La lucha de este municipio rural escondido en la Sierra Calderona por salvar el horno de su pueblo se ha hecho viral por redes sociales, buscando quien alquile este negocio dotado de toda su maquinaria.
El objetivo es encontrar un nuevo hornero que regente el único horno de leña que hay, y para ello se está recurriendo a las redes sociales publicitando el puesto y facilitando el teléfono de contacto y las condiciones, que aparecen en el cartel compartido.
Que los vecinos se queden sin horno es un gran problema, pues el servicio de pan más cercano se encuentra a 20-25 minutos, lo cual dificulta a la gente mayor que no dispone de vehículos y a otros tantos no tan mayores que tampoco. Durante las épocas en que el horno ha cerrado, Gátova ha sido un pueblo con menos vida, porque las personas no se comunicaban tanto y perdían un servicio vital.
De momento, gracias a la gestión del Ayuntamiento y a la voluntad de ayudar contra la despoblación de Amparo, la actual propietaria del horno Amparin, y de Julián, del Horno y Pastelería 'el Ensanche' se ha conseguido contar con un servicio de pan tres días a la semana, pero no es la solución, ya que es temporal, y con la llegada del invierno la gente consume mucho más pan.
Así pues, desde el consistorio buscan que la persona que se quede con el horno deba sentirlo como suyo, y que debe tener un relativo don de gentes, pues el establecimiento es punto de referencia del pueblo, en el que profundizar en ese componente socializador entre vecinos y gente que viene de fuera.
Con todas estas premisas, les deseamos una pronta solución al problema para que Gátova sea nuevamente un lugar digno para poder vivir y que cuente con todas las dotaciones y atenciones para poder fijar la población y animar a la llegada de nuevas personas, sea de paso, o con idea de quedarse.
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