Las llamas han afectado en los últimos días a los términos de Viver, Sagunto y Benafer, siendo este el más grave hasta el momento. Hoy domingo también se ha producido un incendio en la Baux de Soneja, rápidamente controlado. El deteriorado aspecto de nuestros montes y la falta de limpieza de los mismos, se convierten en un grave peligro para la propagación de incendios forestales.
Varios incendios forestales se han declarado durante la última semana en las tierras palantinas. El de más gravedad fue el que declaró en el término municipal de Benafer, en la comarca del Alto Palancia, en una zona de barranco con arbolado y cercana a parcelas de cultivo.
Seis medios aéreos y distintas dotaciones terrestres de Bomberos de Castellón se desplazaron a la zona para controlar el fuego, hasta que sobre las 19:45 horas, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat anunciabao la retirada de todos los medios aéreos, excepto uno de los helicópteros, al observar que el incendio evolucionaba favorablemente.
Según fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias y del Consorcio de Bomberos de Castellón el fuego se inició por causas no precisadas alrededor de las 17.20 horas en un barranco del término de Benafer, afectando a una zona forestal, quedando controlado durante la noche.
El otro incendio de gravedad se producjo en la madrugada del lunes al martes a escasos 50 metros del poblado de Grau Vell de Sagunto, en el Camp de Morvedre, el cual, se inició a raíz de una bengala lanzada por unos jóvenes lejos del cañar, pero que se desvió hacia allí, según los vecinos que presenciaron los hechos.
Las llamas se iniciaron antes de las 24 horas en una zona de cañar y se extendieron rápidamente. Tres camiones de bomberos y una brigada consiguieron que el fuego no llegase a la pinada situada junto a las casas, quedando a 50 metros de las viviendas.Finalmente, el fuego fue controlado sobre las 6.30 de la mañana, tras calcinar seis hectáreas del marjal dels Moros de Sagunto, según las estimaciones de los medios de extinción.
De menos gravedad, aunque por ello no menos preocupante es el incendio forestal que calcinaba en el término municipal de Viver una superficie de 8.000 m², el pasado 27 de junio. Las llamas, que se iniciaban sobre las 13.45 horas, afectaron a una zona de pino y cultivo abandonado. La participación de dos Brigadas de Emergencia, una dotación de bomberos, un coordinador forestal y la Guardia Civil propiciaron la rápida extinción del fuego, que se daba por controlado a las 15.00 horas.
Un último incendio, aunque este industrial, es el que se desató el domingo 10 de julio en el transformador de la Baux, en Soneja, declarado sobre las 16 horas, y rápidamente sofocado por los efectivos del Parque de Bomberos del Alto Palancia.
Seis medios aéreos y distintas dotaciones terrestres de Bomberos de Castellón se desplazaron a la zona para controlar el fuego, hasta que sobre las 19:45 horas, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat anunciabao la retirada de todos los medios aéreos, excepto uno de los helicópteros, al observar que el incendio evolucionaba favorablemente.
Según fuentes del Centro de Coordinación de Emergencias y del Consorcio de Bomberos de Castellón el fuego se inició por causas no precisadas alrededor de las 17.20 horas en un barranco del término de Benafer, afectando a una zona forestal, quedando controlado durante la noche.
El otro incendio de gravedad se producjo en la madrugada del lunes al martes a escasos 50 metros del poblado de Grau Vell de Sagunto, en el Camp de Morvedre, el cual, se inició a raíz de una bengala lanzada por unos jóvenes lejos del cañar, pero que se desvió hacia allí, según los vecinos que presenciaron los hechos.
Las llamas se iniciaron antes de las 24 horas en una zona de cañar y se extendieron rápidamente. Tres camiones de bomberos y una brigada consiguieron que el fuego no llegase a la pinada situada junto a las casas, quedando a 50 metros de las viviendas.Finalmente, el fuego fue controlado sobre las 6.30 de la mañana, tras calcinar seis hectáreas del marjal dels Moros de Sagunto, según las estimaciones de los medios de extinción.
De menos gravedad, aunque por ello no menos preocupante es el incendio forestal que calcinaba en el término municipal de Viver una superficie de 8.000 m², el pasado 27 de junio. Las llamas, que se iniciaban sobre las 13.45 horas, afectaron a una zona de pino y cultivo abandonado. La participación de dos Brigadas de Emergencia, una dotación de bomberos, un coordinador forestal y la Guardia Civil propiciaron la rápida extinción del fuego, que se daba por controlado a las 15.00 horas.
Un último incendio, aunque este industrial, es el que se desató el domingo 10 de julio en el transformador de la Baux, en Soneja, declarado sobre las 16 horas, y rápidamente sofocado por los efectivos del Parque de Bomberos del Alto Palancia.
Estos incendios son consecuencia de la pavorosa
imagen que muestran muchos de nuestro montes, con cientos de pinos
secos cayéndose al suelo, convirtiéndose en polvorines de cara a
posibles fuegos forestales. Esta situación dispara la preocupación
vecinal, que ven que este problema se ha agravado a causa de la
paralización de los trabajos de extracción de masa forestal que se
venían desarrollando en diferetnes zonas desde finales de 2014 tras los
daños sufridos en las pinadas por la plaga de tomicus, que provocó la
muerte de centenares de ejemplares.
Ante
esta problemática, la sección de Sanidad Forestal de la Conselleria de
Medio Ambiente aconsejó "talar tanto el arbolado afectado por el insecto
como de los pinos muertos con el objetivo de minimizar los riesgos de
aumento de plagas, riesgo de caídas, aumento de combustible y el
consiguiente riesgo de propagación de incendios", según recuerda un
informe del citado servicio de enero de este año.
Estas
tareas, tras un largo proceso burocrático, se iniciaron en mayo de 2015
a través de una empresa privada, pero controladas por la propia
conselleria. Sin embargo, tras el verano, y ya con el tándem
PSPV-Compromís al frente de la Generalitat y el Consistorio de la
localidad, los trabajos fueron suspendidos temporalmente «por el gran impacto ambiental que se estaba produciendo y
los daños que estaba registrando el terreno con esta actuación, y el
margen de beneficio para la empresa con las condiciones que le poníamos
era muy limitado, por lo que decidimos rescindir el contrato», según el director general de Medio Natural y de Evaluación Ambiental, Antoni Marzo.
Por contra, tras esta suspensión de los trabajos, el servicio de Sanidad Forestal insistía en que «la
propuesta de actuación no puede ser otra que la iniciada en su momento,
es decir, proceder al apeo, extracción y eliminación de la masa muerta
en aquellas zonas donde los costes de estos trabajos entren dentro de
los parámetros razonables».
En
las zonas de difícil acceso, al menos, la sección insta a colocar apeos
que apuntalen el terreno y eviten arrastres, facilitar la regeneración,
la transitabilidad y reducir el riesgo de incendios, entre otros
aspectos.
Pese a todo ello, el combustible forestal ha ido creciendo en esta
primera mitad del año hasta la situación actual en la que se dispara el
riesgo de incendio forestal.
Fuentes: Las Provincias / Mediterráneo / Levante EMV
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