Navajas abre el Museo Manolo Rodríguez, en el que se ofrece una selección de 55 obras y cuatro dibujos del artista, que permiten al visitante realizar un itinerario por las principales fases de la vida creativa de este escultor palantino.
Navajas acaba de inaugurar el Museo Manolo Rodríguez, dedicado a la obra del escultor Manuel Rodríguez, hijo ilustre de esta población del Alto Palancia.
La nueva colección, organizada por la Fundación Bancajay ubicada en el edificio del antiguo Ayuntamiento, en la Plaza del Olmo número 1, permanecerá abierta al público hasta el 9 de enero de 2011, aproximando al público una cuidada selección de obras que permiten recorrer las distintas fases en la vida creativa del escultor, al que se le rinde homenaje por una de las carreras artísticas más fructíferas de la segunda mitad del siglo XX y la primera década del XXI.
Esta exposición antológica, comisariada por David Montolio Torán, realiza un completo itinerario por la trayectoria del reconocido artista de Navajas, tanto a través de la escultura de bulto redondo o en relieve, así como de algunos de sus dibujos. La estructura de la muestra se caracteriza por su orientación hacia la producción más intimista e inmediata del artista, sus obras en escayola, sus moldes, sus proyectos, así como posteriores modelos para los verdaderos tirajes en bronce.
Las obras expuestas permiten descubrir el juego de luces y sombras proyectado por Manolo Rodríguez sobre las figuras, descubriendo los caprichos de la naturaleza plasmados en los sugerentes y flexibles volúmenes a los que ha dado forma el artista. Su producción no ha estado ligada a una única codificación artística sino a varias, conformando inconscientemente una historia propia de las formas, marcada por un cierto temor a las vanguardias, que en ciertos momentos de su vida cultivó, y el amor por los cánones clásicos que siempre le han seducido.
El lirismo ha estado siempre presente en las composiciones de Manolo Rodríguez con claro predominio de la verticalidad y de la línea homogénea de los perfiles. El escultor ha cultivado temáticas como las maternidades, a caballo entre religión y humanidad, persistentemente en el recuerdo de su añorada infancia. Como muchos de sus contemporáneos, gran parte de su actividad artística se enfocó también hacia la imaginería religiosa, sobre todo tras el gran desastre que la guerra civil de 1936-1939 supuso para este patrimonio mueble, con la desaparición casi completa de todas las obras escultóricas en tierras valencianas.
En el acto de inauguración, el artista agradeció emocionado el apoyo y la atención a sus paisanos. Manuel Rodríguez no desaprovechó la ocasión para repasar su historial artístico, que comenzó en su pueblo natal siendo todavía «un niño y con el barro de la tierra local». Al acto también asistió el alcalde, José Vicente Torres, quien destacó la valía artística del ilustre hijo de Navajas, de cuya trayectoria «la población se siente orgullosa». También intervinieron representantes de la Fundación Bancaja, colaboradora en el museo, y de la Diputación de Castelló.
Tras los parlamentos, el artista y la reina de las fiestas descubrieron la lápida rotuladora del nuevo museo y cortaron la cinta de acceso al edificio, cuyas plantas vistaron por cientos de asistentes presentes en la fiesta.
Sin embargo, cabe resaltar que una de las características de la trayectoria escultórica del artista es la presencia pública de sus obras, en calles y plazas, siguiendo encargos municipales o institucionales. Es por lo que la obra de Manolo Rodríguez no sólo se ubica en el Museo que lleva su nombre.
Sus esculturas pueden verse en espacios públicos de localidades como Navajas, Segorbe, Mora de Rubielos, Vall d’Uixó, Chiva, Teruel o Valencia. Entre las ubicadas en la capital del Turia se pueden destacar obras como la estatua de Vinatea en la Plaza del Ayuntamiento, la del banderillero fallecido Manolo Montoliu en la fachada de la Plaza de Toros, la de Rafael Conde «El Titi», junto al Hotel Hesperia Parque Central, el monumento a Maximiliano Thous, y en breve será descubierto el busto del humorista Don Pío, que le ha sido recientemente encargado.
Otra obra dedicada a otro ilustre personaje del toreo es la recientemente inaugurada en Chiva, en la que se exhibe el monumento al torero Enrique Ponce, maestro natural de esta población.
