El Alto Palancia es una comarca de transición entre el litoral del País Valenciano y las altas cotas de las montañas turolenses. Su marco físico coincide básicamente con la cuenca hidrográfica del Palancia, asentada sobre las últimas estribaciones del Sistema Ibérico, quedando limitada por el norte con las cumbres de la Sierra Espina y del Parque Natural de la Sierra de Espadan, y por su margen meridional por las sierras Javalambre o de El Toro y el Parque Natural de la Sierra Calderona, separando ambas cadenas montañosas los altos paramos de Barracas y el trazo del Palancia en su camino al Mediterráneo.
Sus tierras acogen 27 municipios, repartidos en una superficie de más de 1000 km2 y una población que apenas supera los 25.000 habitantes. Los núcleos de población se dispersan, alineados en los valles de ríos, riachuelos y ramblas. La abundancia escasez de agua, junto a otros factores históricos, ha determinado la distribución de los núcleos de poblacionales.
La Sierra de Espadan-Espina concentra el mayor número de ellos (trece) e históricamente ha albergado a una importante masa demográfica. El Valle Medio también reúne una proporción considerable de asentamientos humanos (nueve) y concentra la mayor parte de la población. Calderona-Javalambre, por el contrario presenta una notable escasez en los mismos (seis), aunque el poblamiento disperso en las masías ha sido muy importante hasta fechas recientes.
El río y sus afluentes han organizado las relaciones entre los pueblos y condicionado las principales vías de comunicación, hasta construir una red viaria casi superpuesta a la red hidrográfica. Esta red viaria, desde luego ha sido trascendental en las relaciones intra e intercomerciales, en la estructuración funcional de la comarca y en el apogeo, crisis o estancamiento de los municipios en las diversas coyunturas de la historia.
Tradicionalmente, el Alto Palancia basó su economía en una producción rural agro-artesanal, sobre la que no acabaron de cuajar los tímidos intentos de industrialización desarrollados desde el siglo XX.
En la actualidad el potencial turístico del Alto Palancia es innegable. Cuenta entre sus bazas principales con un patrimonio histórico-cultural de lo más variado, en el que se combinan los restos de la prehistoria, la herencia romana y el legado de los moriscos, con los monumentos del gótico, barroco, neoclásico, las masías, las artesanías…; y con recursos naturales de gran valor ecológico y paisajístico, con innumerables fuentes, altas cimas y quebrados barrancos, preciosos rincones y los frondosos bosques de pinos, carrascas y alcornoques que presentan los dos Parques Naturales más grandes de la Comunidad Valenciana, y que delimitan la comarca: El de la Sierra Calderona y el de la Sierra Espadán, ocupando una basta zona del Alto Palancia.
Para el conocimiento de todos estos ricos y variados recursos se han creado una amplia red de senderos señalizados, que permiten acercarse hasta ellos disfrutando de la naturaleza y el entorno de una manera tan saludable como la práctica del senderismo. Así, por la comarca discurren senderos de Gran Recorrido (GR 7 y 10), de Pequeño Recorrido (PR-V 62; PR-V 63; PR-V 80 PR-V 179; PR-V 320…) y numerosos senderos locales por municipios como Altura, Segorbe, Viver, Jérica, Chóvar...
También abundan las rutas propicias para los cicloturistas en carretera y montaña, entre los que cabe destacar la Vía Verde de Ojos Negros, que cruza el Alto Palancia de Norte a Sur, aprovechando el trazado del antiguo ferrocarril minero que unía Ojos Negros (Te) con Sagunto (V), debidamente acondicionado y habilitado para ofrecer un itinerario apto a las posibilidades de cada uno, bien sea caminando, en bicicleta, o a caballo, de manera que una marcha deportiva pueda combinarse con una más contemplativa.
A todo ello se une una moderna y reciente dotación de servicios turísticos (restaurantes, campings, viviendas rurales, hoteles, áreas de ocio y servicios) y una fácil accesibilidad desde el litoral y también desde el interior, por carretera o en ferrocarril.
Sus tierras acogen 27 municipios, repartidos en una superficie de más de 1000 km2 y una población que apenas supera los 25.000 habitantes. Los núcleos de población se dispersan, alineados en los valles de ríos, riachuelos y ramblas. La abundancia escasez de agua, junto a otros factores históricos, ha determinado la distribución de los núcleos de poblacionales.
La Sierra de Espadan-Espina concentra el mayor número de ellos (trece) e históricamente ha albergado a una importante masa demográfica. El Valle Medio también reúne una proporción considerable de asentamientos humanos (nueve) y concentra la mayor parte de la población. Calderona-Javalambre, por el contrario presenta una notable escasez en los mismos (seis), aunque el poblamiento disperso en las masías ha sido muy importante hasta fechas recientes.
El río y sus afluentes han organizado las relaciones entre los pueblos y condicionado las principales vías de comunicación, hasta construir una red viaria casi superpuesta a la red hidrográfica. Esta red viaria, desde luego ha sido trascendental en las relaciones intra e intercomerciales, en la estructuración funcional de la comarca y en el apogeo, crisis o estancamiento de los municipios en las diversas coyunturas de la historia.
Tradicionalmente, el Alto Palancia basó su economía en una producción rural agro-artesanal, sobre la que no acabaron de cuajar los tímidos intentos de industrialización desarrollados desde el siglo XX.
En la actualidad el potencial turístico del Alto Palancia es innegable. Cuenta entre sus bazas principales con un patrimonio histórico-cultural de lo más variado, en el que se combinan los restos de la prehistoria, la herencia romana y el legado de los moriscos, con los monumentos del gótico, barroco, neoclásico, las masías, las artesanías…; y con recursos naturales de gran valor ecológico y paisajístico, con innumerables fuentes, altas cimas y quebrados barrancos, preciosos rincones y los frondosos bosques de pinos, carrascas y alcornoques que presentan los dos Parques Naturales más grandes de la Comunidad Valenciana, y que delimitan la comarca: El de la Sierra Calderona y el de la Sierra Espadán, ocupando una basta zona del Alto Palancia.
Para el conocimiento de todos estos ricos y variados recursos se han creado una amplia red de senderos señalizados, que permiten acercarse hasta ellos disfrutando de la naturaleza y el entorno de una manera tan saludable como la práctica del senderismo. Así, por la comarca discurren senderos de Gran Recorrido (GR 7 y 10), de Pequeño Recorrido (PR-V 62; PR-V 63; PR-V 80 PR-V 179; PR-V 320…) y numerosos senderos locales por municipios como Altura, Segorbe, Viver, Jérica, Chóvar...
También abundan las rutas propicias para los cicloturistas en carretera y montaña, entre los que cabe destacar la Vía Verde de Ojos Negros, que cruza el Alto Palancia de Norte a Sur, aprovechando el trazado del antiguo ferrocarril minero que unía Ojos Negros (Te) con Sagunto (V), debidamente acondicionado y habilitado para ofrecer un itinerario apto a las posibilidades de cada uno, bien sea caminando, en bicicleta, o a caballo, de manera que una marcha deportiva pueda combinarse con una más contemplativa.
A todo ello se une una moderna y reciente dotación de servicios turísticos (restaurantes, campings, viviendas rurales, hoteles, áreas de ocio y servicios) y una fácil accesibilidad desde el litoral y también desde el interior, por carretera o en ferrocarril.
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