Desde hace unos días, ya está a la venta la ópera prima de esta Guía de Turismo turolense, que recoge historias reales ligeramente ficcionadas, sobre el amor en tiempos de Guerra. Y algunas con las tierras del Palancia como escenario de fondo.
Que escribir sobre la Guerra Civil está de moda, es una realidad. Pero que sobre un tema tan violento, triste y desagradable se busque sacar algo bonito y romántico, es una novedad. Y eso es lo que ha pretendido Almudena Monferrer, una turolense apasionada por la historia que acaba de publicar ¿Hay amor en la guerra?, una serie de veinte relatos breves ambientados en la guerra civil a su paso por Teruel donde el amor, en su más amplio sentido, es lo único capaz de salvar de las llamas a sus protagonistas.
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La autora ha intentado con ello demostrar que no hay nada en donde el amor no pueda encontrarse, y que lo único bello, lo único valioso que puede sacarse de algo tan dramático como una guerra es precisamente eso, el amor en sus distintas maneras. En una guerra se pone de manifiesto que todas las personas necesitamos sentir amor de una manera profunda y diversa, a veces incluso hacia un desconocido, pues en los momentos más duros y peligrosos, el ser humano tiende a agarrarse al sentimiento más puro, y ese es el amor en su ámbito más extenso.
De esta manera, episodios tan dramáticos como el bombardeo de Alcañiz (similar al de Gernika), los fusilamientos que tuvieron lugar en Rubielos de Mora, las evacuaciones de civiles, etc. tantas veces documentadas y leídas, ahora aparecen plasmadas desde un punto de vista distinto, para extraer algo bello de todo lo que pasó.
Alguno de estos relatos nos trae hasta estas tierras del Alto Palancia: El relato nº 4 ¿Quién es quién?, que tiene lugar en Jérica; el relato nº12 En algún lugar, es una historia real vivida por el abuelo de una amiga de la autora, que junto con sus hermanos, fueron adoptados por tres familias de Segorbe; y el relato nº18 12000 (Segorbe). que trata de la evacuación de los civiles que se alojaron en esta población.La autora, guía de turismo turolense que ha aprovechado su formación y documentación para lanzarse a esta aventura, (como algunos otros de este nuestro gremio), confiesa que todavía tiene mucho que aprender como escritora, que una cosa es tener una buena historia en la cabeza y otra conseguir plasmarla completamente en el texto, y además de forma que sea interesante y divertido leerla, pero consideró que estos textos podían gustar a mucha gente, cuyos familiares seguramente vivieron historias parecidas, y por eso decidió compartirlos, pues podían ser interesantes para otras personas.
De hecho, ya tiene a medias una especie de segunda parte, con mucha gente conocida para ella; y un proyecto más ambicioso en forma de novela larga, ambientada un poco antes de la guerra civil, que versará sobre la línea de ferrocarril de Alfambra, por la que nunca pasaron trenes.
SINOPSIS: Relatos sobre cómo el amor, en todas sus facetas, es lo único bello que se puede extraer de la Guerra Civil Española. En una guerra no hay buenos ni malos, porque el dolor, la desesperación, la tristeza... se viven en ambas facciones. En esta época tan convulsa de los años 30 todo el mundo había sufrido de una parte o de otra, todos habían sido víctimas o verdugos en esas circunstancias bélicas. A través de estas historias basadas en hechos reales, adornadas con mi toque de ficción, se puede extraer una hermosa conclusión: ama porque la más bonita de las lecciones de la vida es percibir que hay besos que no se pueden frenar ni con los mordiscos de las balas.
Mil gracias de corazón, por esta reseña tan bonita. Espero que con estos relatos se pueda dar a conocer la parte más hermosa que se puede extraer de una guerra: y es que hay besos que no pueden ser frenados ni con los mordiscos de las balas.
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