Si la localidad de Alfara de la Baronía sorprendia el año pasado anunciando su cambio de denominación para evitar ser confundida con su vecina Algimia de Alfara, o poniendo en marcha un Museo Etnológico con piezas aportadas por los vecinos, que poco a poco ha ido ampliando sus fondos, este año de 2010 el protagonista va a ser Joaquín Oliet, el artista que dejó su huella en la Iglesia de San Agustín Obispo de esta pequeña localidad de la baronía.
Discipulo de maestros como José Vergara, Salvador Maella o el segorbino José Camarón Boronat, el pintor morellano Joaquín Oliet Cruella (Morella, 1775 – Onda, 1849) realizó para diversas parroquias valencianas, castellonenses y alicantinas una prolífica decoración mural, en la que es palpable una intensa cultura visual.En las obras de Oliet predominan los colores vivos, la claridad, sobre todo en los frescos, siendo un hombre profundamente enamorado de su profesión, de la que llegó a convertirse en maestro. Pintó mucho y trabajó incansablemente en la pintura religiosa. Especialmente interesante es la serie de Padres de la Iglesia Latina u Occidental, que realizó para la decoración de algunas de estas iglesias, que muestran en sus cúpulas, presbiterios y lienzos de pared, con variantes, idénticas composiciones a las que se atribuyen a Francisco de Goya en Calatayud, Muel y Remolinos.
A la Iglesia Parroquial de San Agustín de Alfara de la Baronía llegaría entre 1809 y 1810 acompañando a su primo Joan Oliet, que ejercía de párroco en esta localidad. A partir de entonces, pocos lienzos del templo quedaron libres de su arte: el Baptisterio, toda la bóveda de la nave de la iglesia y del crucero, las pechinas de la cúpula, el presbiterio, los tondos de la puerta...
Pero no fue el único templo de la comarca en la que legó su maestría. Las pinturas de la Capilla de la Comunión o de la Purísima de la Iglesia de San Jaime Apóstol de Petrés, y las de otras parroquias de la provincia de Castellón como las de Vall de Uxó, San Mateo, Castellón, Almazora, Morella o Vinaróz conservan parte de su legado.
Y esa riqueza es la que Alfara oferta a todo aquel que se acerque a su iglesia, en la que conferencias, exposiciones, conciertos y visitas guiadas se convinarán para conmemorar a este importante artista.
Pero no fue el único templo de la comarca en la que legó su maestría. Las pinturas de la Capilla de la Comunión o de la Purísima de la Iglesia de San Jaime Apóstol de Petrés, y las de otras parroquias de la provincia de Castellón como las de Vall de Uxó, San Mateo, Castellón, Almazora, Morella o Vinaróz conservan parte de su legado.
Y esa riqueza es la que Alfara oferta a todo aquel que se acerque a su iglesia, en la que conferencias, exposiciones, conciertos y visitas guiadas se convinarán para conmemorar a este importante artista.
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