Como ya se ha nombrado, los pueblos del Palancia también gozan entre sus calles con varias de sus entrañables obras, algunas de ellas convertidas en imágenes representativas de sus fiestas y leyendas. Segorbe es la ciudad en la que pueden verse más obras repartidas por sus calles. Entre ellas se hallan las esculturas que muestran la famosa Entrada de toros y caballos, al Obispo Luís Amigó frente a la Catedral, a la Reina María de Luna, en la plaza de las Monjas, el Labrador en la rotonda más próxima a Navajas, o una Ninfa en la rotonda frente a la Oficina de Bancaja de la Avenida España, encargada por esta entidad.
También su localidad natal cuenta con una obra suya, la de La Leyenda del Salto de la Novia, en la avenida dedicada a este escultor y que se dirige a este bucólico rincón de Navajas, que tan majestuosamente ha sido plasmada en la rotonda en la que se ubica.
Pero no solo en la escultura destaca Manolo Rodríguez. A él también se deben conocidos relieves como los dedicados a Max Aub, que luce orgullosa la Fundación que tiene dedicada en Segorbe, o el trofeo que anualmente ofrece la Peña Cultural Taurina de Segorbe al mejor ganadero de la semana de toros local.
Pero Manolo Rodríguez también ha dejado su huella artística fuera de España con obras como el monumento a Miguel Hernández en Buenos Aires (Argentina), el monolito en homenaje a Luis Monzonís en Dublín (Irlanda) o el Monumento al combatiente irakí en Bagdad (Irak), que supuso uno de los logros más importantes de su carrera, el Primer Premio del Concurso Internacional de Escultura convocado por el Gobierno de la República de Irak (1982) para la realización de un monumento a los soldados iraquíes, proyecto que fue premiado por delante de otros trescientos presentados por escultores de todo el mundo.
En definitiva. Que aunque el nuevo museo nos acercará un poco más a la vida y obra del escultor, para poder conocer más profundamente su trabajo abrá que realizar muchos kilómetros para observarla de cerca, aunque con esta entrada se las hemos tratado de acercar.
Exposición: Manolo Rodríguez Vázquez. Una visión retrospectiva.
Lugar: Museo Manolo Rodríguez de Navajas
Dirección: Plaza del Olmo, nº 1. Navajas.
Horario: Lunes: CERRADO
Martes a Sábado: Mañanas de 10,00 hrs. a 13,30 hrs.
Tardes de 17,00 hrs. a 20,00 hrs.
La nueva colección, organizada por la Fundación Bancajay ubicada en el edificio del antiguo Ayuntamiento, en la Plaza del Olmo número 1, permanecerá abierta al público hasta el 9 de enero de 2011, aproximando al público una cuidada selección de obras que permiten recorrer las distintas fases en la vida creativa del escultor, al que se le rinde homenaje por una de las carreras artísticas más fructíferas de la segunda mitad del siglo XX y la primera década del XXI.
Esta exposición antológica, comisariada por David Montolio Torán, realiza un completo itinerario por la trayectoria del reconocido artista de Navajas, tanto a través de la escultura de bulto redondo o en relieve, así como de algunos de sus dibujos. La estructura de la muestra se caracteriza por su orientación hacia la producción más intimista e inmediata del artista, sus obras en escayola, sus moldes, sus proyectos, así como posteriores modelos para los verdaderos tirajes en bronce.
Las obras expuestas permiten descubrir el juego de luces y sombras proyectado por Manolo Rodríguez sobre las figuras, descubriendo los caprichos de la naturaleza plasmados en los sugerentes y flexibles volúmenes a los que ha dado forma el artista. Su producción no ha estado ligada a una única codificación artística sino a varias, conformando inconscientemente una historia propia de las formas, marcada por un cierto temor a las vanguardias, que en ciertos momentos de su vida cultivó, y el amor por los cánones clásicos que siempre le han seducido.
El lirismo ha estado siempre presente en las composiciones de Manolo Rodríguez con claro predominio de la verticalidad y de la línea homogénea de los perfiles. El escultor ha cultivado temáticas como las maternidades, a caballo entre religión y humanidad, persistentemente en el recuerdo de su añorada infancia. Como muchos de sus contemporáneos, gran parte de su actividad artística se enfocó también hacia la imaginería religiosa, sobre todo tras el gran desastre que la guerra civil de 1936-1939 supuso para este patrimonio mueble, con la desaparición casi completa de todas las obras escultóricas en tierras valencianas.
