El director Pedro Rosado, de Petrés, y autor del único filme a competición en Berlín 2012, rueda al tiempo que Clooney pero a 'low cost' en varios municipios del Camp de Morvedre
El director Pedro Rosado, con parte del equipo de rodaje de su nueva película. |
Parafraseando el anuncio de café que protagoniza el célebre actor estadounidense, podría decirse que "¡Pedro Rosado is inside!"
para llamar la atención sobre lo que hace un cineasta valenciano,
mientras Clooney tenía que protegerse de la popularidad durante su
estancia en Valencia. "Se me ocurre que con un minuto suyo, yo puedo
hacer una superproducción", bromea Rosado, para quien es "la primera
vez" en rodar a tan bajo coste. Tiempos de austeridad, dicen.
"Todo se está viniendo abajo, pero no voy a dejar de hacer cine",
proclama. "Estamos cargándonos la economía como base para hacer cine",
asegura, "aunque la tecnología actual nos permite gastar lo mínimo y
conseguir calidad". Eso sí, para comer, bocadillos.
"No se trata ya de trabajar en cooperativa, sino en fórmulas de
participación", reflexiona, "de manera que al final, todos somos
propietarios del producto".Tanto el director valenciano, como la
guionista y productora, Lilian Rosado y la escuela de cine saguntina Pez
en el Agua se han "adaptado a esta forma de producción", asegura.
Una de las consecuencias de la producción a bajo coste es trabajar
con actores que no tienen experiencia en el cine, todos de la comarca.
Aunque por razones diferentes, "sólo había trabajado así en el Sahara",
afirma.
Naranjas de la China parte del asesinato del cacique de un
pueblo por sus propios hijos y se acaba convirtiendo en una experiencia
de "cine dentro del cine". Su director explica que hay tres miradas en
esta película: "La mirada propia de los personajes de ficción; la de los
actores que los interpretan y la de un grupo teatral que representa esa
misma historia sobre un escenario".
Con apenas cuatro semanas de rodaje, Pedro Rosado ha concluido esta
fase de película. La economía de resistencia acota los tiempos en el
Morvedre mientras en la Ciudad de las Ciencias ocupa más o menos ese
tiempo montar y desmontar toda la infraestructura de Tomorrowland
para que estuviera lista cuando George Clooney llegara. "¿Cómo lo voy a
mirar?, con cierta envidia", responde Pedro Rosado, mientras se prepara
para comenzar el montaje de su película. "Nuestra forma de existir es
hacer cine", resume.
Un curriculum muy próligo
Un curriculum muy próligo
Pedro Rosado es director
de cine y televisión, y sus primeros pasos los dió en 1983 cuando realizó un documental para TVE sobre la
reconversión industrial de Sagunto (Valencia) titulado El mejor acero del mundo. Dos años después dirige, también para la cadena estatal, trece reportajes de media hora de duración titulados Pueblos (1985). En 1989 presentó seis programas del espacio musical Solfa íntima.
En los años 90 se pasó al medio fílmico para dirigir diversos documentales: Vivir en la guerra (1993), Juegos de niños (1993) y Miradas en la guerra (1993), sobre el conflicto bélico de Bosnia-Hercegovina; Chiapas: el dolor del sueño (1994), basado en la revuelta armada encabezada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el estado de mexicano; El sueño de la media luna (1996), sobre el pueblo saharaui; Nicaragua: lejos de los focos (1997), y Peligrosidad social (1998), trabajo emitido por Canal+ sobre la homosexualidad.
En el año 2000 estrena el documental Las cenizas del volcán, una coproducción entre España y México sobre la revuelta zapatista en el estado mexicano de Chiapas –ya trató este tema en Chiapas: el dolor del sueño (1994)–.
Por esta obra, Pérez Rosado recibió la Mención Especial en el
Festival de Cine de La Habana (Cuba). También retomó el conflicto del
Sáhara en el drama de ficción Cuentos de la guerra saharaui (2004).
Agua con sal
(2005) es un filme sobre la inmigración ilegal en España con el que el
cineasta valenciano recibió el Premio Especial de los Premios Turia.
Cuenta la historia de una muchacha cubana que llega a España con una
beca de estudios y que, al cabo de un tiempo, se convierte en una
inmigrante ilegal. La película también recibió el Premio Llave de la
Libertad en el Festival Iberoamericano de Huelva.
En 2008 codirigió, junto a Lilian Rosado González, el drama La mala, película biográfica de la cantante cubana La Lupe.
Rosado fue el único director español que estuvo en el Festival de Berlín de 2012 con una película a competición. Fue con Wilaya, donde trabajó con actores saharauis y obtuvo el premio a la mejor banda sonora en el Festival de Málaga.
Fuente: El País
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