Unas imágenes que valen más que mil palabras a la hora de describir el gran desastre que ha sufrido la comarca del Alto Palancia a causa del fuego.
Mucho se ha escrito y "visto" por televisión durante la pasada semana sobre el incendio forestal que ha arrasado una buena parte de las comarcas de Los Serranos y Alto Palancia. Pero no ha sido hasta ahora, cuando por fin la Guardia Civil ha dejado libre el acceso a los caminos y carreteras de las zonas afectadas, cuando los que vivimos en estas tierras hemos podido finalmente hacernos una verdadera idea de lo que realmente se ha perdido.
Mucho se ha escrito y "visto" por televisión durante la pasada semana sobre el incendio forestal que ha arrasado una buena parte de las comarcas de Los Serranos y Alto Palancia. Pero no ha sido hasta ahora, cuando por fin la Guardia Civil ha dejado libre el acceso a los caminos y carreteras de las zonas afectadas, cuando los que vivimos en estas tierras hemos podido finalmente hacernos una verdadera idea de lo que realmente se ha perdido.
Tras una vuelta por buena parte de lo quemado (recorrerlo todo llevaría días), os muestro unas fotografías de cómo ha quedado nuestro antaño magnífico patrimonio natural:
El paisaje es desolador. Los montes que antaño lucían sus colores vivos, hoy no son mas que negros y grises de los tizones y carbones que han quedado de ellos. E incluso se ha avistado durante nuestro viaje tres columnas de humo que salían de los rescoldos, de las que se ha dado cuenta a las numerosas patrullas de bomberos y brigadistas que siguen recorriendo el perímetro afectado.
Aunque de tanto en tanto, se observa alguna parcela salvada de la tragedia, por aquello de haber sabido tener el campo limpio para evitar desgracias. Ay! si los políticos escucharan a las voces sabias de nuestros mayores cuando dicen aquello de que "el fuego se debe apagar en invierno, no en verano".
Y se observa perféctamente por dónde se ha querido trabajar para proteger parte de un conjunto mayor.
El silencio es absoluto y las muestras de vida más bien nulas, aunque las hay.
Y eso que también hay que agradecer la buena fe de algunos, que han tirado maiz y pan duro en zonas totalmente carbonizadas con el fin de atraer a algún animal a repoblar la zona.
Una zona, por cierto, que todavía se estaba recuperando del otro gran incendio que asoló las mismas montañas y partidas hace casi 20 años.
Pero no solo el patrimonio natural ha sido perjudicado. Nuestras masías han visto muy mermadas sus tierras a causa del fuego, que se ha quedado a escasos metros de ellas, cuando no las ha calcinado por completo.
Igual suerte han corrido los molinos de Alcublas, que después de los
esfuerzos que recientemente han hecho los vecinos y el consistorio por
su rehabilitación y puesta en valor, han sido devorados por las llamas.
Un ejemplo de lo que se podría haber logrado si se hubiese dejado intervenir a los vecinos y voluntarios de la zona lo encontramos en el entorno del Santuario de la Cueva Santa, que tan bien nos ha mostrado gráficamente el amigo Luis Gispert en su blog "Un soñador por las cumbres, del que he extraido las dos imágenes que siguen a estas líneas a modo de ejemplo, aunque os invito a que veais el conjunto de instantáneas y leais las sensaciones que nos describe en su entrada "Tras las huellas del fuego", muy parecidas a las que vivimos nosotros al contemplar tanta devastación.
Pero afortunadamente, no todo son malas noticias. Los cascos urbanos de Alcublas, Sacañet, Teresa, Bejís, Jérica y Altura han quedado "bastante" alejados de las llamas, y las evacuaciones se entende que se realizaron más como precaución y evitar males mayores que por necesidad perentoria. Sí les ha quedado algo más cerca a algunas pedanías, corrales, granjas y casetas, pero sin llegar a las viviendas, salvo alguna escasa excepción.
También hemos de relajarnos al ver por nosotros mismos cómo algunas perdidas que nos habían contando no han sido tales, como ha ocurrido con las montañas y entorno que rodean la Peña Escabia, la partida de Benaval y El Sargal de Viver y Jérica, las montañas inmediatas a Jérica (pues desde la carretera N-234 no se ve nada negro alrededor), o los Pocicos de la Mena, aunque las llamas a este último no han quedado muy lejos.
Nuestro apoyo y solidaridad para todos los vecinos y afectados. Gracias por vuestra labor informativa. SALUDOS A TODOS DESDE NAVAJAS... Y MUCHO ANIMO PARA AFRONTAR LA RECUPERACION!
ResponderEliminarGracias por este extraordinario documento fotográfico Jose Ángel. En el se puede comprobar la magnitud de la tragedia con estas imágenes tan funestas que encojen el corazón. Pero sobretodo gracias por las buenas noticias que nos traes sobre lo que se ha salvado. No todo podían ser malas noticias. Como ya te he dicho por correo, esperemos volver a verlo algún día de manera parecida a como era hace tan solo unos días. Y sobre todo espero que al menos nuestros hijos puedan volver a disfrutarlo. Saludos
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