La Recreación de la Guerra de Espadán atrajo de nuevo a numerosos curiosos a esta localidad enclavada en el Parque Natural de la Sierra de Espadán.
La Vall de Almonacid regresó el pasado domingo al siglo XVI para celebrar la segunda edición de la Recreación Histórica de la Guerra de Espadán, un acontecimiento bélico ocurrido hace 485 años que conviritió a esta comarca palantina en el punto de mira imperial, tras el alzamiento morisco de los habitantes de la sierra de Espadán.
Fue el año pasado cuando, debido a la celebración del 400 aniversario de la Carta puebla de Vall de Almonacid, se decidió recrear parte de la historia de esta localidad escenificando la Guerra de Espadán, un acontecimiento que supuso la expulsión de muchos de sus habitantes, y a los que el pasado año se quiso rememorar.
Y es que aunque una guerra nunca es algo agradable que recordar, los miembros de la Asociación Napoleónica Valenciana "Tercio Viejo de Lombardía" y "Moriscos Sublevados del Reino de Valencia", ataviados con los uniformes, vestidos y armas típicas de la época supieron revivir ante el público asistente la batalla definitiva que enfrentó un miércoles santo de 1526 a las tropas cristianas capitaneadas por el Duque de Segorbe con las tropas levantiscas de los moriscos de Espadán dirigidas por el algarino Garbau, autoproclamado "Selim Al-manzor".
El campo de combate fueron la Plaza de la Iglesia y diferentes calles de la población, que aprovechando los desniveles del terreno, se convirtieron por un momento en las montañas que conforman la Sierra de Espadán y en que poco a poco iban tomando los soldados alemanes ante el repliegue morisco, que finalmente fue derrotado en otra batalla librada entre la fuente de La Rodana y el pico de Espadán.
Tras la batalla llegó la rendición y ajusticiamiento de los cabecillas, el bautismo de los prisioneros y la imposición de la media luna azul que los distinguiría de los cristianos viejos; y la venta como esclavos de aquellos que se negaron a tomar las aguas del cristianismo así como la confiscación de sus bienes.
No obstante todavía quedaron muchos de aquellos moriscos por estas tierras, que desde entonces eran frecuentamente visitadas por monjes y religiosos que trataban de catequizar a estos cristianos nuevos, aunque con escaso éxito. Por ello, entre otras cosas, se decidiría en el año 1609 la expulsión de todos los musulmanes del Reino de Valencia, entre los que se encontraban los del Valle de Almonacid. La crisis económica y poblacional que ello supuso motivó que en 1610 el Conde de Aranda, señor del Valle, contratara a 65 familias aragonesas para ocupar el lugar de los moriscos, mediante un documento que se firmó en Ayr (Vall de Almonacid), hace ya 401 años.
Dos hechos históricos relacionados entre sí que han conseguido que por un día, esta preciosa localidad serrana se engalane para regresar al siglo XVI y convierta una guerra en todo un espectáculo escenográfico que esperamos se siga repitiendo en los próximos años.Texto y Fotos: Guía Cultural y de Turismo del Alto Palancia.
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