El Morvedre hebreo vuelve a la vida gracias a las plumas de dos de las mejores escritoras de novela histórica de España.
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Recientemente ha llegado a mis manos y he tenido el placer de leer, un libro en el que sus autoras han vuelto a incluir y devolver a la vida en sus páginas el pasado de una población palantina .
El libro en cuestión es la novela titulada "Perlas para un Collar", escrito por dos autoras de renombre, como son Ángeles de Irisarri, que ha sido la encargada de escribir las diez historias de mujeres cristianas; y Toti Martínez de Lezea que ha hecho lo propio con las diez de judías. Las diez historias de moras se las han repartido a partes iguales.
Entre ambas plumas –quizá las más representativas de la novela histórica
en España– han sacado a la luz treinta narraciones cortas que
transcurren en la época medieval, un dilatado periodo durante el cual la convivencia entre los seguidores
de las tres culturas y las tres religiones no fue en todo momento pacífica. El punto de
vista femenino, desde el que se abordan estas narraciones, reflejan, además, cómo discurría la vida cotidiana de las protagonistas, y nos sitúa en
los márgenes de la historia oficial, independientemente de la religión
de sus protagonistas y de que pertenezcan a la nobleza o al pueblo
llano.
El resultado es muy atrayente y muestra un vivo retrato de aquella desconocida sociedad medieval que en los reinos de España fue tan plural. Una época de la que hay mucho que aprender, tanto para imitar como para evitar.
El resultado es muy atrayente y muestra un vivo retrato de aquella desconocida sociedad medieval que en los reinos de España fue tan plural. Una época de la que hay mucho que aprender, tanto para imitar como para evitar.
Pero no solo eso. En varias de sus historias, concretamente en tres, se menciona a una localidad palantina en algún momento de la narración, e incluso una de las historias discurre en este municipio. Se trata de la ciudad de Murviedro, hoy Sagunto, que aparece directa o indirectamente en el libro, y como ya se ha escrito, es en la que discurre la historia de Débora, que llega a la judería saguntina en el año 830 d.C (4591 del calendario hebreo) como esclava tras un largo periplo por el Mediterráneo, y termina... bueno, eso no lo cuento. Mejor lo leeis.
Las otras dos historias en los que se cita a la capital del Camp de Morvedre son las protagonizadas por la musulmana Mariam, que transcurre en la ciudad de Valencia durante el año 1255; y la de Nabila, también musulmana, que residía en el Teruel de 1412. Una historia esta, por cierto, en la que se narran dos versiones de la historia de Los Amantes de Teruel, según cristianos y musulmanes.
En fin, un libro entretenido en el que cada autora, con su peculiar modo de escribir, nos muestran un atrayente y vívido retrato de aquella sociedad, que hoy, por su lejanía, resulta tan ajena como desconocida
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