El hallazgo se ha producido durante este mismo mes, mientras se ultiman los trabajos de reconstrucción de la Cubierta de la Iglesia Mayor de Valldecrist, financiado por la Consellería de Cultura.
La Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte, está a
punto de concluir las obras de reconstrucción de la cubierta de la nave
de
la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, perteneciente al conjunto
monástico de la Cartuja de Valldecrist, en Altura, a las que ha
destinado
218.000 euros.
Durante varios meses, la
conselleria ha llevado a cabo una serie de actuaciones encaminadas a la
recuperación de este enclave con el objetivo de ponerlo en valor y darlo
a conocer a los ciudadanos. En concreto, la intervención que se está
llevando a cabo permitirá recubrir la nave de la iglesia, que se
encontraba al aire libre desde los años de la desamortización de
Mendizábal de 1835
Diversas imágenes de la evolución de las obras de cubrición de la Iglesia Mayor
Asimismo, las actuaciones llevadas a cabo este mismo mes de enero han
puesto al descubierto la cimentación del posible atrio de la iglesia
mayor, con una anchura de cerca de 7 metros, que ha sido llevada a cabo
por el arqueólogo de las obras de la Cartuja de Valldecrist, Rafael
Martínez. El hallazgo ha sorprendido a los responsables de su excavación, pues es mayor de lo que se tenía estudiado.
Ahora faltará ver si se ejecuta la reconstrucción en mecanotubo que se propuso en el proyecto, o se realiza algún tipo de actuación para, si toca volverla a soterrar, al menos quede visible para mejorar la comprensión de la fachada de la Iglesia Mayor. Todo dependerá del presupuesto que reste o si la Consellería decide ampliar algo más la inversión para ponerla en valor.
La función de este átrio, obra del maestro segorbino Miguel Magaña en 1522, sería la de proteger el grupo escultórico atribuido a Nicolas de Bussy y que representa a San Juan Bautista, la Virgen de la Asunción con el Niño y San Bruno, patronos de la Orden. Para su construcción se hubo de sacrificar el amplio y bello rosetón gótico del frontis de la iglesia, dejándolo como una vulgar ventana rectangular.
Bajo él, y flanqueando sus bordes inferiores y la puerta de entrada, cabe destacar los dos escudos de armas de sus fundadores; uno perteneciente al rey Martín I y el otro a su esposa Doña María de Luna, verdaderos valedores de la construcción de este cenobio, quinto de la orden en España y que se remonta a 1385. También se observan dos de los cuatro animales que representan a los cuatro evangelistas, que servirían de decoración al tramo central del átrio.
Bajo él, y flanqueando sus bordes inferiores y la puerta de entrada, cabe destacar los dos escudos de armas de sus fundadores; uno perteneciente al rey Martín I y el otro a su esposa Doña María de Luna, verdaderos valedores de la construcción de este cenobio, quinto de la orden en España y que se remonta a 1385. También se observan dos de los cuatro animales que representan a los cuatro evangelistas, que servirían de decoración al tramo central del átrio.
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