EL viejo olmo bicentenario de Castellnovo |
El actual equipo de gobierno de Castellnovo, consciente de la desolación del pueblo por
la pérdida del centenario olmo plantado en 1812, referente y
seña de la población que enfermó y murió por la grafiosis en 2012, y fue arrancado y talado en junio de 2013, no ha cejado
en su empeño de informarse y de preocuparse para que en su lugar pudiera
haber un digno sucesor de su misma especie, de forma que la Plaza del
Olmo no pierda ni su encanto ni su nombre.
Foto: Chelo Torrejón |
Y es que existe la posibilidad de que la Plaza del Olmo pueda estar de nuevo presidida por un olmo, que sustituya al actual árbol -que fue una solución en su momento-, y lo puede hacer en apenas unas semanas. Los avances de la biología y de la ciencia van a permitir restituir un árbol de las mismas características que el lamentablemente desaparecido, con la diferencia de que ahora hay garantías de resistencia frente a la enfermedad. Hay un halo de esperanza: la Plaza del Olmo puede de nuevo hacer honor a su nombre.
Colocación del tilo que ahora preside la plaza |
Según el profesor Gil Sánchez, este mes de enero sería el más propicio para la sustitución de los árboles, para que el actual árbol, el tilo, todavía joven, no profundice más en la tierra y pueda ser extraído sin desperfectos ni en las instalaciones ni en las raíces del mismo, y pueda ser replantado en alguno de los espacios verdes municipales, donde seguiría creciendo durante las próximas décadas.
De esa manera, si todo avanza según lo previsto, será el próximo día 28 de enero cuando algunos miembros del equipo del “Proyecto Life+” se trasladarán desde Madrid con un nuevo y joven olmo para realizar el proceso de plantación. A su vez, realizarán una pequeña charla explicativa para informar más detalladamente sobre esta nueva especie de olmos resistentes a la grafiosis.
Desde el ayuntamiento de Castellnovo, se invita a vecinos y visitantes a asistir a este momento histórico para la población, pues se espera y desea la colaboración de todos los vecinos para que el nuevo olmo pueda acompañar durante décadas el devenir diario de la localidad, y llegue pronto a alcanzar las dimensiones de aquel viejo olmo.
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