La nueva novela escrita en valenciano del historiador Vicent Artur Moreno (Valencia,
1962 ), logra perder al mismísimo Leonardo da Vinci por el
"Solar de les Fembres Pecadrius", el gran burdel de la Valencia de la
opulencia y los excesos de finales del siglo XV.
EL MANUSCRIT 1204
Autor: MORENO GIMÉNEZ, VICENT ARTUR
ISBN: 978-84-940936-8-5
Año: 2013
Precio: 18.95 €
Editorial: Editorial Denes
Colección: BASICA Nº 20
Nº páginas: 544
Encuadernación: Rústica
Cubierta del libro: Josep Marí Gómez |
Leer, disfrutar, soñar... No
es fácil conjugar literariamente los tres infinitivos que preceden
estas líneas, lo cual no quiere decir que no sea posible, vaya, que no se
pueda hacer sin forzar para bien el discurso ni tampoco el mensaje.
Esta
pequeña introducción viene a cuenta de muchos best seller que, a
menudo, te embuten los grandes sellos a diestra y siniestra por aquello
de hacer el agosto editorial y de homogeneizar a la vez los gustos del
personal, pensando más —quién lo duda— en la jugosa rentabilidad a corto
plazo que no en los lectores que, compulsivamente, se convierten en
devoradores de la novedad en las librerías y los grandes almacenes.
Una
cubierta llamativa y estudiada a conciencia por todo un equipo de
asesores mediáticos, la difusión a los cuatro vientos del autor sea
conocido o no tanto, la firma de ejemplares por todas partes,
entrevistas, declaraciones y toda la parafernalia que maneja este
negocio, a pesar de que el IVA hace que el producto final (en segunda
instancia, el libro en cuestión) se dispare en los precios y, también,
en las ventas.
Aun así, ¿Es esto gran literatura?, ¿Sus autores se
han esforzado en —más allá de la trama— enriquecer su discurso escrito?
¿Pasarán a la historia de la literatura estas obras? ¿Lo harán sus
autores?
Esta sucinta reflexión que se plantea, quizás tan inútil
como su respuesta, obedece a la lectura que estos últimos días de verano le he hecho a la segunda novela del amigo Vicent Artur
Moreno; si tengo que ser totalmente sincero, una gran persona, un
excelente profesional, un valenciano honesto y, por si fuera poco, un amante del cultivo de las letras. Con esto ya lo digo todo, pero bueno será que quién lo
quiera comprobar se acerque a su última propuesta, a su último milagro
en forma de libro de ficción histórica que —publicado por Denes,
Colección Básica, 20— hace unos pocos meses vio la luz con el sugerente
título de El manuscrito 1204.
Su presentación a finales de junio
en el Patriarca, lugar emblemático por muchos motivos, fue un buen
inicio, inmejorable diríamos, en la carrera que una creación pone en marcha
cuando —todavía caliente— quien la concibe, y previamente la sufre
sudándola, la comparte y empieza a adquirir vida propia dependiente de
quien la disfrute, de quien la interiorice...
El Patriarca,
lugar donde se inicia la aventura, sirvió al escritor porque por encima
de todo, Vicent A. Moreno, es un tipo con la sensibilidad a flor de piel
y plenamente consciente del valor intrínseco del edificio, del archivo
de protocolos, de sus inquilinos y del legado que representan todos
juntos para la sociedad valenciana. Luces y sombras de nuestro
peregrinaje como sociedad, como pueblo, en los últimos siglos tienen que
ver con este monumento históorico-artístico, en el sentido literal del
término.
Desde esta fuente de sabiduría desconocida que
representan los miles de documentos y legajos allí conservados se inicia
una aventura que nos transportará a esplendorosos escenarios que
vertebran la historia, en ciudades sacrosantas donde se las haya, a
personajes sin par acontecidos en mitos de la cultura occidental y a
reliquias de reconocida veneración y su increíble periplo. Pero el libro
no se queda sólo en esto, es una invitación constante a sumergirse en
las pasiones humanas, en las interioridades de conventos, iglesias,
palacios, castillos, barcos... con un lenguaje fluido y culto a la vez
desde que, poco antes de 1204, empieza la novela propiamente histórica.
Mediante
la historia que el escritor nos cuenta, Moreno construye todo un
monumento a la lengua valeciana (en la que está escrita y editada la primera edición) y, como no, a sus oficios de comunicador, de
arqueólogo y de historiador del arte al servicio del relato, poniendo al
alcance de quien se introduce en su sólida narración todo un abanico
de detalles que hacen que, a medida que avanza la lectura, uno sea
consciente del enriquecimiento cultural que adquiere casi sin querer.
Por
si fuera poco con todo esto, el diseño de la web y de la portada son obra de otro
gran amigo de quien subscribe, Josep-Marí Gómez, a quien podríamos
referirnos empleando los mismos calificativos que a Vicent A. Moreno,
pero haciendo énfasis en su calidad de pintor; un reclamo muy sugerente
que combina magistralmente dos de las claves del libro: La Santa Síndone de Turín y el Hombre de Vitruvio de Da Vinci.
