La iglesia que fue comprada por 400 pesetas hace décadas frena ahora su deterioro en Quart de les Valls al iniciar el ayuntamiento una rehabilitación para su peculiar Casa de Cultura del siglo XVII que es patrimonio nacional
La peculiar Casa de Cultura de Quart de les Valls se está poniendo a punto. Considerada monumento histórico-artístico nacional, esta iglesia desacralizada del siglo XVII vive ahora unas obras de rehabilitación decisivas para garantizar su conservación y poder abrirlo, en un futuro, a visitas guiadas.
El gran deterioro detectado en su cubierta y en su campanario han hecho impulsar esta intervención pues, a juicio del arquitecto redactor del proyecto, pese a su significativo valor patrimonial, el edificio se encontraba en un estado de conservación pésimo, y de máxima urgencia tras los últimos temporales de lluvias sufridos en la zona, causando todavía más desperfectos y humedades.
Ese análisis detectó además suciedad y erosión generalizada, deformaciones, grietas y fisuras, desprendimientos, que provocaban humedades que dejaban la piedra ennegrecida, así como pérdida general de material, de junta y de acabado. A esto se sumaban numerosas goteras, ya sea en el interior del inmueble como en su campanario, carpintería en mal estado, así como plantas parásitas dañinas para los distintos materiales.
Todo ello limitaba que el lugar pudieda ser visitable en condiciones adecuadas de seguridad, si previamente no se subsanasen los problemas estructurales a favor de la rehabilitación de la cubierta y del campanario, las reparaciones y sustituciones en la carpintería y la creación de unos nuevos baños.
Llegados a ese punto, el ayuntamiento impulsó las obras ahora en marcha con tal de detener la degradación, dignificar y preservar este inmueble que el consistorio adquirió hace más de 90 años por 400 pesetas, en plena etapa republicana.
La actuación ha sido posible gracias a las ayudas conseguidas por el consistorio en el anterior mandato: 150.000 euros de fondos otorgados por la Presidencia de la Generalitat durante el gobierno del Botànic y 40.000 procedentes de la Dirección General de Patrimonio de la Conselleria de Cultura. La empresa Cypsa Construcciones y Rehabilitación SL
es la que ha asumido los trabajos por un importe de 186.872,62 euros,
con el objetivo de realizarlos en un total cuatro meses, varias semanas
menos de lo previsto inicialmente. Esta reducción en el plazo de las
obras fue uno de los criterios valorados positivamente a la hora de
adjudicar los trabajos a esta firma frente a otra que también optó a
hacerlos.
De momento los trabajos se desarrollan según el calendario previsto y confían en que no haya contratiempos. Ahora se tratará de restaurar lo más pronto posible para poder ofrecer a los vecinos un lugar donde poder reunirse, tratar la cultura y todos los temas de interés del municipio.
La intervención en marcha, en cualquier caso, no solo permitirá la rehabilitación y adecuación del inmueble. También persigue garantizar la preservación de los extraordinarios esgrafiados que tiene en sus muros y que se han llegado a restaurar anteriormente, pero con un resultado solo temporal, pues el mal estado de la cubierta provocaba de forma periódica nuevas filtraciones de agua que volvían a dañarlas.
Otra de las pretensiones, a medio o largo plazo, es poder utilizarlo como recurso turístico, permitiendo su accesibilidad y recorrido de forma segura; un hecho que, en opinión del arquitecto redactor del proyecto, impactará positivamente tanto a nivel artístico, como económico, tanto en el municipio y como en los adyacentes. Aun así, desde el gobierno local se opta por la prudencia y se esperará al resultado de la intervención en marcha para poder valorar si ya está listo para las visitas.
Esto, sin duda, permitiría abrir una nueva etapa e ir más allá de utilizarlo como local polivalente, como se viene haciendo desde los años 80 tras un proceso de reforma; una intervención que borró otros usos anteriores, como almacén, cochera de autobuses y taller, dejando el antiguo altar mayor como actual espacio escénico y la sacristía, como vestuario, pero conservando su esencia tras siglos de historia.
Fuente: Mónica Arribas - Levante EMV
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