La Feria Trufícola oferta el preciado hongo a 500 euros el kilo debido al descenso de la cosecha por la escasez de lluvia
Ni el intenso frío, ni la "mala cosecha" que esta última temporada ha resultado para la trufa en la zona del Palancia y Teruel debido a la escasez de lluvia durante julio y agosto impedirá que miles de visitantes pasen, durante este fin de semana, por el municipio de El Toro con el fin de poder disfrutar de la Feria Trufícola y de productos artesanos.
Y es que ya son siete las ediciones de esta feria en la que la trufa, uno de los hongos más apreciados y costosos, se convierte en la auténtica protagonista de este evento que se consolida año tras año como una de las citas obligatorias de vecinos y visitantes.
Alrededor de 20 puestos de alimentos artesanales con embutidos y quesos, plantas, cerámicas y venta de plantas truferas y trufas a cargo de los viveros de la comarca y Teruel sirven estos dos días de marco para realizar una de las ferias donde mostrar y poder comprar el tradicional cultivo de este "diamante negro" tan valorado por la alta cocina.
El producto alcanza este año los 500 euros por kilo, un precio que, tal como ha explicado uno de los cultivadores de la localidad, Eliseo Palomar, "subirá, ya que a pesar de la crisis la venta de trufa no se está viendo demasiado afectada, puesto que el tipo de clientes con el que se trata todavía se lo puede permitir, aunque sí un poco".
Pero, sin duda, lo más esperado de la jornada de ayer fue, como todos los años, la demostración de caza de trufa a cargo de la perra Estrella y la jabalina Cochi quienes, acompañadas por Nina, hicieron las delicias de pequeños y mayores. La jabalina, explica su dueño, Serafín Izquierdo, "ya tiene 12 años y fue criada a biberón desde pequeña para la caza de trufa, porque aunque el perro es más rápido encontrando este tubérculo, el jabalí posee mejor olfato para hallarlas". Cochi, toda una veterana en la búsqueda de trufa, se ha consolidado como uno de los platos fuertes de las jornadas y ferias truferas. Difícil resulta no encontrarla en el cartel de actividades como la "artista" destacada. Ayudada por su olfato y dirigida por Serafín encuentra trufas enterradas bajo tierra ante la atenta mirada de cientos de espectadores que sorprendidos no dudan en aplaudir y fotografiarse con la estrella de la actuación.
Además, durante este fin de semana la trufa se deja oler y probar con la degustación de platos artesanos elaborados por vecinas y en los menús de los restaurantes de la zona con este manjar como ingrediente principal.
Al acto inaugural acudieron numerosas personalidades de la comarca para acompañar a la alcaldesa, Ana Orduña, entre las que destacó la presencia de Vicente Saurí, director general de Cohesión Territorial y Jorge Muñoz, subsecretario de la Conselleria de Turismo.
Proceso de cultivo
La época excelente para la recogida de la trufa se lleva a cabo del 15 de noviembre al 15 de marzo y el proceso de cultivo, como explica uno de los cultivadores, "consiste básicamente en labrar bien la finca y la plantación de carrasca durante 5 ó 6 años para que no tenga competencias y las raíces formen lo que se llaman microrrizas, que es donde se crían las trufas". A continuación, la lluvia del verano juega un factor importante para su desarrollo, por lo que, como explica Palomar, "este año la cosecha es bastante baja porque ha llovido poco". En El Toro, "a pesar de que las hectáreas de cultivo han ascendido últimamente a alrededor de 60, la producción ha descendido bastante".
Fuente: Ana Monleón - Levante EMV
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