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domingo, 15 de septiembre de 2013

DESVALIJAN DOS ESTABLECIMIENTOS TURÍSTICOS EN LA SIERRA CALDERONA

El abandono de la Masía de Barraix, en Estivella, indigna a los senderistas tras la inversión de unos 600.000 euros realizados por la diputación. También en Serra un camping abandonado afea el entorno de Portaceli, además de aumentar el riesgo de incendio de la zona.

El parque natural de la Sierra Calderona ofrece multitud de contrastes al visitante. Una enorme mancha verde de 18.000 hectáreas salpicada de edificios históricos, yacimientos arqueológicos y sendas ideales para la práctica ciclista se combinan con zonas de acampada y numerosos merenderos bien conservados. Pero también existen máculas que enturbian la belleza del espacio protegido.

En esta entrada vamos a resaltar dos de ellas, aunque la más próxima que nos atañe es la correspondiente a la Masía de Barraix, en Estivella, que ha sido pasto de los ladrones de hierro y cobre antes de llegar a abrir sus puertas en plena sierra Calderona, como se espera desde finales de los años 90.

Entonces, la Diputació de Valencia compró el lugar a instancias del ayuntamiento y empezó a hacer gestiones para rehabilitarlo con una inversión que, en total, ronda los 600.000 euros. Sin embargo, ahora, el interior del edificio principal ofrece un aspecto desolador tras sufrir continuos robos y haber sido desvalijado, para indignación de vecinos y senderistas que se escandalizan de tal gestión del dinero público y, además, temen que el saqueo continúe si no se actúa de inmediato. 

La imagen actual del lugar está muy lejos de aquel complejo que la institución provincial proyectó como flamante centro de turismo rural y cuya explotación concedió sin éxito a una empresa privada, pues ésta vio su primera iniciativa denegada por cuestiones ambientales y la segunda, con la llegada de la crisis económica, nunca se llegó a poner en marcha. 

Precisamente, por esto último y ante el mal estado de las instalaciones, la diputación ha recuperado la propiedad del complejo hace escasos días tras rescindir el contrato con aquella firma; una medida adoptada sin acuerdo mutuo y con la que le exige el pago de unos 90.000 euros para cubrir así los desperfectos ocasionados por los ladrones hasta que el año pasado decidió anular la concesión.  

Desde esa última fecha hasta hoy, el complejo aún ha sufrido más daños cuya reparación deberá asumir el organismo provincial, como reconocía su vicepresidenta, Carlota Navarro, sin poder precisar cifras al estar aún a la espera de una nueva valoración. 

La desaparición de la enorme puerta de hierro que da entrada al recinto es sólo un indicativo de cómo está en estos momentos la antigua fonda creada a principios de siglo XX en un bello paraje situado en las inmediaciones del Garbí. En su interior hay líneas eléctricas desvalijadas, mobiliario arrancado, candados forzados, manivelas robadas y numerosos restos de cascotes por aquellas bonitas habitaciones individuales con baño de un complejo dotado incluso con aire acondicionado. Esta realidad golpea a todo aquel que se adentra sin dificultad hasta el interior y recorre, atónito, un edifico público rehabilitado por la diputación, ampliado posteriormente y mejorado por el mismo organismo, pero que ni siquiera se inauguró. 

La Diputació de Valencia ha intentado poner coto a los robos en la masía de Barraix desde que comenzaron a detectarse en 2010 con la reposición puertas o cerraduras que no han logrado su objetivo y que siempre se colocaban «teniendo en cuenta la obligación de mantener el lugar, de acuerdo con la concesión dada en su día del lugar a una empresa privada. Ahora estos esfuerzos se van a redoblar dado que la Diputación ha recuperado la concesión y ya ha dado orden para hacer una valoración de los daños, con idea de hacer una reposición cuanto antes de todo lo estropeado, con una inversión mínima para dejarlo todo arreglado. Además, está prevista la colocación de candados antivandálicos y una alarma, pues aunque la masía se encuentra aislada, en pleno monte, se confía en que estas medidas garanticen el fin de los asaltos. 

De momento, el futuro uso y gestión de la masía de Barraix está por decidir, pero se está valorando la idea inicial de convertirlo en centro de turismo rural pues se considera que el lugar es muy bello y perfecto para ello.

Cabe recordar que hace poco, el cronista oficial de Estivella, Lluis Mesa, también denunciaba la dejadez a la que estaba sometida la antigua ermita de este paraje de Barraix, también propiedad de la Diputación de Valencia, que de momento, tampoco ha intervenido en su mejora.

No es el único establecimiento turístico del Parque Natural abandonado


Otro enclave turístico abandonado es el antiguo camping situado en la zona baja de Portaceli, en el término
municipal de Serra y en las inmediaciones de la CV-331, cuyo interior ofrece un espectáculo que daña la vista. Caravanas abandonadas y completamente desvalijadas, como también lo han sido las pocas casetas que permanecen en pie, integradas en las parcelas, o los baños del complejo, en los que no hay rastro de elementos de fontanería, ya sean grifos o cañerías.

Una escena que choca con el atractivo del parque natural, en el que el camping queda en los límites de la zona protegida como Parque Natural. En su entorno sólo se observa la habitual vegetación de bosque mediterráneo, salpicada por varios merenderos accesibles desde la carretera. La acumulación de maleza y basura en la instalación abandonada implica un importante riesgo de incendio, una lacra que se ha cebado con el parque natural de manera recurrente. 

Por todo ello, el Ayuntamiento de Serra ha abierto un expediente por la situación de insalubridad que presenta el complejo, pues las competencias sobre la zona corresponden a la conselleria a través de los responsables del parque natural. De hecho, añadió que es un espacio de monte público que se gestionaba mediante una concesión.
El problema surge cuando el camping, tras ser explotado durante varias décadas por parte de un particular, este decidió hace tres o cuatro años cesar la actividad, lo que derivó en la apertura de un expediente debido al incumplimiento, pues la licencia seguía vigente. Pero la repentina muerte del responsable durante su tramitación, conllevó que al no encontrar a otro responsable vivo, el procedimiento fue archivado y Consellería no ha podido actuar en la zona por falta de seguridad jurídica.
Esperemos que este handicap se solucione pronto, y el Parque Natural de la Sierra Calderona vuelva a lucir como debe su rico patrimonio cultural y natural.
Fuentes: M

1 comentario:

  1. Además de los casos de desidia que mencionas, en general y como bien dices, la sierra está plagada de lugares de interés. En Estivella también, esta el castillo. Yo pasaba muchas veces, hace años, por la carretera hacia Segorbe y me llevé un gran disgusto cuando vi que un gran lienzo del castillo, que desde la carretera se veía imponente, se había derrumbado. Poco tiempo antes lo había estado viendo de cerca en una excursión en la que subí al castillo, que estaba bastante abandonado. No sé como estará ahora.
    El caso es que se gasta el dinero, o mejor dicho se invierte, pero luego no se cuida la inversión, es decir, que se acaba haciendo lo primero, gastarlo y para nada al fin.
    Un saludo.

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