En el acto de inauguración, el artista agradeció emocionado el apoyo y la atención a sus paisanos. Manuel Rodríguez no desaprovechó la ocasión para repasar su historial artístico, que comenzó en su pueblo natal siendo todavía «un niño y con el barro de la tierra local». Al acto también asistió el alcalde, José Vicente Torres, quien destacó la valía artística del ilustre hijo de Navajas, de cuya trayectoria «la población se siente orgullosa». También intervinieron representantes de la Fundación Bancaja, colaboradora en el museo, y de la Diputación de Castelló.
Tras los parlamentos, el artista y la reina de las fiestas descubrieron la lápida rotuladora del nuevo museo y cortaron la cinta de acceso al edificio, cuyas plantas vistaron por cientos de asistentes presentes en la fiesta.
Sin embargo, cabe resaltar que una de las características de la trayectoria escultórica del artista es la presencia pública de sus obras, en calles y plazas, siguiendo encargos municipales o institucionales. Es por lo que la obra de Manolo Rodríguez no sólo se ubica en el Museo que lleva su nombre.
Sus esculturas pueden verse en espacios públicos de localidades como Navajas, Segorbe, Mora de Rubielos, Vall d’Uixó, Chiva, Teruel o Valencia. Entre las ubicadas en la capital del Turia se pueden destacar obras como la estatua de Vinatea en la Plaza del Ayuntamiento, la del banderillero fallecido Manolo Montoliu en la fachada de la Plaza de Toros, la de Rafael Conde «El Titi», junto al Hotel Hesperia Parque Central, el monumento a Maximiliano Thous, y en breve será descubierto el busto del humorista Don Pío, que le ha sido recientemente encargado.
Otra obra dedicada a otro ilustre personaje del toreo es la recientemente inaugurada en Chiva, en la que se exhibe el monumento al torero Enrique Ponce, maestro natural de esta población.
Como ya se ha nombrado, los pueblos del Palancia también gozan entre sus calles con varias de sus entrañables obras, algunas de ellas convertidas en imágenes representativas de sus fiestas y leyendas. Segorbe es la ciudad en la que pueden verse más obras repartidas por sus calles. Entre ellas se hallan las esculturas que muestran la famosa Entrada de toros y caballos, al Obispo Luís Amigó frente a la Catedral, a la Reina María de Luna, en la plaza de las Monjas, el Labrador en la rotonda más próxima a Navajas, o una Ninfa en la rotonda frente a la Oficina de Bancaja de la Avenida España, encargada por esta entidad.
También su localidad natal cuenta con una obra suya, la de La Leyenda del Salto de la Novia, en la avenida dedicada a este escultor y que se dirige a este bucólico rincón de Navajas, que tan majestuosamente ha sido plasmada en la rotonda en la que se ubica.
Pero no solo en la escultura destaca Manolo Rodríguez. A él también se deben conocidos relieves como los dedicados a Max Aub, que luce orgullosa la Fundación que tiene dedicada en Segorbe, o el trofeo que anualmente ofrece la Peña Cultural Taurina de Segorbe al mejor ganadero de la semana de toros local.
Pero Manolo Rodríguez también ha dejado su huella artística fuera de España con obras como el monumento a Miguel Hernández en Buenos Aires (Argentina), el monolito en homenaje a Luis Monzonís en Dublín (Irlanda) o el Monumento al combatiente irakí en Bagdad (Irak), que supuso uno de los logros más importantes de su carrera, el Primer Premio del Concurso Internacional de Escultura convocado por el Gobierno de la República de Irak (1982) para la realización de un monumento a los soldados iraquíes, proyecto que fue premiado por delante de otros trescientos presentados por escultores de todo el mundo.
En definitiva. Que aunque el nuevo museo nos acercará un poco más a la vida y obra del escultor, para poder conocer más profundamente su trabajo abrá que realizar muchos kilómetros para observarla de cerca, aunque con esta entrada se las hemos tratado de acercar.
Exposición: Manolo Rodríguez Vázquez. Una visión retrospectiva.
Lugar: Museo Manolo Rodríguez de Navajas
Dirección: Plaza del Olmo, nº 1. Navajas.
Horario: Lunes: CERRADO
Martes a Sábado: Mañanas de 10,00 hrs. a 13,30 hrs.
Tardes de 17,00 hrs. a 20,00 hrs.
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