No puedo
ser imparcial en esta ocasión, ya lo adivinarán ustedes, la amistad es
un vínculo poco objetivo a la hora de emitir un juicio como este, es
cierto. Pero vale mucho la pena comprobar el cuidado que Moreno ha puesto
en este proyecto hecho realidad, de milagro tal y cómo pintan hoy las
cosas en el sector editorial casero, y cuánta sabiduría destila la forma
como nos lo cuenta. Ahora sólo queda soñar...
Sinopsis:
Nada se sabe de la vida de Leonardo da
Vinci, el genio más fascinante del Renacimiento, desde que en octubre de
1481 se cansa de los Medici de Florencia hasta que el 25 de abril de
1483 firma con Ludovico Sforza de Milán el contrato para pintar "La
Virgen de las Rocas". Vicent Artur Moreno aprovecha esta laguna de la
historia para, en su novela de ficción histórica "El manuscrit 1204", hacer que el ilustre florentino se
pierda por el "Solar de les Fembres Pecadrius", el gran burdel de la
Valencia de la opulencia y los excesos de final del siglo XV. Da Vinci
llega a Valencia con el encargo del cardenal Roderic de Borja, que
apenas una década después será entronizado papa como Alejandro VI, de
realizar la falsificación más asombrosa y perfecta que se haya hecho
jamás de la reliquia más preciada de la Cristiandad: la Sábana Santa. En
esta misión, Da Vinci se aliará con Lluís Alcanyís, el gran médico y
poeta de Xàtiva, que como otros tantos genios de la época acabará
ardiendo en la hoguera de la Inquisición.
El juego de espejos
entre realidad y ficción que propone esta novela en valenciano, de la
que ya se última su edición en castellano e inglés, arranca en el
presente con el hallazgo en el Archivo de Protocolos del Patriarca
Ribera de un manuscrito que hacia 1238 situa la Síndone en Valencia. El
protagonista de esta historia olvidada es un joven de 16 años de Ripoll
que, huyendo de un crimen, se enrola en 1204 en la IV Cruzada en la que
luchan cristianos contra cristianos hasta no dejar piedra sobre piedra
en Constantinopla. Allí, en la capilla de las dependencias reales del
gran emperador de Bizancio el adolescente recibe el Tetradiplon de manos
de un monje que escapa del saqueo. Con el tiempo, aquel joven cruzado y
la Síndone acabarán siendo el estandarte que abre paso a las tropas de
Jaume I en la forja del Reino de Valencia, pero poco después de la
conquista del Cap i Casal el 9 de octubre de 1238, a la Sabana Santa se la
tragará la historia en algún lugar de Xáteba, la aún musulmana capital
de La Costera.
Dos siglos después, Leonardo descubre en Valencia un asombroso mundo femenino en una Edad Media donde la mujer era la encarnación del pecado y "sólo monjas y prostitutas tenían acceso a la cultura", cuenta Moreno. Da Vinci entra en contacto con las dos "reinas" de dicho universo: Sor Isabel de Villena, "una religiosa avanzada a su tiempo que sienta las bases del futuro misticismo posterior", y Joana La del Tintorer, "la gran meretriz del 'Solar de les Fembres'". Moreno, recordando a Joana, "que posiblemente había sido la amante de un jovencísimo Roderic de Borja 10 años antes", atribuye el origen del dicho valenciano "estar de puta mare" a que en la procesión que cada 15 de agosto recorría el burdel de Valencia las prostitutas desfilaban tras la virgen. "Ver a la puta y la 'mare' juntas era un augurio de buenas cosechas y de salud para los niños", concluye.
Dos siglos después, Leonardo descubre en Valencia un asombroso mundo femenino en una Edad Media donde la mujer era la encarnación del pecado y "sólo monjas y prostitutas tenían acceso a la cultura", cuenta Moreno. Da Vinci entra en contacto con las dos "reinas" de dicho universo: Sor Isabel de Villena, "una religiosa avanzada a su tiempo que sienta las bases del futuro misticismo posterior", y Joana La del Tintorer, "la gran meretriz del 'Solar de les Fembres'". Moreno, recordando a Joana, "que posiblemente había sido la amante de un jovencísimo Roderic de Borja 10 años antes", atribuye el origen del dicho valenciano "estar de puta mare" a que en la procesión que cada 15 de agosto recorría el burdel de Valencia las prostitutas desfilaban tras la virgen. "Ver a la puta y la 'mare' juntas era un augurio de buenas cosechas y de salud para los niños", concluye.
El Manuscrit 1204, por mucho que reincida en un territorio últimamente
tan trillado como la Edad Media y sus comparsas de templarios,
alquimistas y enigmas en piedra (o lienzo), se ha convertido en uno de los libros más curiosos de los publicados recientemente, pues siguiendo la estela de las nuevas tecnologías dispone de
códigos QR a través de los cuales se puede acceder a los documentos,
escenarios y paisajes aludidos en el texto y conocerlos visualmente. Una
interesante posibilidad para completar el trabajo de la imaginación.
El Autor:
Vicent Artur Moreno (Valencia, 1962). Es doctor en Comunicación
Audiovisual, licenciado en Arqueología, Historia del Arte y Periodismo.
Ha dado clases en diferentes universidades, doctorados y másteres sobre
Patrimonio. Guionista en radio y televisión en espacios culturales.
Autor de diferentes libros y discursos expositivos para instituciones
gubernamentales. También es autor del libro Otra historia de la misma
colección.
Artículo de Albert Ferrer y Orts y Rafel Montaner
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