donde vivía y trabajaba.
También posía estudios de postgrado en artes visuales, con un Master en Producción Artística en la Facultad de Artes Visuales San Carlos de Valencia (UPV, 2013), que le llevaron a descubrir otra área de enfoque en la autopercepción de lugares cargados emocionalmente, que expreso en instalaciones específicas de sitio, video-danza, fotografías y serigrafías, muestra de los cuales se pueden ver en su web http://cargocollective.com/saraabadcatalan.
Una de sus creaciones vinculadas a esta faceta fue el corto que grabó en la Cartuja de Valldecrist, que le sirivó de inspiración y escenario para crear el corto "En Silencio. Danza en la ruina", que estrenó en el mismo monasterio durante las Jornadas Culturales "Valldecrist, ámbito de culturas" organizadas por la Asociación Cultural Cartuja de Valldecrist, y después también mostró en Marzo de 2013 en el Teatro El Micalet de Valencia, y en julio de ese mismo año, en la Galería Sporting Club Russafa de la misma ciudad.
En este corto, Sara integró este espacio de silencio como lugar de transformación para hablar de transiciones y del espacio emocional de la muerte. El contexto de la
ruina histórica. Vínculos con la memoria. Tránsitos y recorridos. Para ello se rodeó de la coreógrafa y bailarina italiana Lorenza di Calogero, de la música compuesta por David Antolín, y de la ayuda técnica de Natalia Lozano Sánchez y Julia Casesnoves.
Desde aquí, como homenaje, os dejamos este video, con la esperanza de que la música le lleve a encontrar la paz en el otro lado, y alcance la paz de espíritu que tanto buscaban los moradores de la cartuja.
Descansa en paz, Sara, y muchó ánimo a sus familiares y amigos.
Como madre de Sara me siento muy orgullosa de sus logros. No sólo a nivel de objetivos tangibles sino también a un nivel espiritual cuya hondura crece con el paso del tiempo que es cuando las cosas cobran importancia o se desvanecen. Adquirió un nivel espiritual que tracendia y no puedo por menos que agradecer que haya habido personas y entre ellas el autor de este homenaje que captó la grandeza espiritual y creadora de Sara. Su que su vida no fue muy larga en el tiempo si lo fue en intensidad. Nos ha hecho crecer a todos los que la tuvimos cerca y la liamos su espíritu creador y sensible. Gracias nuevamente.
ResponderEliminarMe llamo Ester Sánchez Millán. Acabo de saber que Sara murió hace cinco años. Ella se encargó de rehacer la casa (en Cheste) en la que paso los veranos. Puso tanta inteligencia en el proyecto y logró tanta belleza, que ella es la responsable de la felicidad que me produce vivir en esta casa. Le estaré agradecida siempre. Allá donde te encuentres, querida Sara, recibe muchos besos.
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