SE PRESENTA UN LIBRO DE MARTÍN EL HUMANO

El libro "Vida i regnat de Martí I. L’últim rei del Casal de Barcelona" se presentará en Montblanc en diciembre

La semana que viene saldrá a la calle el libro "Vida y Regnat de Martí I. L´ultim rei del Casal de Barcelona", del historiador Josep-David Garrido y Valls.

ISBN: 978-84-232-0748-0.

Colección Bofarull núm. 14, 

368 páginas, 

20 euros.

Con esta edición, Rafael Dalmau, Editor pretende cubrir el vacío bibliográfico sobre el personaje y, de rebote, contribuir al conocimiento de su trayectoria en este año en el que se conmemora el VI Centenario de su muerte. Durante el mes de diciembre, está prevista la presentación de este libro en Montblanc, a pesar de que la fecha está todavía para determinar.

El rey Martín

En el año 1410 murió el rey Martín I de Aragón, el último soberano de la dinastía del Casal de Barcelona, iniciada con Guifré el Pilós más de quinientos años antes. No conocemos mucho de su vida y de su acción política, y a menudo el que sabemos decir tiene relación con sus dudas a la hora de designar sucesión al trono catalanoaragonès, vacilaciones que dieron a un interregno de dos años y a un periodo de convulsiones dentro del país y de choques de intereses que acabó con la sentencia de Caspe y la entronización de los Trastàmara, de origen castellano. También sabemos decir el epíteto que la historiografía le ha atribuido: el Humano; aun así, es un apelativo relativamente moderno. Para sus coetáneos, Martín I era "el Eclesiástico”: un campeón entre los beatos.

David Garrido, su biógrafo, ha condensado, con acidez, que Martín murió tal como reinó: sin ganas. De hecho, Martín no nació para ser rey. Era el segundo hijo de Pedro IV de Aragón de y de Eleonor de Sicilia y, a la muerte del Ceremonioso, fue Juan I, el hermano mayor de Martín, quién recibió el trono, como era preceptivo. Pero Juan I murió repentinamente, a raíz de un accidente de cacería en Torroella, donde lo acompañaba su camarilla corrupta. Eran tiempo de mortandades, aquellas de la baja edad mediana, y la más grave de todas era la peste, de la cual la familia real no quedó al margen. Y he aquí que Martín, sin ambicionarlo especialmente, aconteció rey.

Era un político culto, capaz de hacer en las Cortes de 1406 en Perpiñán uno de los grandes discursos que la historia recuerda de un rey, y su acción representó para la Corona la restitución del poder catalán en Sicilia, hasta el punto que consiguió el reino para Martín el Joven, hijo de Martín el Eclesiástico y de Maria de Luna —esposa y extraordinaria colaboradora en los ámbitos de gobierno más diversos—.

Como rey de los catalanes, Martín I tuvo que hacer frente a bastantes problemas que la actuación de sus predecesores, singularmente Pere IV y Juan I, habían retrasado y que eran de difícil resolución: la implicación en el Cisma de Occidente entre los partidarios del papa de Roma y del de Aviñón (con todo el que representaba un compatriota como Pedro Martínez de Luna fuera escogido como papa: Benedicto XIII), los enfrentamientos familiares internos dentro de Aragón (entre los Luna y los Urrea) y dentro del reino de Valencia (entre los Centelles y Soler), y el control de Cerdeña.

Y, pues, el frente de Cerdeña fue muy bien el canto del cisne del Casal de Barcelona. Por un lado, la acción política y militar de Martín, padre e hijo, significó el dominio efectivo sobre la nación sarda, pero el precio que hubo que pagar fue muy alto. Muchos catalanes, entre los cuales también un número relevante de nobles, dejaron la piel. Entre ellos, el mismo Martín el Joven, rey de Sicilia y heredero a la Corona catalanoaragonesa después de la muerte de más y más hijos y nietos de Martín I. Hay que decirlo: Martín nel Joven murió de malaria, justo después de su triunfo militar en Sanluri.

Martín I quedó abatido. Había perdido mujer, hijos y nietos y ya se veía anciano y sin descendencia legítima. Hacía falta un último intento para tener y Martín se casó por segunda vez, ahora con una joven aristócrata, Margarita de Prades. La documentación histórica nos ha dejado relatos de los sofisticados métodos que, a aquellas alturas de la vida, Martín utilizó para sembrar la semilla real, sin éxito, como bien sabemos. Ahora bien, son relatos redactados por acólitos de los Trastàmara, nada interesados a evitar el desprestigio de Martín. Y bastante que la historia ya ha señalado a Martín con el dedo porque no tuvo suficiente temple para imponer a Federico de Sicilia (Fadrique de Luna)—nieto suyo, hijo de una relación de Martín el Joven con Tàrsia Rizzari—, indecisión que dio lugar a abrir la caja de los truenos que estallaron en el año 1412 en Caspe.

El Autor:

Josep-David Garrido y Valls (Alicante, 1965), historiador, dramaturgo y colaborador asiduo en los diarios Información de Alicante, Levante-EMV de Valencia, La Opinión de A Coruña y Diario de Ibiza, en el semanario de información general en lengua catalana El Temps y en las revistas de divulgación histórica Sàpiens –en catalán– y Clío.

Es doctor en Historia por la Universitat Autònoma de Barcelona, donde también ha ejercido la docencia en Paleografía y Diplomática. En la actualidad compagina la búsqueda histórica con la actividad literaria y el periodismo cultural, sobre todo como crítico de música clásica y de teatro. Buen conocedor de las casas reales europeas ha escrito para Arcopress Los hijos silenciados de los Borbones (2005). Arabista, formado en Túnez y Egipto, escribe a menudo en los medios sobre cuestiones del mundo islámico contemporáneo, siendo autor, también editado por Arcopress, de Irán, la amenaza nuclear (2006) y El lado oscuro de las ONG´s. En el campo de la medievalística hay que destacar sus libros Jaume I i el regne de Murcia (1997 y 2006) y La conquesta del sud valencià i Múrcia per Jaume II (2002) y La batalla de Almansa (2008), todos ellos con Rafael Dalmau, Editor.

Por último, en su faceta como autor de teatro historicista, hay que destacar su obra El nacimiento de Jaume I, estrenada en 2008 y publicada el mismo año por el Instituto de Estudios Catalanes en conmemoración del octavo centenario del nacimiento del rey catalán conquistador de Mallorca, Valencia y Murcia. Otras obras por él realizadas son "

Fuente: elvaller.com