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jueves, 8 de agosto de 2024

EN BUSCA DE FINANCIACIÓN PARA ACONDICIONAR EL SANTUARIO DE LA CUEVA SANTA

Altura urge subvenciones y nuevos estatutos para salvar la hospedería y el bar del santuario de la Cueva Santa Ambas instalaciones acumulan décadas cerradas por su mal estado. El Ayuntamiento busca apoyo de Diputación y del Consell para no perder el patrimonio del Obispado

El fervor y la devoción por la patrona de la diócesis de Segorbe-Castellón no se ve fielmente reflejado en el estado de conservación del templo que da refugio a la virgen. Las instalaciones del santuario de la Cueva Santa de Altura siguen deteriorándose año tras año ante los atribulados ojos de alturanos y creyentes de toda la provincia, que temen que si no se actúa pronto para conservar los diferentes espacios que complementan al santuario no se llegue a tiempo de recuperar uno de los patrimonios históricos y religiosos más importantes de la región. 

Actualizar los estatutos del patronato del santuario y conseguir el compromiso económico de instituciones supramunicipales como la Generalitat Valenciana y la Diputación de Castellón son algunas de las claves para salvar la situación, en opinión del Ayuntamiento de Altura, que nunca ha dado la espalda a las tareas de restauración y la puesta en valor del santuario, la hospedería y el restaurante, pero sus recursos son muy limitados y es muy difícil justificar inversiones en una propiedad que no es de titularidad pública, por lo que tampoco tienen toda la libertad que quisiera para solicitar subvenciones supramunicipales, ante la falta de compromiso por parte del propietario de las instalaciones, el Obispado. 

El principal problema en este sentido, es que los estatutos del patronato se remontan a poco después de la Guerra Civil y se encuentran totalmente desfasados. Según los mismos, el órgano que cuenta con dos miembros en representación del Ayuntamiento de Altura, es totalmente consultivo y la decisión final siempre es del párroco, que ostenta la presidencia y que, al parecer, es renuente a nuevas inversiones. 

En los últimos meses la primera edil se ha reunido con miembros de la Diputación de Castellón y del Consell para trasladar toda la problemática, de forma que ahora tan solo resta cruzar dedos y esperar la respuesta.

Así, el tema se ha convertido en una lucha continua para Altura y alrededores. Desde el pueblo no se cansan nunca de insistir, al Obispado y a otras administraciones como la Diputación de Castellón o la Generalitat Valenciana, de que urge una actuación para frenar el deterioro y para poner en valor el santuario. Y es que la falta de acción pone en peligro también algunas pequeñas mejoras que se realizaron en la pasada legislatura y los gigantescos esfuerzos que lleva años realizando el consistorio.

Cabe recordar que el ayuntamiento invirtió hace doce años, en 2008,71.000 euros de fondos propios para la elaboración del Plan Director del santuario, una hoja de ruta para la rehabilitación y puesta en valor del santuario y sus instalaciones que lleva desde entonces en manos del Obispado sin que se hayan realizado grandes avances.

De hecho, la última gran inversión realizada en el santuario se remonta a 2018 y corrió a cargo de la Conselleria de Vivienda y Obras Públicas. La actuación, por valor de más de 370.000 euros, sirvió para rehabilitar la hospedería con la instalación de nuevos forjados y la renovación de la cubierta. Sin embargo, el exterior del edificio se encuentra muy descorchado y da una impresión de estar muy deteriorado a los visitantes. De hecho, si no se sigue con la rehabilitación, la estructura volverá a deteriorarse. 

Así se lo explicó la alcaldesa de la localidad, Rocío Ibáñez, a la delegada del consell, Susana Fabregat, en una reciente visita que esta última realizó al municipio.

Cabe recordar que el entorno del santuario de la Cueva Santa, patrona de la diócesis –y de los espeleólogos– y uno de los lugares de culto más emblemáticos de nuestra provincia, está compuesto por el templo que alberga la imagen de la virgen, una hospedería y un restaurante. Y a pesar del gran volumen de visitas que sigue recibiendo el santuario cada año, los dos últimos espacios se encuentran en mal estado de conservación y cerrados al público desde hace décadas. Ello, con el consiguiente agravio que supone para el municipio del Alto Palancia, que no puede beneficiarse indirectamente de lo que podría suponer un importante revulsivo para toda la comarca y que asiste resignado –y apesadumbrado– al deterioro de su patrimonio. 

Fuente: El Mundo

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