Un pueblo de Castellón busca su Carta Puebla en Teruel, donde todas las direcciones apuntan a que está su origen.
La Villa de El Toro, de 262 habitantes, lleva más de una década enfrentándose con éxito al desafío de la despoblación. Este esfuerzo constante es un deber que se trabaja día a día, porque nunca se descansa.
Y con esas ansias por seguir adelante, el pueblo no solo se busca atraer inversiones que aseguren un futuro prometedor, sino también recuperar las raíces que refuercen el orgullo por una herencia que define a la comunidad como indomable, voluntariosa y tenaz.
En esta línea, se ha emprendido la búsqueda de la carta fundacional del municipio. Para ello, su alcalde, José Arenes, se ha desplazado a Teruel, donde se reunió con la dirección del Archivo Histórico Provincial, con el propósito de investigar el legado histórico de sus antepasados.
Conocer la historia les permitirá reconocerse como pueblo y a entender sus principios, las luchas que les otorgaron derechos y el esfuerzo que convirtió a esta localidad en la tierra privilegiada que hoy tienen como hogar.
Siguiendo las pistas que apuntan a Teruel, en el Archivo Histórico Provincial pretenden encontrar los fueros que otorgaron a El Toro el título de pueblo.Prueba de ello es que, en noviembre pasado, se descubrió una antigua necrópolis musulmana que podría datar del siglo XII.
Y es que lo que en principio parecían ser restos humanos de la guerra civil española, han acabado siendo inhumaciones mucho más antiguas, dada la postura lateral propia de los enterramientos musulmanes. . El hallazgo, único por el excelente estado de conservación que presentan algunos esqueletos, que incluso poseen la totalidad de sus piezas dentales, les va a permitir analizar con detalle y precisión el origen de estos antepasados que en su día fueron pobladores del municipio.
El reconocimiento se ha podido hacer con los recursos técnicos que en estos momentos goza la localidad, puesto que un grupo de arqueólogos está trabajando en el castillo y ha sido el encargado de trasladarse hasta la necrópolis para situarla y reconocer el valor del hallazgo.
Paralelamente, el municipio trabaja en la restauración de los lienzos de su castillo y ha finalizado la rehabilitación de bienes patrimoniales de gran valor, como el altar de la Divina Pastora, una obra del siglo XVII. Y es que cuidar los tesoros que posee el municipio es parte de la identidad y carácter local, y será el mejor legado que dejarán a las generaciones futuras.
Fuente: Castellón Diario
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